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Brasil vira hacia la izquierda con el regreso de Lula da Silva al poder

El expresidente obrero gana las elecciones de este domingo con un 50,90% de los votos

El exmandatario y candidato de izquierda, Lula da Silva, este domingo.
El exmandatario y candidato de izquierda, Lula da Silva, este domingo. CARL DE SOUZA (AFP)
Gabriela López Escalante

Unos 156 millones de brasileros han regresado este domingo a las urnas para dar fin a la contienda presidencial que definirá los próximos cuatro años del país. La cuarta democracia más poblada del mundo ha sentenciado su viraje hacia la izquierda en la segunda vuelta electoral, devolviendo el poder al exmandatario Luiz Lula da Silva, con un 50,90% de los votos, por encima del actual mandatario ultraderechista, Jair Bolsonaro, que obtuvo un 49,10%. 

Las seis principales economías de América Latina quedan ahora teñidas de rojo y Lula afrontará su tercer mandato presidencial con fuertes aliados en la región como Gustavo Petro, en Colombia; Gabriel Boric, en Chile, y su viejo compañero heredado del chavismo, Nicolás Maduro, en Venezuela. 

Las cuatro semanas de reflexión tras la primera vuelta celebrada el pasado 2 de octubre, solo sirvieron para aumentar la tensión en Brasil, entre los que apostaban por la continuidad del ultraderechista y quienes querían devolver el poder a su antagónico rival de izquierda, Luiz Lula da Silva.

Partidarios del candidato Lula da SIlva le saludan a su llegada al colegio electoral, este domingo.
Partidarios del candidato Lula da SIlva le saludan a su llegada al colegio electoral, este domingo.REUTERS

Tras una jornada electoral permeada por el nerviosismo, Bolsonaro lideró en un principio el escrutinio con un margen muy estrecho, aupado por los primeros resultados de los estados del sur del país donde son mayores los partidarios del presidente ultraderechista. Pero pasado el 68% del recuento, Lula da Silva se adelantó en la carrera presidencial, y fue ampliando su ventaja hasta más de un punto porcentual ya superado el 95% de los votos, una diferencia entre ambos candidatos de casi dos millones de votos. 

Esta tendencia se registró también en la primera vuelta, con los bolsonaristas inicialmente confiados hasta que llegó la virada a favor del expresidente obrero una vez contados los votos del granero lulista al noreste del país. Entonces, Lula da Silva ganó con un estrecho margen tras recibir el 48,4% de los sufragios, frente al 43,2% de Bolsonaro, un resultado que desinfló la victoria contundente que le auguraban las encuestas para esa primera vuelta.

El voto extranjero en Europa también favoreció al candidato de izquierda. En Portugal, Lula Da Silva obtuvo el 64,5% de los votos, frente al 34,5% de Bolsonaro; mientras que en Francia arrasó con más del 80% de los votos. 

En las elecciones presidenciales más polarizadas de Brasil desde que recuperó su democracia en 1985, el estrecho margen de diferencia ha dado una victoria ajustada al expresidente obrero, quien tendrá que gobernar a un país en el que casi la mitad de votantes siguen defendiendo a Jair Bolsonaro y a sus banderas, algunas tan polémicas como la flexibilización de la venta de armas, el desmantelamiento de la política medioambiental de Brasil y su firme oposición a ampliar el aborto o los derechos LGTB+.

"La expectativa es de victoria, solo tenemos buenas noticias en los últimos días. Si Dios quiere, saldremos victoriosos hoy por la tarde. O mejor, Brasil va a salir victorioso hoy por la tarde", adelantaba Bolsonaro con confianza, luego de haber votado en su centro electoral de Río de Janeiro tan pronto como abrieron las puertas a las 8.00 am, hora local.

Pero finalmente, se ha impuesto Lula da Silva en su sexta elección cursada a sus 77 años, y su mirada puesta en "volver a incluir a los pobres en el presupuesto y que todos los brasileños hagan tres comidas al día”. Tras ejercer su voto en la mañana de este domingo, el candidato de izquierda aseguró:  "Hoy el pueblo está definiendo el modelo de Brasil que desea, el modelo de vida que quiere". 

Denuncias por obstrucción

La tensión ha permeado la jornada electoral. El Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva ha pedido el arresto del director de la Policía Federal de Carreteras "por obstruir las elecciones de este domingo" con retenes que han parado centenares de autobuses con electores. Según el diario Folha de Sao Paulo, al menos 514 autobuses fueron detenidos en todo el país hasta mediodía.

Tras el reclamo, el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil ha pedido explicaciones a Silvinei Vasques por realizar operaciones que supuestamente han obstaculizado el tránsito de votantes,  a pesar de que la autoridad electoral había prohibido previamente cualquier acción policial que pueda dificultar el transporte de electores.

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