La banca ve "limitado" el impacto de la subida del euríbor en las hipotecas
BBVA, CaixaBank, ING y Abanca creen que el alza de tipos por parte del BCE será "gradual"
La banca española pide "calma" y "tranquilidad" ante la escalada que está experimentado el índice euríbor por la expectativa de una inminente subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), al entender que su impacto en las hipotecas será "limitado" y "controlado". Creen que la demanda de hipotecas seguirá creciendo este año, aunque a un ritmo menos intenso que en 2021, cuando el mercado registró las mejores cifras en una década tras el parón por la pandemia.
Los responsables del área hipotecaria de ING, BBVA, CaixaBank y Abanca, que han participado en una mesa redonda online conducida y moderada por la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos, coinciden en que un escenario de tipos en positivo como el que se avecina en la zona euro es "lo normal" y "lo extraordinario es un euríbor en negativo". El indicador al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas variables en España se situó en abril por encima del cero (0,013%) por primera vez desde 2016, y en lo que llevamos de mayo ha seguido escalando hasta rondar el 0,24%. Consideran que el euribor continuará la tendencia alcista en los próximos meses, pero de manera "contenida". La previsión mayoritaria es que alcance el entorno del 0,4% en 2022 y suba al 1% en 2023.
En un contexto de endurecimiento de las políticas monetarias de los diferentes bancos centrales para combatir la alta inflación, que se ha desbocado aún más a raíz de la guerra de Ucrania, el euríbor ha cambiado rápidamente de tendencia. La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ya ha elevado los tipos de interés (en su última reunión la semana pasada en 50 puntos básicos) y el consenso ya descuenta que el BCE lo hará en dos ocasiones este año a partir del verano y en otras tres o cuatro el ejercicio que viene. En todo caso, el alza será gradual.
Ramón Faura, director de banca de particulares de CaixaBank, explica que "hace unos meses nuestra expectativa era que el euríbor siguiera en terreno negativo un par de años más". Pero ahora el mercado espera una subida de tipos que, a su juicio, "tendrá un impacto pequeño y gradual" en los tenedores de hipotecas variables y en la economía de las familias. "Seguirán siendo tipos negativos reales porque la inflación está por encima", declara. Por su parte, los hipotecados a tipo fijo "no tienen que tener preocupaciones", dice, dado que sus cuotas no se verán alteradas. Según Faura, la entidad no ha cambiado su estrategia de momento y sigue focalizada en las hipotecas a tipo fijo "con precios lo más competitivos posibles". También ofrecen hipotecas variables a los clientes que lo prefieran.
Cristina de Marcos, responsable de hipotecas de ING, estima que "el impacto va a ser limitado". Recuerda que las proyecciones apuntan a que el alza de tipos en Europa será "paulatina", algo para lo que la banca está preparada. "Siempre y cuando se produzca una subida paulatina, los bancos estamos preparados", asegura. Explica que la subida del euríbor supondrá un mayor esfuerzo financiero por parte de las familias, pero recalca que los tipos de interés en negativo "es verdaderamente la excepcionalidad". La entidad ofrece hipotecas fijas, variables y mixtas, apostando especialmente por esta última modalidad al aunar "lo mejor de los dos mundos".
En la misma línea, Rocío Rodríguez Sánchez, coordinadora de desarrollo de negocio en Abanca, piensa que "no hay que alarmarse". Subraya que "el impacto del euríbor en las hipotecas es controlado" porque las subidas de las tasas rectoras no serán agresivas, e insiste en que los más de seis años que el euríbor ha cotizado en negativo es lo extraordinario. En Abanca, actualmente la mayoría de hipotecas contratadas son a tipo fijo.
"Creemos que es importante desterrar esta imagen de alarma", comenta Ana Pitarch, responsable de clientes particulares de BBVA, que sostiene que la histórica subida de tipos que ha aplicado la Fed "no tiene por qué trasladarse al BCE". Apunta que el organismo dirigido por Christine Lagarde tomará sus decisiones en función de sus previsiones macroencómicas y, aunque el mercado anticipa que los tipos oficiales puedan llegar al 1,5% a finales de 2023, "el escenario para el euríbor es contenido". A su parecer, el euríbor puede situarse en el 1% el año que viene pero descarta que llegue al 2% o el 3%. En este sentido, comenta que si trasladamos una subida de 50 puntos básicos a una hipoteca media, las subidas en las cuotas serán de unos 25 euros al mes y de unos 300 euros al año, con lo que el préstamo sale más caro, "pero la tasa de esfuerzo de los hogares españoles está en el 26%, lejos de tasas preocupantes".
En cuanto a cómo influirá en la oferta y la demanda de hipotecas una subida de tipos, los representantes de estos bancos afirman que hipotecarse continúa siendo "una buena opción", dado que aunque las hipotecas pueden subir de precios por el alza de los tipos, las ofertas siguen siendo muy competitivas. "Para cualquier banco, las hipotecas son un producto clave para diversificar ingresos y captar clientes y vamos a seguir ofreciendo precios atractivos", dice la responsable de ING, que asegura que la entidad "no va a cerrar el grifo".
Por su parte, Rodríguez Sánchez explica que, teniendo en cuenta variables como el precio del alquiler, que en algunas regiones está muy elevado, optar por una hipoteca es "una alternativa atractiva".
Los bancos hacen hincapié en que elegir entre una hipoteca fija o variable depende de las necesidades de los clientes. Si bien ahora se paga menos al principio con un préstamo variable, la prima que se paga de más por las fijas da seguridad en el escenario actual. "La hipoteca variable puede resultar más barata pero puede que posteriormente sufra un incremento a largo plazo, mientras que la cuota fija es mayor pero el cliente se asegura un precio durante más años", argumenta la responsable de Abanca.
Esperan que continúe el dinamismo en el mercado hipotecario español de la mano del auge de la venta de viviendas, pero niegan que exista una burbuja inmobiliaria. "El aumento de tipos puede ralentizar la demanda de hipotecas, pero venimos de un crecimiento del 31% en la concesión de préstamos en 2021 y del 19% en los primeros meses de 2022, de manera que pasar a un dígito también es crecimiento", asegura Pitarch.