Claves de la última cita del BCE del año: alza de tipos, horizonte para la inflación y fin de las compras de deuda
Se espera un alza de tipos de medio punto, el anuncio de una recesión técnica en la zona euro y el inicio de la reducción de la enorme cartera de bonos del banco central


La última reunión del año del BCE traerá una nueva subida de los tipos de interés en la zona euro, que se espera de medio punto aunque sin que se descarte un nuevo incremento de 75 puntos básicos. La institución actualizará sus previsiones de crecimiento e inflación y la expectativa es que anuncie una próxima recesión técnica en la zona euro y un horizonte de precios que exigirá seguir subiendo los tipos de interés en 2023. Más allá de si el alza es de 50 ó 75 puntos, el mensaje que se espera de Christine Lagarde es que el endurecimiento de la política monetaria está lejos de haber terminado
El BCE cierra un convulso 2022 sin haber resuelto aún la gran duda de si la inflación que ha precipitado una oleada de alzas de tipos de interés ha alcanzando ya su techo y, lo que es más importante, si el alza de precios va a provocar inevitables efectos de segunda ronda, que demoren más de lo previsto alcanzar el objetivo de estabilidad de precios en el 2%.
Los expertos esperan que el BCE modere en su reunión de este jueves el ritmo de subida de los tipos de interés, después de dos alzas consecutivas de 75 puntos -en septiembre y octubre- y de un encarecimiento del precio del dinero en dos puntos desde julio. El dato de inflación de noviembre en la zona euro continúa mostrando un alto incremento de los precios, del 10% interanual, si bien inferior al 10,6% de octubre. La inflación subyacente se mantuvo sin embargo sin cambios, en el 5% en tasa interanual, lo que no permite la tregua.
50 ó 75 puntos básicos
En Bank of America esperan un alza de medio punto en los tipos de interés, hasta dejar la tasa de depósitos en el 2%. Pero el banco reconoce que lo prevé sin gran convicción: “de camino a territorio restrictivo, los 75 puntos básicos siguen siendo una posibilidad”. La entidad cree que, en todo caso, el mensaje del BCE será de mano dura, con nuevas alzas de tipos. “Esperamos que en 2025 la inflación se mantenga por encima del objetivo, lo que sugiere que habrá que endurecer aún más la política monetaria”, señalan sus expertos.
Nadia Gharbi, economistas de Pictet WM, también espera que el BCE suba tipos de interés en 0,5% este jueves, hasta 2%, cerca de la neutralidad. Para 2023 estima dos alzas adicionales de 0,25% en febrero y marzo. “Hay que tener en cuenta que la inflación en la euro zona ha disminuido sorprendentemente en noviembre por primera vez en dos años y que, aunque la actividad económica se ha mantenido resistente en invierno, una leve recesión probablemente sea el nuevo escenario del BCE”, explica.
Citi se suma igualmente al pronóstico de alza de tipos de medio punto, aunque más como una salida lo más airosa posible a la diversidad de opiniones que está surgiendo en el Consejo de Gobierno del BCE a medida que el precio del dinero se aproxima al terreno neutral, en el que si se estimula ni se constriñe la economía.
Seguir subiendo tipos será tarea del BCE el próximo año, hasta que el alza de precios dé la señal definitiva de haber claudicado y haya la confianza suficiente de que no hay una oleada de alzas salariales que agiten la inflación subyacente. De hecho, Citi prevé que la tasa de depósito alcance el 3% en el verano de 2023, desde el 1,5% actual. “En consecuencia, esperamos un debate no consensuado y, en conjunto, vemos más probable una subida de 50 puntos básicos”, señala la entidad. Nuevas alzas de tipos estarían por llegar en 2023.
En Bank of America calculan que la tasa de depósito habrá subido al 3,25% en junio del próximo año, sin que haya rebajas de tipos hasta mediados de 2024. En Nomura mantienen su apuesta de un alza de tipos de 75 puntos básicos este jueves a la vista de que la inflación subyacente estaría lejos aún de haber alcanzado techo y se mantiene feurte.
Perspectivas económicas
El BCE anunciará hoy sus previsiones actualizadas de crecimiento e inflación para la zona euro, que por primera vez incluirán estimaciones para 2025. En septiembre se resistió a apuntar a una recesión técnica en la zona euro y auguró un alza del PIB en 2023 del 0,9%, con una tasa de inflación en el año del 5,5%. Pero los pronósticos apuntan de forma abrumadora a una contracción, aunque leve, del PIB de la región en el cuarto trimestre de este año y el primero de 2023. El propio BCE ya se ha encargado de apuntar esa posibilidad.
Asumido el impacto económico de la crisis energética y las subidas de tipos, las previsiones de inflación no darán pistas muy alentadoras sobre bajadas de tipos en el medio plazo. Bank of America mantiene un IPC sobre el 2% en sus previsiones para 2025, con una tasa general entre el 2,1% y 2,2% y la subyacente entre el 2,2% y el 2,3%.
Reducción de balance
Las alzas de tipos son la gran herramienta del BCE en su lucha frente a la inflación, pero la creación de unas condiciones de financiación más duras en la zona euro pasan también por reducir el exceso de liquidez y por ir encogiendo su enorme balance de deuda soberana. Hoy se espera que el Consejo de Gobierno dé algunas pistas, no con gran detalle, de cómo abordará la reducción de su cartera de deuda, un proceso que ya emprendieron la Fed y el Banco de Inglaterra.
No se esperan decisiones drásticas y sí una hoja de ruta muy gradual y pautada. Así, el BCE no abordaría la venta neta de deuda sino que sencillamente iría dejando vencer, sin reinvertirla, su cartera de deuda. La decisión no se prevé incluya el programa extraordinario antipandemia (PEPP), del que mantendría la reinversión de los vencimientos hasta finales de 2024 y que es una herramienta útil en caso de tensión de las primas de riesgo. Pero sí el programa tradicional de compra de activos APP, que incluye bonos soberanos y corporativos. El BCE tiene en balance un volumen de deuda de 5,1 billones de euros, de los que 3,25 billones corresponden al programa APP; a los que hay que sumar otros 1,68 billones de euros del plan PEPP.
Según Nadia Gharbi, economista de Pictet WM, el BCE "podría iniciar el ajuste cuantitativo a principios del segundo trimestre, a un ritmo de 20.000 millones de euros al mes. Otra opción es un objetivo de reducción de balance por trimestre. En todo caso hay riesgo de decepción de los mercados por falta de detalles".
En Citi esperan que la reducción de balance comience en marzo o abril, de una manera marginal y pasiva por parte del BCE, dejando de reinvertir vencimientos a un ritmo de entre 10.000 y 15.000 millones al mes durante el resto de 2023. En Bank of America apuntan a una reducción del balance de 10.000 millones como mucho en el segundo trimestre de 2023, de 20.000 millones en el tercer trimestre y de 40.000 millones en el cuarto. El adelgazamiento de la cartera de bonos se aceleraría en 2024 con un recorte de 60.000 millones en la primera mitad de ese año y de 80.000 millones en la segunda.
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