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Crónica de Bolsa

Las Bolsas reaccionan con tibieza ante la falta de concreción del BCE

El Ibex recupera un 1,34% y pone freno a cuatro jornadas consecutivas a la baja

El alza de tipos agita los mercados

El compromiso del BCE de apoyar la deuda periférica y preparar un mecanismo para evitar la fragmentación del euro sirvió de balón de oxígeno. Aunque todavía quedan muchos flecos por definir, la reinversión de los vencimientos del programa extraordinario antipandemia (PEPP) de manera flexible fue suficiente para ahuyentar las pérdidas. Las subidas fueron la tendencia imperante desde primera hora de la jornada. Después de cuatro sesiones consecutivas a la baja, las compras regresaron a las Bolsas.

La falta de concreción frenó la recuperación. El Ibex 35, que en niveles intradía llegó a subir más de un 2% apoyado por la apertura alcista de Wall Street, concluye la jornada con una subida del 1,34%. El selectivo español recupera los 8.100 puntos, pero continúa lejos de la barrera de los 8.200 que llegó a rondar en los momentos de mayor euforia. Los inversores agradecen el respaldo de Christine Lagarde, pero más allá de palabras lo que necesitan son hechos concretos para disipar las dudas en un entorno en el que las señales de recesión crecen día a día.

El comportamiento de la Bolsa española se mantuvo en línea con el registrado por sus homólogas europeas. El Dax alemán sumó un 1,36%; el Cac francés, un 1,35% y el Mib italiano, que en las últimas sesiones había sido uno de los índices más penalizados por el repunte de la prima de riesgo, sumó un 2,87%.

Más que en la renta variable, donde más se dejó sentir el salvavidas del BCE fue en el mercado de deuda, el activo más sensible a la política monetaria. Los grandes beneficiados de la estrategia de normalización con cuentagotas fueron los países periféricos, caracterizados por disponer de unos niveles de deuda muy elevados. La rentabilidad de la deuda española descendió 23 puntos básicos y cae por debajo de la barrera del 3% (2,88%) que registró en las últimas sesiones. Aunque la deuda española experimentó el mayor recorte desde el pasado mes de marzo, continúa estando muy por encima del 0,56% de inicios de años. Por su parte, el bono italiano perfora el 4% (3,81%) y recorta 36 puntos básicos, hasta el 3,81%, un descenso diario que supera los recortes experimentados incluso con el anuncio del PEPP en marzo de 2020.

A diferencia de lo sucedido días atrás, fue la deuda periférica la que concentró las caídas. Con el bono alemán bajando solo 11 puntos básicos, las primas de riesgo se estrecharon aún más. La española cae a los 124 puntos básicos desde los 136 registrados un día antes y la italiana pasa de los 242 a los 217. Miguel López Ferrero, director de área técnica en Ibercaja Gestión, señala que la rápida reacción del BCE ha permitido una cierta corrección en los mercados que han amortiguado el movimiento y cuya tendencia podría continuar de cara a los próximos días.

Franck Franck Dixmier, director de inversiones global de renta fija de Allianz, señala que la inflación de la zona euro pone bajo presión al BCE, que se encuentra lastrados en su capacidad de subir los tipos sin verse obstaculizado por el impacto negativo de un endurecimiento de las condiciones monetarias en los países con las finanzas públicas más frágiles. “La convocatoria de una reunión de urgencia unas horas antes de la cita de la Reserva Federal no supone nada nuevo con respecto a lo comunicado la semana pasada en su última reunión. Mucho ruido y pocas nueces, y una credibilidad que no aumenta”, destaca.

Rafael Valera, CEO y gestor de Buy & Hold, considera que, pese a los esfuerzos, el BCE sigue yendo muy por detrás de los mercados. “Su principal objetivo es controlar la inflación más que las primas de riesgo y con anuncios así no lo va a conseguir”, apunta. El experto apunta que para devolver la estabilidad a los precios la institución tiene que dejar de telegrafiar futuras subidas y actuar de forma contundente. “Las subidas que ha anunciado Lagarde podrían ser adecuadas para una inflación transitoria. Pero con una inflación más persistente, que ahora roza el 9%, no puede andarse con medias tintas”, destaca. Valera señala que ha llegado la hora de que los Gobiernos europeos tomen medida porque no pueden seguir teniendo altos niveles de endeudamiento y de déficit público de forma permanente.

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