La gran banca dispara los márgenes en pleno debate sobre el impuesto al sector
Santander obtiene beneficios récord, Sabadell aumenta el dividendo y BBVA gana más en nueve meses que en todo el año 2021
La gran banca ya percibe en sus resultados el viento a favor de las subidas de tipos de interés. En los primeros nueve meses del ejercicio, las entidades que cotizan en el Ibex 35 (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter) han registrado en su conjunto un beneficio atribuido de 15.754 millones de euros. Además, han disparado sus márgenes de intereses a doble dígito. En conjunto, los cinco bancos suman 50.901 millones de euros en esta partida de ingresos entre enero y septiembre, lo que supone un 17,6% más que en el mismo periodo del año anterior.
En ese sentido, destacan los aumentos registrados por BBVA (+29%) y Santander (+15,4). Ambas entidades se han visto beneficiadas en mayor medida porque en sus principales mercados geográficos (México y Brasil, respectivamente) las subidas de tipos se aplicaron antes que en la Unión Europea. A pesar de ello, Bankinter también elevó el margen de interés un 11,5%, CaixaBank el 9,7% y Sabadell, un poco por detrás, un 6,2%.
Aunque las subidas de tipos de interés no producen una revalorización inmediata de la cartera de crédito (existe un decalaje de en torno a un año para que se produzca esa actualización de precios) sí ha supuesto un balón de oxígeno para revitalizar el negocio típico bancario que se había estancado en los últimos años debido al entorno de tipos negativos.
Así, los grandes bancos españoles han presentado unos resultados en los que aumentan todos los indicadores del negocio. Santander va camino de cerrar este año con el mayor beneficio de su historia. Sabadell ha duplicado sus ganancias, ha elevado el pay-out y ha prometido repartir entre sus accionistas un mínimo del 40% de las ganancias que obtenga en el ejercicio. Y BBVA ha ganado más en los nueve primeros meses de 2022 que en todo el año 2021.
Se da la circunstancia de que este aumento de los márgenes se produce en un momento en el que banca y Gobierno se han enfrentado por la intención del Ejecutivo de imponer un impuesto temporal a las entidades en los ejercicios 2022 y 2023, argumentando que obtendrán unos beneficios extraordinarios por el alza de tipos.
La banca rechaza que se trate de beneficios ‘caídos del cielo’ y considera que con el aumento de los tipos de interés se ha vuelto a una situación de normalidad en la política monetaria tras varios años con las tasas de interés en mínimos históricos. Durante los últimos años los bancos encontraban muy difícil generar ingresos: además de obtener escasos márgenes porque las tasas de interés estaban en negativo, debían pagar por custodiar los depósitos de los clientes.
La intención del Gobierno es aplicar un tipo impositivo del 4,8% sobre los ingresos por intereses y comisiones que obtengan los bancos que en 2019 hubiesen facturado más de 800 millones de euros, sumando estos dos conceptos. El sector considera que se trata de un impuesto injusto al gravar los ingresos y no los beneficios. Tras el anuncio del gravamen, las entidades alertaron de que esta medida podría restringir el crédito y de que los principales perjudicados serían los accionistas, ya que verían recortada su remuneración.
De momento, los bancos han mejorado notablemente sus indicadores de negocio, el beneficio y han anunciado aumentos en los dividendos que repartirán este año entre sus accionistas.