Los hoteleros se rebelan contra las tasas al turismo en Cataluña y Baleares
Piden que las suspendan hasta recuperar los niveles precovid. La Comunidad Valenciana amenazó con aplicarla en 2022
Una persona que se aloje en un hotel de cinco estrellas en Barcelona paga desde el pasado 1 de octubre un recargo de 3,5 euros al día, mientras que una persona que viaje en crucero y haga una parada superior a 12 horas para visitar Barcelona abona otros 3 euros diarios. Son las nuevas tarifas de la tasa turística que grava las pernoctaciones en Barcelona, en vigor desde el pasado 1 de octubre y que suponen el 80% de los ingresos que genera esta tasa en toda Cataluña.
El Gobierno catalán fue el pionero de implantar esta tasa en 2012 y Barcelona ha sido la precursora a la hora de incrementar ese tributo en 4 euros al día, que se repartirán en cuatro años: 0,75 euros en 2021, un euro en 2022, un euro en 2023 y 1,25 euros en 2024. De este modo, el cliente de un hotel de cinco estrellas en Barcelona pagará 7,5 euros por día de estancia en 2024 y el crucerista otros 6 euros en la misma fecha. A Cataluña le siguió Baleares en 2016 y la Comunidad Valenciana ha estado tanteando la posibilidad de fijarlo en los Presupuestos Autonómicos para 2022, aunque finalmente ha desistido de aplicarlo.
Los empresarios catalanes alertan que el recargo puede generar fuga de congresos y eventos
Menos competitivo
Las patronales hoteleras de Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana han aprovechado la tramitación de los presupuestos autonómicos para volver a cargar contra esas tasas y su impacto en la llegada de viajeros. Nuria Montes, secretaria general de Hosbec, la patronal que engloba a los empresarios de Castellón, Valencia y Alicante, critica estas tasas autonómicas al considerar que desincentivan el turismo y lo hacen menos competitivo frente a otros destinos nacionales. “La Comunidad Valenciana no es Baleares. No es una isla, no tenemos su perfil de viajero (el 98% de los turistas proceden de otros países mientras que el 25% de los viajeros a la Comunidad Valenciana son valencianos) ni sus precios ni sus ingresos, con lo que una tasa al turismo sería muy perjudicial”. Montes cree que la tasa autonómica no saldrá adelante, pero no descarta que Valencia pueda tratar de incluirla dentro de los Presupuestos Locales para 2022. “Sería la gran perjudicada, ya que los otros dos grandes municipios en términos de pernoctaciones (Benidorm, con un 45% del total y Alicante con un 10,7%) se han negado a aplicar cualquier recargo a los viajeros”.
Tasa finalista
La ecotasa de Baleares, en vigor desde marzo de 2016, genera una recaudación anual de 120 millones de euros, con tarifas que van desde los 4 euros diarios para los hoteles de cinco estrellas, los 3 euros para los de cuatro estrellas o los 2 euros para los pasajeros de cruceros. María José Aguiló, vicepresidenta ejecutiva de la Federación Empresarial de Hoteleros de Mallorca, critica que esos fondos se destinen a otros usos al margen del turismo, como la política de vivienda, la investigación científica o la creación de empleo. “Los hoteleros ya contribuimos con lo que pagamos en impuestos como la tasa de recogida de residuos o el alcantarillado, que se computa por plazas turísticas de cada establecimiento”. Aguiló se muestra muy crítica con la escasa receptividad del gobierno balear a suspender la tasa turística por el impacto del coronavirus. “Pese a ello vamos a seguir pidiendo la desactivación hasta que se recuperen los niveles de actividad previos al covid”.
En el otro lado se sitúan Canarias, Andalucía o Madrid, que se han negado a implantar ninguna tasa que grave la actividad turística por el impacto negativo que puede tener en la llegada de viajeros nacionales e internacionales, que suponen una parte sustancial de sus ingresos.
Andalucía, Madrid y Canarias se han negado a activarla por el ajuste en la llegada de turistas
Turismo de negocios
En esa línea se manifiesta Jordi Clos, presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, que ya alertó del impacto negativo que tendría la ultima subida de la tasa turística, especialmente en el caso de los hoteles. “No nos hace competitivos especialmente en el caso del turismo de negocios. Las empresas que traen congresos miran el precio total de las habitaciones. No es igual pagar la tasa turística de una habitación que de 20.000 como se pueden reservar en algunos grandes eventos”.
Las últimas cifras prepandemia apuntan a que Barcelona registró 2,4 millones de pernoctaciones anuales ligadas al turismo de congresos, incentivos y negocios, con un impacto económico de 1.900 millones de euros. Y de esos eventos, el más importante es el Mobile World Congress, que generaba unos ingresos anuales de 500 millones de euros y más de 110.000 pernoctaciones.
Uno de los principales sectores económicos del turismo de negocios en la capital catalana es el ligado a la salud y a la medicina, cuyos congresos coincidían en el último cuatrimestre del año. Y entre ellos destacaba el Congreso de la Sociedad Europea de Medicina Oncológica, que reunía a 30.000 asistentes hasta 2019 y que el próximo año se celebrará en París.
El mapa de los impuestos al turismo en Europa
Tarifa. Las grandes capitales europeas, con la excepción de Londres y Dublín, cobran como consecuencia del impacto de la Gran Recesión una tasa por cada turista que visita su ciudad, aunque la mayoría de tarifas varía en función de la categoría del alojamiento o del afán recaudatorio de los gobiernos locales. Hay algunas capitales, como Amsterdam o Berlín, que cobran un porcentaje del 5% del precio por persona y noche. Los alojamientos en Viena también cobran un tanto por ciento por pernoctación, aunque es inferior (3,20%) al de Amsterdam o Berlín.
Variable. En otras capitales como París, el precio es variable, en función de la categoría del establecimiento, y oscila entre entre los 0,22 y los 5,44 euros por noche. En Roma las tarifas son más asequibles (entre 2 y 3 euros), mientras que en el caso de Bruselas el coste se dispara y puede llegar a 8,75 euros por noche.
Venecia. La ciudad italiana es la que más presión de turistas recibe en Europa (acoge a 25 millones de viajeros al año, de los que 14 millones solo pasan un día, con lo que son considerados viajeros y no turistas). Para frenar esa tendencia ha optado por imponer una tasa de acceso disuasoria que oscilará entre los 3 y los 10 euros diarios (se aplicará a partir de junio de 2022) y que dependerá de si es temporada alta o baja y del número de viajeros previstos para ese día.