Así fue la hazaña de cuatro empresas para resistir a la pandemia y salir reforzados
Aernnova, Talgo, Gestamp y Disayt cuentan cómo tuvieron que encarar su gestión. Las cuatro optaron por más formación, inversión y visión a largo plazo
La economía mundial estaba inmersa en la cuarta revolución industrial, en digerir los avances imparables de la tecnología cuando sobrevino la pandemia y el mundo entero entró en shock. Menos de un año después, a comienzos de 2021 y cuando aún había que explicar a qué se referían los expertos con la expresión “industria 4.0”, la Comisión Europea comenzó a acuñar el término “industria 5.0”.
Para entender todos los cambios habidos en los últimos dos años, cómo vivió la industria española la pandemia y cómo gestiona los desafíos actuales, Sisteplant, entidad impulsora de la fábrica inteligente, reunió en Madrid a cuatro responsables de Aernnova, Gestamp, Talgo y Disayt para que expusieran cuál había sido su experiencia.
La comisionada especial para el Transporte, la Movilidad y la Agenda Urbana, Carmen Librero introdujo el debate y describió cómo una de las principales enseñanzas que ha dejado la crisis del Covid ha sido pasar de una industria que centraba todos sus esfuerzos en la tecnología, en ser más competitiva y eficiente a otra “que además de todo eso, ahora aspira también a generar un impacto positivo en la sociedad. De alguna forma, ha incorporado a los trabajadores y el medio ambiente”.
El director de Relaciones Institucionales de Aernnova, fabricante de componentes metálicos y submontajes para el sector aéreo, Javier Fernández de Retana, admitió que el primer golpe de la pandemia, cuando todo cerró “fue un shock terrible”. Reconoció que pasaron de facturar 900 millones a solo 500 y sin ninguna certeza de qué pasaría a corto plazo. Pero pronto supieron qué había que hacer: “Había que cuidar a nuestra gente como primera prioridad y seguir invirtiendo”, recordó.
El director de la División de Mantenimiento del fabricante ferroviario Talgo, Luis Alfonso Henar, explicó que el sector ferroviario fue de los pocos que no paró al 100%, y coincidió con el resto de empresas en que lo primero fue asegurarse que “la crisis no afectara a las personas”. Entonces, relató cómo proyectos que ya se habían iniciado cobraron mayor protagonismo, como la digitalización de la compañía. La apuesta por la formación fue determinante.
Volver a generar ilusión
En momentos tan convulsos, otra de las premisas en las que coincidieron los cuatro responsables de las empresas invitadas al debate fue cómo devolver la ilusión a las plantillas y los clientes.
“Nosotros tampoco paramos del todo, pero prácticamente y, pese a las múltiples incertidumbres, era necesario volver a generar ilusión. Cuando todo parecía que podía desaparecer, decidimos tomar decisiones a largo plazo. Había que preservar la caja de la compañía y cuidar a las personas y para ello nada mejor que seguir invirtiendo”, relató René González, director de Fabricación Avanzada y Estandarización de Equipos de Gestamp, una de las compañías líderes en la producción de componentes para el automóvil.
Sobre la relevancia de las personas quiso reflexionar también el director de Operaciones y Desarrollo de Negocios del Grupo Logístico Disayt, Miguel Ángel Rada. “Si algo ha demostrado esta crisis es lo importante que son los equipos, hay que cuidar a las personas porque son ellas quienes posibilitarán superar lo peor de situaciones tan imprevisibles como las que nos ha tocado vivir en estos tiempos”, advirtió.
Superada la pandemia, o casi, las situaciones disruptivas no han cesado. La crisis de los semiconductores, que tanto penaliza a algunas de estas empresas, la tensión en las cadenas de suministros, la invasión de Ucrania y, como consecuencia de ésta, el alza de los costes energéticos y la inflación generalizada. ¿Cómo hacer frente a todo ello tras la experiencia de la emergencia sanitaria global? De nuevo, demostraron bastante consenso al respecto. “Si algo nos enseñó la crisis del Covid, fue la necesidad de conseguir ser más flexibles y la imperiosa urgencia que teníamos todos: diversificar”, relató el representante de Aernnova.
En apenas dos años, esas apuestas a veces arriesgadas por seguir invirtiendo y no sucumbir a la parálisis ya empiezan a dar sus frutos. Desde Talgo admitieron que en 2023 alcanzarán un nivel de producción de trenes nunca visto antes. Y Gestamp lo tiene claro: “Tenemos que poder seguir produciendo a un alto nivel en cuanto a volumen, pero si es necesario bajarlo de forma muy rápida, pero eficiente; debemos ser capaces de conseguirlo. Hay que ser más flexibles y solo se consigue a través de la automatización”, aseguró González. No obstante, Disayt alertó: “Preocupados como estamos en la logística porque hay mucha más demanda que oferta, no todo se puede automatizar, debemos conseguir en colaboración con los clientes que todos planifiquemos mejor”.
Algunos ejemplos de buenas prácticas
Aernnova. En su afán por diversificar, el fabricante de componentes para la aeronáutica estudia el nuevo protagonismo de la inversión en Defensa. Analiza las oportunidades que brindan el hidrógeno o los aerotaxis. “Seguiremos apostando por la ingeniería y la digitalización”.
Talgo. La empresa española resalta el respaldo que siempre obtuvo de sus empleados. Gracias a él, han avanzado más rápido de lo estimado inicialmente en digitalizar la compañía y muy pronto presentarán los trenes de alta velocidad más avanzados del mercado.
Gestamp. La reciente presentación del nuevo centro de fabricación avanzada en el País Vasco es un ejemplo de lo que quiere hacer a futuro el fabricante de componentes para la automoción. “Debemos reutilizar las líneas de producción y readaptarlas para ser más eficientes y más productivos”.
Disayt. El auge del comercio electrónico sigue poniendo contra las cuerdas a la logística por los problemas de escasez de flotas. “Cuanto antes conozcamos las capacidades de los clientes, mejor podremos planificar nuestra oferta de servicios y eso pasa por la colaboración con otras compañías porque en este negocio no todo se puede automatizar”. Sobre las cadenas de suministros, todos coinciden en que habrá que acercar su producción a éstas y “estar solo donde sea imprescindible”.