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El contrato fijo discontinuo se duplica en un año: claves de la gran polémica

La naturaleza de esta modalidad dificulta la clasificación de estos trabajadores, sobre todo, por las dispares situaciones en las que pueden estar en las épocas en las que no están en alta en la Seguridad Social

Un camarero en una terraza de Santander.
Un camarero en una terraza de Santander.GETTY
Raquel Pascual Cortés

El mercado de trabajo se ha transformado durante el año pasado por efecto de la reforma laboral, que acaba de cumplir ahora un año en vigor. Y, sin duda la mayor estabilidad del nuevo empleo es la característica más llamativa de esta transformación; y podría decirse que el contrato fijo discontinuo es la estrella creciente de la contratación indefinida.   A cierre de año España contaba con 13,4 millones de trabajadores con un contrato indefinido, de los que 830.000 serían fijos discontinuos. Y la mitad de esa cifra se han firmado en el último año.

Tras la reforma laboral hay más trabajadores indefinidos, pero, ¿son estos trabajadores iguales que los de antes? No del todo. De los tres tipos de trabajadores indefinidos que existen –a tiempo completo, a tiempo parcial y fijo discontinuo– son estos últimos los que están teniendo un uso más intensivo porque su utilización era prácticamente residual antes de la reforma. En un año esta modalidad de contratación casi se ha duplicado, con 450.000 nuevos contratos de este tipo. Además, la nueva ley perseguía precisamente eso, limitar el abuso de la contratación temporal fraudulenta y derivarla hacia la contratación fija discontinua en todas las actividades estacionales que se repitan anualmente.

¿Qué es un fijo discontinuo?

Ser fijo discontinuo quiere decir que el trabajador tiene un empleo estacional recurrente y por ello trabaja y está de alta en la Seguridad Social en las épocas en las que lo necesita el empresario; mientras que en las que no está en alta, puede trabajar en otro sitio con otro contrato, estar cobrando el paro o ninguna de las dos cosas. Lo único claro es que, transcurrida la época de inactividad, el fijo discontinuo es llamado nuevamente por el empresario para desempeñar el trabajo estacional. Si esa llamada del empresario no se produce, es como si el trabajador fuera despedido de forma improcedente y debe ser indemnizado por ello con 33 días por año trabajado.

¿Cuántos fijos discontinuos hay en España?

Según las últimas cifras ofrecidas hoy mismo por la Seguridad Social al cierre de 2022 había 13,4 millones de cotizantes con contrato indefinido, de los cuales 830.000 eran fijos discontinuos, lo que representa el 6,1% del total de fijos. Y ¿cuánto han crecido? Pues las cifras para averiguarlo también se han conocido hoy: al término de 2022 había 2,3 millones de cotizantes con contrato indefinido más que en 2021, de los que aproximadamente 450.000 serían fijos discontinuos y el resto, ordinarios tanto a jornada completa como parcial. Esto significa que en un solo año esta modalidad de contratación se ha multiplicado por dos.

¿Cómo se contabilizan?

La naturaleza de los contratos fijos discontinuos hace que sea muy difícil clasificar a estos trabajadores, sobre todo, por las distintas situaciones en las que pueden estar en las épocas en las que no están en alta en la Seguridad Social. Además, esta dificultad se está poniendo de manifiesto cada vez más, a medida que este colectivo crece exponencialmente según pasan los meses.

Los fijos discontinuos aparecen en las listas de los inscritos en los servicios públicos de empleo, en una categoría distinta a la de parado registrado (que son los que salen en la estadística mensualmente como desempleados) y que se denomina demandantes de empleo no parados (conocidos en el argot estadístico como Denos). Y, dentro de esta calificación, están encuadrados en la categoría de demandantes ocupados o con relación laboral.

Así, los fijos discontinuos, cuando no están activos aparecen en este apartado como demandantes de empleo, esto es con una demanda registrada de empleo en vigor, por tres causas: porque reciben una prestación por desempleo durante el periodo de inactividad porque hayan cotizado lo suficiente para ello; porque se han inscrito para usar los servicios de orientación o formación del servicio público de empleo o, simplemente, porque demandan una mejora de empleo. Fuera de estas tres circunstancias, los fijos discontinuos no tienen que inscribirse obligatoriamente en registro de desempleo.

A esta no obligatoriedad de estar registrado en los servicios públicos de empleo, se añaden otras dificultades para su contabilidad. En concreto es que en la categoría de demandantes ocupados o con relación laboral donde se encuadran están también incluidos otros colectivos como Por ejemplo, entre estas situaciones están los demandantes que solicitan otro empleo compatible con el que tienen (pluriempleo); demandantes de un empleo mejor; quienes solicitan un empleo para menos de tres meses o de menos de 20 horas semanales o estudiantes. Estas exclusiones están recogidas por la norma que rige cómo se mide el paro, desde 19885.

¿Maquilla el Gobierno los datos?

El principal partido de la oposición, el Partido Popular, ha asegurado en varias ocasiones que los buenos datos del empleo están en parte camuflados por el peso de los fijos discontinuos. La respuesta oficial del Ministerio de Trabajo es nítida: no hay maquillaje puesto que la contabilidad estadística de estos contratos es la misma desde 1985. Por ello, al no haber habido ningún cambio, si ahora el hecho de que los fijos discontinuos no aparezcan automáticamente en el registro de paro por sus periodos de inactividad es considerado un maquillaje, este también habría existido cuando gobernaba el PP, argumentan.

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Sobre la firma

Raquel Pascual Cortés
Es periodista de la sección de Economía, especializada en información sobre empleo, Seguridad Social, pensiones y relaciones laborales. Licenciada en C.C. de la Información por la U. Complutense, empezó a trabajar en Cinco Días en 2000 y antes pasó por las secciones de política y economía de la agencia Europa Press y por el diario Soria 7 Días.

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