Banca y supervisores se enfrentan por el reparto masivo de dividendos
El Banco de España y el BCE piden prudencia y elevar las provisiones Los bancos mantienen sus planes de aumento del ‘pay-out’
Pulso entre la banca y los supervisores por el reparto de dividendos. El Banco de España y el Banco Central Europeo (BCE) han pedido a los bancos extremar la prudencia con el capital y elevar provisiones para protegerse ante la elevada inflación y el deterioro económico. Mientras, los bancos siguen adelante con sus planes para remunerar generosamente a los inversores y sus políticas contemplan aumentos del ‘pay-out’ y nuevas recompras de acciones en este ejercicio.
Los buenos resultados de la banca en lo que va de año han llevado a las entidades a prometer a sus accionistas una lluvia de dinero en 2022. El sector va camino de lograr las mayores ganancias de los últimos años, está registrando rentabilidades de doble dígito y cuenta con niveles de capital muy por encima de los requisitos regulatorios. Por ello, los bancos considera que no es necesario ejercer presión sobre las políticas de remuneración.
En ese sentido, las fuentes financieras consultadas estiman que es el momento adecuado para dar alegrías a unos accionistas que se vieron privados de remuneración en 2020 debido al veto del BCE por la pandemia del Covid-19. Esos mismos inversores ya encontraban pocos motivos para invertir en los bancos durante la época de tipos de interés en negativo que llevó a las entidades a cotizar en Bolsa muy por debajo de su valor en libros.
La postura del Banco de España y del BCE es clara: ser prudente y utilizar esos beneficios para engrosar los fondos destinados a cubrir los impagos que se avecinan ante la crisis de precios y las continuas subidas de tipos de interés. Así se lo han traslado a los bancos en las reuniones que mantienen habitualmente.
Aunque de momento los supervisores no se plantean un veto generalizado al reparto de dividendos, fuentes conocedoras señalan que sí se podría llegar a restringir o limitar la remuneración al accionista en entidades concretas en función de sus niveles de capital y de rentabilidad. También si algún banco adopta una política desmedida como repartir el 100% del beneficio entre sus accionistas.
La banca se ha apresurado a resaltar que todavía cuenta con las provisiones milmillonarias dotadas durante la pandemia y que en su mayor parte no ha liberado. Además, aunque se espera que la morosidad repunte a partir de los próximos meses, el sector asegura no haber detectado aún ningún signo de debilidad en las obligaciones de pago de los clientes. Y en cualquier caso, destacan su músculo financiero para absorber ese impacto (los cinco grandes bancos cuentan en conjunto con un fondo de provisiones para insolvencias por 50.000 millones).
Las fuentes consultadas señalan que se trata de un tira y afloja entre banca y supervisor en el que cada uno adopta el papel que le corresponde: el Banco de España y el BCE pidiendo máxima prudencia para prevenir problemas en el sistema financiero y las entidades defendiendo sus números para tratar de atraer inversores y revitalizar sus escuálidas cotizaciones en Bolsa. Pero la realidad es que la presión es elevada.
Pulso a nivel europeo
Más allá de la lucha soterrada entre las entidades nacionales y el Banco de España, el enfrentamiento entre el sector bancario y los supervisores por el reparto de dividendos trasciende a Europa. Los bancos de la Unión Europea vienen protestando por lo que consideran una excesiva presión del BCE sobre sus políticas para remunerar a los accionistas. La sensación del sector es que ha estrechado demasiado el cerco y llega a interferir en las decisiones comerciales de las entidades.
El BCE, en cambio, considera que algunos bancos mantienen perspectivas demasiado optimistas y que sus previsiones se basan en escenarios que dibujan un leve deterioro económico. Por tanto, estima que las provisiones actuales podrían no ser suficientes para amortiguar un peor escenario.
Según los cálculos de Morgan Stanley los bancos de la Zona Euro distribuirán este año 40.000 millones en dividendos, además de otros 60.000 en recompras de acciones, lo que para el BCE supone un reparto desmedido en comparación con los años anteriores.
Los dividendos de la banca en 2022
Santander. El banco presidido por Ana Botín va camino de cerrar el año con el mayor beneficio de su historia. Mantiene una política de repartir el 40% del beneficio entre sus accionistas a partes iguales entre dividendo en efectivo y recompras de acciones. A cargo de los resultados del primer semestre ya anunció un dividendo de 5,83 céntimos por acción (un 20% superior al primer dividendo del año pasado) y una recompra por 979 millones.
BBVA. El banco pilotado por Carlos Torres Vila ha logrado un beneficio más alto en los primeros nueve meses de 2022 que en todo el ejercicio 2021. Tiene la política de destinar entre un 40% y un 50% del beneficio a remunerar al accionista. El CEO del banco, Onur Genç, ya señaló que este año repartirá un “buen dividendo”. BBVA pagará un primer dividendo de 12 céntimos por título este año, lo que supone un 50% más que el año anterior.
CaixaBank. La entidad liderada por Gonzalo Gortázar como consejero delegado prevé destinar entre el 50% y el 60% del beneficio a remunerar a sus accionistas. En la reciente presentación de su plan estratégico hasta 2024 el banco prometió 9.000 millones a los inversores durante los tres años que estará vigente el plan.
Sabadell. El banco catalán ha aumentado su ‘pay-out’ para este año hasta un mínimo del 40% (en 2021 fue del 31,8%) tras la mejora de los resultados, la aceleración de la actividad comercial y superar sus objetivos de rentabilidad con mucha antelación respecto a su plan estratégico.
Bankinter. El banco liderado por María Dolores Dancausa como consejera delegada, mantiene su política de destinar a los accionistas la mitad del beneficio en un dividendo en efectivo.