El tope al crudo ruso del G7 podría subir los precios en vez de bajarlos
Necesitaría la adhesión de China e India, y sería improbable que se les sancionara por no respetarlo
Qué problema hay con la idea de fijar un tope de precios a las exportaciones de petróleo ruso? Limita los ingresos que Moscú lleva acumulando desde el inicio de la guerra en Ucrania, reduce la factura energética de la Unión Europea y ayuda a controlar la inflación, al tiempo que evita una gran perturbación del mercado mundial del petróleo. El G7 ha puesto en marcha un estudio sobre el concepto. Teniendo en cuenta los riesgos de un efecto bumerán en los precios, debe ser riguroso.
El sistema contemplado prohibiría asegurar los cargamentos de petróleo ruso vendidos por encima de un determinado nivel inferior tanto a los 117 dólares por barril del Brent como a los 90 dólares por barril a los que cotiza el crudo ruso con descuento de los Urales. Pero tendría que ser superior al coste marginal de exploración de Rusia, estimado en unos 40 dólares por barril.
Para que funcione, el tope necesitaría la adhesión mundial, sobre todo de países como India o China. Estos países han comprado más petróleo ruso en los últimos cuatro meses, tras reducir la UE sus importaciones. Pero podrían encontrar alternativas de seguros más baratas que las de la UE y el Reino Unido. Y nada les impediría comprar petróleo ruso a precios máximos. Es poco probable que Estados Unidos y sus aliados estén dispuestos o puedan ampliar las sanciones a los países que simplemente ignoren el tope.
Un tope mal respetado puede, al menos, no hacer que los precios del petróleo se disparen. Lo que sí podría hacerlo es la dificultad de conseguir que Rusia acepte seguir exportando su petróleo con un descuento forzado. Se trata de una apuesta por la aceptación de una humillación política por parte del presidente ruso, Vladímir Putin, en nombre del interés económico de su país. Si Rusia decide no jugar, los precios mundiales subirán. Sus exportaciones representan el 8% de la producción mundial. Un recorte al 5% podría hacer saltar los precios mundiales hasta un 30%, ha calculado el economista Olivier Blanchard. No es obvio que Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos puedan compensarlo bombeando su capacidad sobrante.
La UE ya está en vías de imponer un embargo total al petróleo ruso. Los precios mundiales se ven amenazados por una gran desaceleración económica. Es cierto que la UE ha enviado más de 32.000 millones de dólares a Moscú en concepto de pagos por petróleo desde el comienzo de la guerra. Pero es un dinero que Rusia apenas puede gastar en nada debido a las sanciones financieras. Establecer un tope efectivo al precio del petróleo puede resultar un esfuerzo innecesario.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías