Los precios del petróleo y el gas se hunden por el clima cálido y las restricciones en China
El anuncio de que Dinamarca aumentará su producción de hidrocarburos en el Mar del Norte también ha contribuído a la caída
El gas natural europeo encadena caídas este martes, alcanzando su precio más bajo desde el comienzo de la guerra de Rusia en Ucrania. El clima cálido en el hemisferio norte, el anunció de un incremento en la producción danesa, y las indicaciones del Kremlin de que el pago del combustible en rublos no se espera hasta el próximo mes, han hundido hasta en un 12% los futuros de gas holandés, que es el referente en Europa. El precio del barril de petróleo Brent, por su parte, cae alrededor de un 1% hasta los 111,9 dólares, en el contexto de las restricciones a la movilidad impuestas por China tras una nueva ola de contagios de coronavirus.
Las temperaturas superiores a la media en el sureste de Europa se extenderán al centro del continente la próxima semana, según un informe de la empresa de satélites Maxar. La compañía añade que esto podría aliviar la presión sobre la demanda de gas natural, aunque aclaró que en la península Ibérica las temperaturas serían menores. En esta línea, el anuncio de que los países Europeos todavía tienen“algo de tiempo” para pagar los envíos de gas ruso en rublos también ha contribuido a la mitigación de los precios, aunque según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, este plazo “vencerá en algún momento de mayo”.
Por otra parte, el Gobierno de Dinamarca ha asegurado que quiere aumentar temporalmente su producción de gas natural para ayudar a Europa a desconectarse de la energía rusa. Los daneses, que ocupan el octavo lugar en producción de gas en la Unión Europea, iniciarán conversaciones con las empresas que operan en su parte del Mar del Norte para explotar yacimientos y contribuir a la autonomía energética europea.
Los precios del GNL, un combustible cuyas importaciones están ayudando a moderar el impacto de la crisis energética, se han moderado debido a las restricciones relacionadas con la pandemia. “Los precios de los combustibles han bajado bastante a corto plazo”, ha asegurado Edmund Siau, analista de gas y GNL en la consultora FGE. En este sentido, Siau ha añadido que la destrucción de la demanda y reemplazo de unos combustibles por otros han aliviado las presiones sobre los precios del gas en Europa, pero la competencia de Asia se avecina: “Los inversores se preguntan qué pasará en Asia con los bloqueos de China, y cuál es el plan para reabastecerse antes del invierno”, advierte el especialista.
Los precios de los contratos futuros del Brent, por su parte, anticipan que el combustible se mantendrá por encima de los 100 dólares hasta 2023. Las restricciones a la movilidad en China, que es el mayor importador de petróleo del mundo, han desacelerado su actividad económica y han impactado en su demanda energética: este lunes, los datos oficiales mostraron que el país refinó un 2% menos de petróleo en marzo que el año anterior. No obstante, un portavoz de su Gobierno ha asegurado este martes que el impacto de este brote es a corto plazo y las condiciones normales se "restablecerán rápidamente" una vez que se contenga el brote actual, dijo el martes un portavoz del principal planificador económico.
Mientras tanto, los problemas de producción en Libia están añadiendo más sentimiento alcista a un mercado ya ajustado. La producción de petróleo de la nación ha caído en más de medio millón de barriles por día y existe el riesgo de más pérdidas a medida que una ola de manifestaciones políticas envuelve al miembro de la OPEP. El campo de Sharara en el oeste del país, que puede bombear 300.000 barriles por día, ha sido cerrado por la extensión de las protestas.