La gigafactoría de Sagunto impulsará la agenda del coche eléctrico en España
La decisión del grupo Volkswagen (VW) y Seat de elegir la localidad valenciana de Sagunto como sede de la gigafactoría de baterías para coches eléctricos que la compañía planea construir en España constituye una decisión de alto valor estratégico que beneficiará no solo a esta localidad y al consorcio alemán, sino también al conjunto de la industria automovilística española. La fábrica, que será la segunda del grupo en Europa y generará alrededor de 3.000 nuevos puestos de trabajo, se enmarca en el potente ejercicio inversor que VW está realizando para movilizar más de 7.000 millones de euros en España, un objetivo que ha llevado al consorcio a optar al Perte del vehículo eléctrico, cuya solicitud presentará en los próximos días. Los planes de VW incluyen fabricar a partir de 2025 unos 500.000 coches eléctricos en la planta de Martorell (Barcelona), además de otros centenares de miles en Pamplona.
La elección de Sagunto como sede de la gigafactoría constituye una decisión con un elevado potencial geoestratégico por las conexiones logísticas de la localidad, la localización de la planta y la calidad de sus infraestructuras, que garantizan una rápida distribución de las celdas de baterías a las plantas del grupo en Martorell y Pamplona. Aunque inicialmente se barajaron otros destinos, la cercanía de la planta de Ford en Almussafes ha sido también un factor determinante en la decisión, puesto que Volkswagen y Ford mantienen una alianza para el desarrollo de coches eléctricos. En ese sentido, Sagunto potenciará también las aspiraciones de Almussafes para producir los dos últimos modelos eléctricos que le faltan por asignar a Ford para esta década.
La construcción de una gigafactoría de baterías para vehículos eléctricos tiene un carácter fuertemente estratégico para Seat, pero también para toda la industria de la automoción española, más aún en la compleja coyuntura que vive el sector tras el invierno forzoso impuesto por la pandemia, la crisis de suministros y materias primas y el exigente calendario de descarbonización que ha de asumir la industria. La fábrica de Sagunto supone, en ese sentido, un gran paso adelante para aspirar a cumplir los objetivos que España se ha marcado en este segmento para 2030 y que incluyen la fabricación de entre 1,5 y 1,6 millones de vehículos eléctricos antes de esa fecha, una cifra que requiere contar con tres plantas de baterías con capacidad para generar entre 70 y 80 gigavatios hora (GWh). El ejercicio de cooperación entre las administraciones y la industria que ha llevado a la elección de Sagunto es un excelente ejemplo a seguir en este y otros sectores industriales.