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UN PROYECTO DE DAIICHI SANKYO

Anticuerpos conjugados: ir más allá de lo tradicional en la lucha contra el cáncer

El laboratorio de origen japonés Daiichi Sankyo, instalado en España desde 1997, aspira a convertirse en una compañía farmacéutica innovadora global con ventaja competitiva en oncología a través de sus anticuerpos conjugados (ADCs) y otros fármacos de última generación en diferentes tipos de tumores

En Daiichi Sankyo van “más allá del pensamiento tradicional y aprovechan la ciencia de vanguardia para crear terapias innovadoras que realmente impacten positivamente en las personas con cáncer”. Esta idea matriz es la que ha llevado a la empresa a crear los ADCs o anticuerpos conjugados de última generación y otros fármacos innovadores. “Conscientes de que el campo de la oncología y las necesidades de la comunidad oncológica evolucionan rápidamente”, subrayan, hace un año que la compañía unificó las áreas de oncología en Estados Unidos y Europa y sus funciones globales para acelerar su capacidad de respuesta y evolucionar al ritmo que lo hacen los patrones de diagnóstico y tratamiento.

Daiichi Sankyo es una compañía farmacéutica global de origen japonés, con más de 120 años de historia y experiencia científica y más de 40 en el desarrollo de terapias innovadoras para los pacientes con cáncer. Está presente en 20 países, entre ellos España, donde en 1964 nace Alfarma, perteneciente al grupo Luipold-Werk. Sankyo adquirió este grupo en 1990 y siete años más tarde su empresa española, que pasó a denominarse Daiichi Sankyo en 2006. En nuestro país trabajan 200 empleados que forman parte de una plantilla global de más de 16.000.

Posicionada entre las primeras 20 farmacéuticas del mundo, Daiichi Sankyo cuenta con 14 centros de investigación distribuidos en ocho países. Más del 20% de sus ingresos anuales se destinan a I+D, lo que supone unos 11.000 millones de euros para el periodo 2021-2026.

Entre 2021 y 2026, destinará un total de 11.000 millones de euros a I+D, más del 20% de los ingresos

Su objetivo es convertirse en una compañía innovadora global dentro de la oncología, si bien cuenta además con una sólida cartera de medicamentos para enfermedades cardiovasculares. Cuenta con un equipo dedicado en exclusiva a la investigación e innovación en oncología para dar respuesta ágil a las necesidades de los pacientes”.

Historia de los ADCs

Ana Zubeldia señala

"La farmacéutica japonesa ha diseñado ADCs con 7 importantes características”

“Estamos investigando innovadores fármacos de ácido nucleico, terapia génica o terapia celular”

“La tecnología de la compañía, fruto de 120 años de investigación, aporta un gran valor para los pacientes"

Daiichi Sankyo combinó la capacidad de investigación de anticuerpos y de ingeniería de proteínas de la antigua Sankyo para crear el anticuerpo, con la capacidad de investigación de la antigua Daiichi Pharmaceutical para diseñar el citotóxico y el enlazador. Esas tres partes son las que forman los diferentes ADCs. Un investigador del equipo japonés propuso a la dirección de I+D reforzar los anticuerpos conjugados. La compañía aceptó el reto y creó un pequeño equipo, que fue creciendo al reclutar a voluntarios de múltiples laboratorios de Tokio y de distintas especialidades.

“La motivación de este equipo fue en aumento y contagió al resto de investigadores tras la fusión de Daiichi y Sankyo en 2005”, aseguran en la empresa. Esta destaca como valor del equipo dedicado al cáncer, no solo su compromiso con los pacientes, sino también “su coraje para pensar y actuar de modo diferente y para adoptar la perspectiva del cliente, su integridad y su colaboración”.

La tecnología de ADCs combina la capacidad de investigación de anticuerpos y de ingeniería de proteínas de Sankyo con la de investigación de la antigua Daiichi

Innovaciones para abordar diferentes tumores

Para ayudar a los enfermos oncológicos la farmacéutica investiga un doble inhibidor específico de EZH1 y EZH2, que tiene el potencial de ser el primero de su clase para las personas con linfoma de células T periféricas (LCTP) y leucemia/linfoma de células T del adulto (LLCTA).

“Estamos obteniendo resultados alentadores, incluso en LLCTA, que continúa siendo una de las áreas más significativas con una necesidad médica no cubierta en el tratamiento de cánceres hematológicos”, declaran en Daiichi Sankyo. En cuanto al cáncer colorrectal, la compañía está centrada en desarrollar ADCs innovadores para aquellos tumores con receptores HER2 y HER3 en la superficie de células cancerosas. “Actualmente, no hay ningún medicamento que trate específicamente a los pacientes HER3”, señalan.

En Daiichi Sankyo añaden que “la investigación en cáncer de mama ha logrado grandes avances en las últimas décadas. Dicho esto, no podemos obviar que solo en España todavía mueren más de 6.000 mujeres al año por esta enfermedad”.

Ana Zubeldia, directora de la unidad de Oncología de de Daiichi Sankyo
Ana Zubeldia, directora de la unidad de Oncología de de Daiichi Sankyo

“Nuestros tres ADCs en desarrollo beneficiarán a más de 50.000 pacientes oncológicos en 2025”

Los anticuerpos conjugados, o ADCs por sus siglas en inglés, son una terapia innovadora para luchar contra diferentes tipos de cáncer. Daiichi Sankyo los ha convertido en una prioridad en su área de innovación. Ana Zubeldia, directora de su unidad de oncología, explica en qué consisten y qué suponen para la ciencia médica.

¿Qué son y cómo funcionan los ADCs?

Son terapias que conjugan anticuerpos con agentes quimioterápicos, unidos a través de un enlazador. Ambos trabajan en equipo, como si fueran un caballo de Troya en el que el caballo representa al anticuerpo y los guerreros ocultos en su interior, a los agentes quimioterápicos. El anticuerpo localiza la célula tumoral y se une a su superficie, “engañándola” para que la reconozca y le permita entrar en el interior. En cuanto está dentro de la célula, el agente quimioterápico actúa dañando o eliminando a la célula tumoral. Los ADCs de Daiichi San­kyo son capaces de, una vez dentro de la célula tumoral, separar anticuerpo y enlazador de los agentes quimioterápicos para dejarlos libres. Esto hace que estos agentes sean más eficaces y también más pequeños y puedan atravesar la membrana de la célula para tratar las tumorales vecinas. Combinando esta tecnología con diferentes anticuerpos, la compañía desarrolla medicamentos dirigidos a antígenos de la superficie de las células cancerosas.

¿Qué aportan a los tratamientos?

Actualmente hay 90 ADCs en estudio, pero los de Daiichi Sankyo tienen el potencial de transformar el estándar de atención terapéutica en múltiples tipos de cáncer. El equipo de investigación de Daiichi Sankyo en Japón optimizó diferentes combinaciones de anticuerpos, enlazadores y citotóxicos para diseñar unos ADCs con siete características importantes, como la ruptura selectiva del enlazador, la capacidad del citotóxico de permeabilizar la membrana de las células tumorales para tratar también a las adyacentes, la alta potencia del citotóxico o su breve vida media en circulación sistémica, entre otras. Pero, además, la tecnología de Daiichi Sankyo minimiza la liberación sistémica del citotóxico en el organismo desde el momento de su administración para que llegue prácticamente intacto a las células cancerosas diana.

¿Cuántos ADCs están actualmente en investigación y cuáles ya están en desarrollo?

Daiichi Sankyo está desarrollando tres ADCs principales, dos de ellos considerados best-in-class y que se dirigen a los receptores HER2 y TROP2 presentes en algunos tipos de cánceres como el de mama, gástrico, pulmón o colorrectal. El tercer ADC del programa principal está dirigido a HER3 y es first-in-class, como los cuatro ADCs del programa Alpha de la compañía. En total, esta está investigando una veintena de ADCs. Los tres primeros podrían estar beneficiando a más de 50.000 personas con diferentes tipos de cáncer en todo el mundo en 2025.

¿Se trata de una innovación pionera de Daiichi Sankyo?

El concepto de una única molécula capaz de tratar a una célula enferma sin dañar a las sanas circundantes lo ideó el Premio Nobel alemán Paul Ehrlich en 1913. Hay diversas compañías investigando y desarrollando ADCs, pero la tecnología de Daiichi Sankyo es única y aporta un gran valor para los pacientes. Esto hace que nos sintamos muy orgullosos porque esta tecnología es fruto de nuestro legado de más de 120 años de investigación y también de la auténtica pasión de nuestro equipo.

¿En qué otras áreas dentro del cáncer trabaja Daiichi Sankyo?

Con el objetivo de ser una compañía farmacéutica innovadora global con ventaja competitiva en oncología en 2025, Daiichi Sankyo tiene en marcha no solo un amplio programa de desarrollo clínico de anticuerpos conjugados, sino también otros en los que estamos investigando innovadores fármacos de ácido nucleico, terapia génica o terapia celular, entre otros.

¿Qué tipos de cáncer son los más investigados en la compañía?

Los cánceres tienen diversas mutaciones moleculares, también conocidas como biomarcadores. Por ejemplo, no existe un único cáncer de mama, sino que los hay positivos a receptores hormonales de estrógeno y progesterona (HR), a HER2 o negativo a todos, conocido como cáncer de mama triple negativo. Lo que investiga Daiichi Sankyo son esos receptores tumorales o mutaciones, que pueden darse en diversos tipos de cáncer. HER2, por ejemplo, es un biomarcador e importante diana terapéutica para los pacientes que tienen una sobre­exposición de este marcador, que encontramos en cánceres como el de mama, el más común a nivel mundial; el gástrico, que es el quinto más frecuente entre los nuevos diagnósticos; el de pulmón, que es el segundo más común, o el colorrectal, que es el tercero que ahora se diagnostica más. Otro ejemplo sería TROP2, una diana molecular prometedora que se asocia a una mayor progresión tumoral y a una menor supervivencia en pacientes con ciertos tipos de tumores sólidos.

“Los anticuerpos conjugados de Daiichi Sankyo son capaces de, una vez dentro de la célula tumoral, separar anticuerpo y enlazador de los agentes quimioterápicos para que estos sean más pequeños y eficaces. Así pueden atravesar la membrana de la célula tumoral para tratar también a las células vecinas”, recalca Zubeldia.

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