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La automoción ante el reto de fabricar coches menos contaminantes que duren más

La fábrica de Renault en Sevilla reciclará 10.000 vehículos anuales en España para reducir las emisiones de CO2

José Vicente de los Mozos, presidente de Renault España; Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, y Javier Bernáldez, director de la fábrica del grupo francés en Sevilla.
José Vicente de los Mozos, presidente de Renault España; Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, y Javier Bernáldez, director de la fábrica del grupo francés en Sevilla.Renault
Gabriela López Escalante

El sector de la automoción se enfrenta actualmente a uno de sus circuitos más difíciles: ¿cómo reinventarse para cumplir con las exigencias mundiales para reducir las emisiones de carbono y garantizar a la vez el empleo en sus fábricas? Para dar respuesta a esta interrogante, la mayoría de los fabricantes han apostado por la electrificación del coche. Pero en medio de la carrera por combinar el medioambiente con la movilidad, un nuevo concepto se ha asomado con la promesa de pisar el acelerador: la economía circular.

Se trata de hacer coches menos contaminantes que duren más. Pero hacer no siempre significa partir de cero. Bajo esta premisa, Renault ha anunciado el desembarco en España de su proyecto Re-Factory. La planta de Sevilla, especializada en la manufactura de cajas de cambio manuales, será el epicentro español para el reacondicionamiento de hasta 10.000 coches anuales a partir del cuarto trimestre de 2022, lo que permitirá mejorar la eficiencia energética de automóviles que ya circulan en las carreteras del país a la vez que se alarga su vida útil. “Se trata de reducir las emisiones contaminantes en nuestras carreteras mediante la transformación de coches antiguos de diésel o gasolina en coches de menores o cero emisiones, utilizando tecnologías menos contaminantes”, aseguró José Vicente de los Mozos, presidente de Renault España.

El proyecto empezó hace un año en la fábrica de Flins, en Francia, donde la marca se ha propuesto reacondicionar 45.000 coches por año y sustituir motores de gasolina o diésel por motores híbridos o de hidrógeno. La transformación de esta planta, construida en 1952, forma parte de la estrategia del grupo de automoción francés para convertirse en una referencia en la descarbonización con fábricas que generen cero emisiones. “Ya no hay ningún tabú. Ya no nos centramos en lo nuevo”, aseguró entonces Jean-Denis Curt, responsable de economía circular de Renault.

En España, Renault propone un nuevo catálogo en el que, según De los Mozos, ofrecerán vehículos de ocasión de calidad prémium a precios competitivos. Es decir, dar una segunda vida a muchos de los coches usados (de particulares y flotas) que hasta ahora han terminado en el desguace o descartados por las nuevas restricciones de movilidad. Por ejemplo, la Ordenanza de Movilidad Sostenible aprobada por el Ayuntamiento de Madrid el pasado 13 de septiembre establece que a partir de 2022 quedará prohibida la circulación dentro de la M-30 de todos los vehículos no residentes sin etiqueta ambiental de la DGT (diésel anteriores a 2006 y gasolina anteriores a 2000), una medida que afecta a unos 420.600 automóviles de turismo sin pegatina de la DGT en la capital y a unos 772.709 en toda la Comunidad de Madrid, de acuerdo con la Plataforma de Vehículos Afectados por la Movilidad en España. 

Reciclar, un negocio millonario

La crisis del Covid-19 no dejó indiferente al sector de la automoción, que en 2020 registró en España una sangría del 32,3% en sus ventas. Aun así, las marcas facturaron ese año 59.987 millones de euros por la matriculación de 851.211 vehículos, según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). La cifra europea es mucho mayor: cada año en Europa se venden 10 millones de automóviles. La radiografía muestra así una industria de ventas masivas en la que el reciclaje ha empezado a reclamar más protagonismo.

Muchos fabricantes han buscado renovar piezas, reciclar baterías de autos eléctricos, el plástico de las carrocerías o los metales preciosos de los convertidores catalíticos para aumentar el índice de reutilización de los vehículos que no terminan en el vertedero. Pero el negocio no es solo más sostenible, sino también millonario. De acuerdo con Renault, el desguace de vehículos y el reciclaje de las piezas, incluyendo baterías, les permitirá generar más de mil millones de euros en 2030.

De acuerdo con Anfac, actualmente en España el 85% del peso de cada vehículo que se da de baja se reutiliza o recicla, mediante procesos como la fragmentación o la separación de las partes metálicas y plásticas de cada automóvil. Además, un 10% se reutiliza como fuente de energía para la incineradora o la cementera.

La implementación de esta tecnología actualmente permitiría la reducción de aquí a 2030 de un 75% de las emisiones de CO2 y de un 80% del consumo de recursos por pasajero y kilómetro, según un informe publicado por el Foro Económico Mundial (FEM), una estrategia que también abre las puertas a compensar la crisis de materias primas intensificada tras la pandemia.

Aun así, sigue existiendo la deuda de hacer el proceso más sostenible, más acorde a lo que demanda la economía circular: emular el proceso de la naturaleza y no generar residuos. Contrario a los neumáticos, salpicaderos o retrovisores, algunos elementos como los asientos aún siguen quedando en el armazón, esperando por algún modelo económico que permita reciclarlos.

Salvar el empleo

Javier Bernáldez, director de la fábrica de Renault en Sevilla, ha recibido con entusiasmo la reconversión de la planta para instalar el proyecto Re-Factory en España: “Es una transformación histórica que da nuevas respuestas a las nuevas preguntas que están haciendo los consumidores”.

Pero las buenas nuevas radican sobre todo en las plazas de trabajo en la planta sevillana. El sector de vehículos emplea en Andalucía a 17.600 trabajadores y representa un 3,2% del PIB regional, según Rogelio Velasco, consejero de Transformación Económica de la Junta de Andalucía. Pero el parón en las ventas por la crisis del Covid-19 y el déficit mundial del 15% de semiconductores tienen en jaque al sector de la automoción. “Si no fabrico vehículos, no fabrico cajas de velocidades”, admitió De los Mozos durante la presentación del proyecto de energía circular. Aunque recordó que el grupo tiene un ERTE aprobado hasta finales de 2022, anunció que Re-Factory generará 1.000 empleos en los próximos tres años.

La incertidumbre del sector de la automoción aumentó en julio pasado ante la inminente prohibición de la venta de vehículos de combustión a partir de 2035 anunciada por la Comisión Europea, una fecha que ha obligado a los fabricantes a pisar el acelerador para la innovación. “No hacemos nada con salvar el medioambiente y destruir el empleo”, insiste por su parte Bernáldez, quien asegura que el proyecto de energía circular de Renault permite, además, integrar sin recelo el coche en un futuro más sostenible. “Pensar que todos iremos en bici al trabajo es irreal. El automóvil no es malo”, asegura.

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