La mediación entre Iberia Express y USO fracasa y la huelga de tripulantes de cabina está servida
El paro de diez días está fijado entre el 28 de agosto y el 6 de septiembre, ante lo que la aerolínea flexibilizará los cambios de fecha para volar
El intento de mediación de la Fundación Instituto Laboral de la Comunidad de Madrid para evitar la huelga de tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) en Iberia Express se ha cerrado esta mañana sin éxito alguno. El sindicato USO mantiene la convocatoria de paro de diez días en la base de Madrid-Barajas, del 28 de agosto al 6 de septiembre, y la empresa lamenta que no se haya enderezado la negociación entre las partes. De hecho, se queja de que los representantes de los trabajadores “hayan rechazado la vía del diálogo”.
Desde Iberia Express se ha manifestado que se pondrá en marcha de inmediato un plan para garantizar la prestación de servicios mínimos y activar distintas condiciones de flexibilización para que los viajeros puedan cambiar la fecha de sus vuelos.
El paro al que llama USO afecta a 517 trabajadores. Esta central es mayoritaria en el comité de los TCP de Iberia Express, en el que también tiene representación CC OO, y el conflicto se enmarca en la negociación del segundo convenio.
Iberia Express firmó un acuerdo de producción con ambos sindicatos el pasado mes de junio ante el previsible aumento de la demanda, y venía manteniendo contactos sobre el convenio colectivo desde diciembre de 2021. En este marco de interlocución, la firma que dirige Carlos Gómez ha manifestado “total incomprensión ante una convocatoria de huelga que no ha sido secundada por la otra sección sindical del colectivo de TCP, y que se produce justo en unas semanas en las que se han intensificado las reuniones entre Iberia Express y los sindicatos para avanzar en las negociaciones de su II Convenio Colectivo”, expresa la aerolínea en un comunicado.
La sección sindical de USO reclama mejoras que se traducen, según sus cálculos, en un alza salarial del 16%, mientras que Iberia Express tasa el incremento del coste salarial en un 26% y califica las demandas de “inasumibles”. La principal reivindicación del sindicato está en el reconocimiento de la evolución del IPC, tras siete años de congelación, y en la creación de dos nuevos niveles de sobrecargos y TCP, con alzas en las nóminas. USO pide un 11% y un 4% de incremento salarial, respectivamente, para esos dos escalones.
La distancia entre las partes se acrecentó a principios de semana, cuando Iberia Express ofreció mejoras transitorias para paliar el efecto de la inflación, minetras se negociaba el convenio, y ese acuerdo fue aceptado por CC OO. La central mayoritaria USO mantiene una fuerte batalla con su rival en Ryanair, en la que también tiene activa una huelga de TCPs hasta el próximo mes de enero. Las concesiones de Iberia Express se quedan muy cortas a ojos de USO, que pone en duda “el espíritu revindicativo” de CCOO dando por bueno el ofrecimiento temporal.
La compañía se ha abierto a pagar un anticipo en la nómina de agosto, a cuenta del convenio, de 1.350 euros para los sobrecargos y de 950 euros para los TCP. Si a 31 de diciembre no se ha firmado el nuevo marco laboral, estas entregas a cuenta no serían descontadas en el futuro. También se fijó un día libre adicional al mes y se determinó que en el convenio abierto se crearán al menos dos nuevos niveles de TCP y de sobrecargos por encima de los actuales. Las subidas salariales para estos últimos serán del 5% como mínimo respecto a los niveles inmediatamente inferiores.
La aerolínea low cost sigue llamando a la responsabilidad del sindicato USO para evitar los paros y que se retomen las negociaciones del convenio.