Cariño y firmeza son la solución para la crisis de derivados de energía
El aumento de 1,5 billones de dólares en garantías debe resolverse con apoyo público, pero a un precio adecuado
Cariño y firmeza es la mejor solución para la crisis de derivados de las energéticas europeas. Las utilities y los traders de energía se enfrentan a un aumento de 1,5 billones de dólares en demandas de garantías debido a las oscilaciones de los futuros del gas. La solución podría consistir en rescates o en la suspensión de las normas de trading y de las garantías. La opción menos mala parece ser el apoyo estatal, con un precio adecuado.
El último momento Lehman de Europa tiene su origen en las normas que pretenden hacer más seguro el sistema. Los productores o distribuidores de energía utilizan los futuros para cubrir el precio al que venden la energía a los clientes. Pero también tienen que depositar una garantía para proteger a sus socios de trading contra el riesgo de que fallen y deban dinero por el contrato.
El aumento de los precios del gas natural en casi 10 veces durante el último año, causado por la invasión de Ucrania por parte de Vladímir Putin, significa que los traders han tenido que aportar cada vez más garantías, con necesidades que superan los 1,5 billones de euros, según Equinor.
Hace un año, el margen de los contratos de futuros del punto de negociación holandés TTF para el primer mes era de 8,44 euros por megavatio hora. El martes se había disparado a 78,63 euros, según los datos de ICE. El riesgo de que la contracción se convierta en una profecía autocumplida: las empresas preocupadas por no poder hacer frente a las demandas de liquidez pueden salir del mercado, haciendo que los precios sean más volátiles. En el peor de los casos, puede provocar una cascada de quiebras. Por eso Finlandia y Suecia se apresuraron a dar apoyo estatal el domingo, y es una de las razones por las que la alemana Uniper acudió a Berlín en busca de ayuda.
Hay otras opciones aparte de que los Gobiernos aporten liquidez o incluso inyecten capital, como ocurrió con Uniper. Los líderes europeos podrían considerar la posibilidad de flexibilizar las normas sobre garantías, consagradas en la normativa de la UE. Eso podría significar, por ejemplo, el uso de activos de menor calidad, como las letras de crédito, o la fijación de los niveles de margen. El peligro de esta medida es que aumenta el riesgo cuando falla una contraparte. Una sugerencia más preocupante es la de cancelar por completo el trading. Esto podría dificultar el cierre de los contratos existentes y hacer que los precios sean aún más erráticos.
La opción menos mala es el apoyo gubernamental, con una contrapartida. El riesgo es que los rescates dejen a los contribuyentes expuestos a grandes riesgos, mientras los traders de energía se benefician. Sin embargo, si la ayuda se produce a intereses altos, como el préstamo puente del 14,2% de la energética finesa Fortum, el Estado debería estar ampliamente cubierto. Bloquear los dividendos y los bonus también frenará el riesgo moral. Los tiempos excepcionales exigen medidas excepcionales.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías