Moscú habla de retirada de tropas; la OTAN replica que están llegando más
La incertidumbre del conflicto impacta en los mercados de materias primas, con el gas y el petróleo recuperando las pérdidas de las jornadas previas
Pero la afirmación no convence a Occidente. La OTAN ha insistido en que, pese las señales de Moscú sobre su disposición a continuar los esfuerzos diplomáticos, no ven por ahora "ninguna desescalada sobre el terreno; al contrario, parece que Rusia continúa con el refuerzo militar". Así lo aseguró este miércoles el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg
Esta tensión ha disparado la volatilidad de algunas materias primas como el gas desde el viernes pasado, cuando Estados Unidos lanzó la primera alerta sobre esta posible invasión inminente. Las intervenciones del Kremlin en los últimos días han dado un respiro al precio de esta energía en los mercados, pero la incertidumbre de este miércoles ha subido un 2,2% los futuros del gas en el mercado neerlandés, el referente europeo, hasta los 69 euros por megavatio-hora, tras la caída del 13% registrada este martes.
Estas declaraciones contradictorias también han influido en los precios del petróleo, que han recuperado pérdidas este miércoles. El Brent ha subido un 1,4%, hasta los 94.56 por barril, habiendo caído un 3,3% en la jornada anterior.
Por su parte, la Bolsa española al igual que la mayoría de mercados europeos se han desinflado tras las ganancias de primera hora y cotiza prácticamente plana, al no saber si inclinarse por las ganancias o las pérdidas después de que la OTAN en lugar de apreciar desescalada de las tropas rusas junto a Ucrania, considere que incluso podría estar incrementado esas fuerzas.
En este sentido, la OTAN ha urgido a Moscú a dar señales más contundentes de que efectivamente se estaba realizando la retirada. Al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha calificado de "histeria informativa" las alarmas disparadas en Occidente sobre una posible e "inminente" invasión rusa en Ucrania, durante la madrugada de ese 16 de febrero, tal como había previsto el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y los servicios de inteligencias estadounidenses.
"Honestamente, el carácter de cómo se desarrolla esta histeria occidental muestra que, seguramente, falta mucho para su culminación. La remisión no se produce de inmediato; tendremos que armarnos de paciencia", ha asegurado el portavoz ruso, Volodímir Zelenski.
Ante el escepticismo de este miércoles, el Ministerio de Defensa ha confirmado el repliegue de la fuerza militar. "Las unidades de los distritos militares del Sur y Oeste, habiendo completado sus tareas, ya han comenzado a cargar (el equipamiento) en el transporte ferroviario y en medios de transporte por carretera y comienzan a trasladarse a sus guarniciones militares", ha destacado Defensa en su comunicado.
El frente permanece abierto en todo caso. El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha asegurado este miércoles que la Unión Europea "está preparada para actuar"en caso de producirse un avance de las tropas rusas, aunque sigue buscando un escenario más diplomático. “Estamos preparados para actuar, pero, sobre todo, estamos preparados para seguir negociando para encontrar una solución a la peor crisis que hemos visto desde la Guerra Fría y que no nos afecta solo a nosotros, sino a toda la humanidad”, ha declarado Borrell.
Europa mantiene las precauciones
El Parlamento Europeo ha reclamado este miércoles que las sanciones internacionales a Rusia en el caso de una agresión militar a Ucrania incluyan la expulsión de este país del sistema de mensajería interbancario SWIFT y la paralización de la autorización del gasoducto Nordstream II, que conecta Rusia y Alemania, entre otras medidas restrictivas.
La reclamación ha sido efectuada por los líderes de los grupos del Parlamento Europeo, que han adelantado su reunión semanal a este miércoles para aprobar una declaración conjunta sobre la crisis entre Rusia y Ucrania.
"Apoyamos los esfuerzos diplomáticos de los líderes europeos para rebajar las tensiones e instamos a Rusia a que contribuya a una desescalada inmediata" y "estamos igualmente decididos a apoyar una respuesta contundente en caso de que Rusia siga sin cumplir sus compromisos y obligaciones internacionales y lance un ataque contra Ucrania", señalan.
Entre estas posibles sanciones, que se están coordinando a nivel internacional, la Eurocámara pide incluir la exclusión de Rusia del sistema SWIFT, sanciones individuales contra personas cercanas al presidente ruso, Vladímir Putin, y sus familias —como la congelación de activos financieros
y físicos en la UE y la prohibición de viajar— y la paralización inmediata del proyecto Nordstream 2, en proceso de autorización por las autoridades germanas.
"Ucrania se enfrenta a la amenaza de una agresión militar sin precedentes por parte de la Federación Rusa. Esto no es sólo una amenaza para la seguridad de Ucrania y la seguridad de su pueblo. Es una amenaza para el próspero desarrollo democrático y económico de Ucrania, para el orden internacional basado en normas y para la seguridad de toda Europa", apuntan los líderes parlamentarios.
