La construcción ve corto el refuerzo de la revisión de precios para reflotar la obra pública
La cesta de materiales se ha ampliado, pero el sector urge que se incluya la energía y se supriman los límites al reequilibrio
Satisfacción contenida en la construcción con la publicación ayer de una órden ministerial por la que Hacienda amplía la lista de materiales cuyo precio es revisable a lo largo de la ejecución de los contratos de obra pública.
Entran elementos básicos como el cemento, materiales cerámicos, madera, plásticos, productos químicos y el vidrio, sumándose a los cuatro que ya estaban contemplados: materiales siderúrgicos, bituminosos, aluminio y cobre. “Es un buen paso hacia la adecuación del mecanismo de revisión de precios a la realidad económica actual, si bien quedan muchos otros para equilibrar el reparto de los riesgos de sobrecostes en las obras, que actualmente soportan las empresas”, afirma la presidenta de la asociación de constructoras no cotizadas ANCI, Concha Santos.
Sigue sin contemplarse como causa de reequilibrio la evolución del precio de la energía, que constituye un pilar en las reivindicaciones de las asociaciones del sector en la presente crisis.
Los presidentes de la CNC, Seopan y Anci reclaman un escudo estable en los contratos contra la inflación
El presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Pedro Fernández-Alén, señala que “Hacienda va a permitir que mucha tipología de obra, que antes no entraba, acceda al sistema de reequilibrio económico del contrato, tan necesario ante los vaivenes de precios que se están produciendo en los últimos meses”.
Se refiere a actuaciones de edificación y urbanización, pero pide ir a más: “Se ha dado un paso más para intentar que la contratación pública no se vea afectada y puedan cumplirse los compromisos adquiridos con los fondos europeos. Pero siguen siendo parches ante un problema muy complejo. Venimos reclamando la incorporación de la energía, sumamente importante para algunas tipologías de obras, contratos y concesiones de servicios esenciales para la ciudadanía”.
Desde la CNC se aboga por un sistema de reequilibrio estable en el tiempo y no excepcional. Pese a que esa reivindicación es un clamor, Hacienda afirmó ayer que el hecho de que el Ejecutivo se adapte a la evolución de precios de una cesta más numerosa de productos ofrece “un horizonte de estabilidad a la contratación de obra pública”.
La revisión de precios es una figura creada en 1965 para paliar la volatilidad de las materias primas durante el periodo de ejecución de una obra, pero desapareció de facto con la Ley de Desindexación, que dejó de hacerla obligatoria en los contratos.
La situación excepcional generada por la pandemia; la escasez de materiales por el tirón de la demanda por los planes de infraestructuras en numerosos países; el alto coste del transporte, y, posteriormente, los efectos de la invasión de Ucrania hicieron que el Gobierno adoptara de nuevo esta garantía de forma excepcional a través del Real Decreto Ley 3/2022, de 1 de marzo. Estaban en riesgo la viabilidad de las obras, de las contratistas, y la ejecución de los fondos europeos.
El cemento, vidrio, plásticos, la madera o la cerámica serán revisados
A vueltas con la energía
La CNC estimaba en octubre que el sobrecoste en la obra pública se había ido al 33% por los materiales. En este escenario, el presidente de la patronal de grandes constructoras Seopan, Julián Núñez, advierte que la nueva órden ministerial solo tiene impacto a efectos del reconocimiento de la revisión excepcional de precios que regula el Real Decreto- ley 3/2022, “pero no implica modificación alguna en el importe de las revisiones y compensaciones resultantes de dicho procedimiento de revisión”.
Núñez estima que los seis nuevos materiales reconocidos por Hacienda a la hora de modificar las liquidaciones de las obras representan un 19,5% de los costes de suministros en obra civil y un 39,4% en la edificación. “Cabe anticipar que esta nueva medida permitirá que un mayor número de obras públicas, particularmente de edificación, puedan acogerse al procedimiento de revisión excepcional, cuestión no obstante que será preciso contrastar”.
Pese al calado de la decisión del Gobierno, los costes energéticos son excluidos “injustificadamente”, dice el presidente de Seopan, del procedimiento de revisión excepcional pese a haberse duplicado el coste eléctrico desde la entrada en vigor del RDL 10/2022 que regula el mecanismo de ajuste de costes de producción para la reducción del precio de la electricidad en el mercado mayorista.
El volumen del impacto
La órden ministerial de Hacienda complementa al Real Decreto-ley que desde comienzos de año reconoce a las constructoras la posibilidad de una actualización de precios de sus contratos cuando el aumento del coste de los materiales empleados haya tenido un impacto “directo y relevante en la economía de los mismos”. Los cuatro materiales previstos hasta ahora, y los seis que se suman, han tenido una fuerte escalada en el precio, distorsionando los presupuestos de licitación y, por extensión, los de adjudicación. El resultado es el de numerosos concursos desiertos, obras ralentizadas y otras abandonadas.
Desde Hacienda se explica que la decisión de ampliar deriva del análisis de la situación hasta agosto, detectándose incrementos “significativos” en los productos ahora aceptados para la revisión. La orden ministerial pasó a finales de octubre por el Comité Superior de Precios de Contratos del Estado.
La revisión de precios computa desde el 1 de enero de 2021. Y el impacto se considera significativo cuando excede el 5% del importe certificado del contrato en el ejercicio y no puede ser superior al 20% del precio de adjudicación de la obra. Este reequilibrio comenzó a aplicarse estuviera o no previsto en los pliegos, y el Gobierno acepta proyectos con un grado de ejecución inferior al 20% o que no llevaran dos años en marcha, pese a que la Ley de Contratos fija esos umbrales para hablar de cualquier revisión.
Fernández-Alén, como presidente de la CNC, cree que “debe darse estabilidad al sistema, sin límites temporales, para que los proyectos de larga duración tengan seguridad en la ejecución. Ha de suprimirse el umbral del 5% de variación que debe producirse en los costes del contrato y el límite del 20%, pues en muchos casos las pymes no llegan a ese 5% y en obras intensivas en el consumo de determinados materiales se supera con mucho ese 20%”.
Otra reivindicación es que el cómputo de la variación de precios arranque el último día habilitado para la presentación de las ofertas y no desde la firma del contrato. Y es que la firma suele ser muy posterior a la entrega de ofertas, con lo que el perjuicio va para la constructora.
También reclama una ampliación del marco temporal Concha Santos desde Anci, “para seguir dando cobertura ante las poco halagüeñas perspectivas de evolución de los costes de materiales y energía”. Santos añade que la oportunidad que representan los fondos europeos para dinamizar la economía merece “un marco que asegure la ejecución de los proyectos. Es esencial y sólo será posible si existe un mecanismo de revisión de precios acorde a la realidad”.