Fainé avanza en el reto de reforzar Criteria para subir su dividendo
Vuelve a impulsar su apuesta inversora en La Caixa, a la vez que recupera poder en Naturgy e ingresos por CaixaBank
Desde que IFM decidió en enero pasado lanzar una opa sobre Naturgy, el holding industrial que preside Isidro Fainé se opuso a la operación, aunque prefirió esconder sus cartas hasta que el fondo australiano comunicase sus planes sobre la compañía energética. El previsible recorte del dividendo de la firma energética que propuso IFM si finalmente salía adelante su opa fue el detonante para que el presidente de la Fundación Bancaria La Caixa hiciera pública su estrategia. “El dividendo de Naturgy es fundamental”, declaró Fainé el pasado 4 de octubre, a la vez que reafirmaba la voluntad de La Caixa, a través de Criteria, de reforzarse en su capital.
Y dicho y hecho. Las declaraciones de Fainé, de 79 años de edad, se convirtieron en un revulsivo en la operación. Los pequeños accionistas, que siempre se han guiado por los pasos de La Caixa en sus inversiones, decidieron apostar nuevamente por Fainé, quien también se reafirmó en su compromiso al subir el peso de Criteria en el capital de Naturgy al 26,7% actual. Mientras que la oferta de IFM solo ha obtenido una aceptación del 10,8% del capital, lo que supone un fracaso.
Si algo ha defendido y defiende Fainé desde que llegó al mundo de las ya desaparecidas cajas de ahorros, ahora convertidas en fundaciones bancarias y bancos, es la obra social. Tanto es así que cuando habla de las aportaciones de la Fundación Bancaria La Caixa a la sociedad, con un aporte anual de más de 500 millones de euros desde hace varios años, Fainé se sigue emocionando, e incluso en más de una ocasión se le ha escapado alguna que otra lágrima al explicar el destino de los fondos de la fundación recaudados con el dividendo de las empresas bajo el paraguas inversor de Criteria, y entre los que destacan dos: Naturgy y CaixaBank. Entre ambas compañías suman, en ejercicios normales, más del 50% de los ingresos de La Caixa, al superar los 300 millones de euros, incluso llegar a los 400 millones, de los alrededor de 600 millones que obtiene de dividendos esta fundación, la mayor de la Unión Europea y una de las cinco primeras del mundo.
Hace años alguien me dijo que si quería saber cuál iba a ser la estrategia de Criteria en sus inversiones solo tenía que fijarme en su dividendo. Si no hay dividendo o hay dudas sobre su obtención la opción sería no invertir. Y así ha sido desde que La Caixa es Caixa, en formato de caja de ahorros (cuando existían las cajas de ahorros ocupaban las posiciones inversoras que ahora tienen los fondos de inversión en el capital de las empresas españolas) o de fundación.
Pero Criteria no quiere apostar todo a dos caballos, aunque seguirán siendo sus favoritos.
Las ‘fintech’ también comienzan a ser una amenaza para la banca en la captación
de fondos para financiarse
El holding cuenta con otras tres patas inversoras, aunque de menor rango. Una segunda línea está formada por sus participaciones en Suez, Cellnex, Saba o Telefónica, además del banco BEA e Inbursa, participaciones en las que tiene invertidos entre 500 millones y 1.000 millones de euros.
Otra tercera línea es la integrada por pequeñas participaciones e inversiones en cerca de 80 cotizadas de Europa y Estados Unidos. Es aquí donde Criteria quiere reforzarse. El objetivo es equilibrar en lo que se pueda la obtención de los ingresos vía dividendo de Criteria para la fundación. Esta cartera comenzó a crearse hace unos cuatro años, justo aprovechando los ingresos que recibió por la venta en 2018 de la participación que tenía La Caixa del 18,4% en Abertis, y que ascendieron a 3.354 millones de euros. El valor de esta cartera es de unos 4.000 millones de euros. Hay compañías de todos los sectores: automoción, telecos, farmacéuticas....Esta es la cartera que el holding denomina de diversificación.
Existe una cuarta pata, que es la inmobiliaria, con una inversión de unos 2.600 millones de euros en el primer semestre del año, que también se busca rentabilizar más. Este negocio inmobiliario está formado por suelo e inmuebles residenciales, a lo que se suman activos en oficinas, y su estrategia es que aporte un mayor dividendo en un futuro. En ningún caso parece que estas tres patas puedan superar a las aportaciones de Naturgy y de CaixaBank, pero Criteria pretende un mayor equilibrio en los ingresos de la Fundación Bancaria La Caixa con los dividendos de sus participaciones. O lo que es lo mismo, una mayor diversificación de su negocio, que siempre es un objetivo que los analistas tienen en su radar y valoran positivamente.
Fainé también tiene en su radar una posible operación de Criteria sobre Agbar. En este caso, sin embargo, no depende de los dos protagonistas. El empresario catalán está a la espera de que se complete la opa de Veolia sobre Suez. Finalizada esta operación, Veolia será la nueva propietaria de Suez, y por lo tanto de Agbar. Pero el interés de La Caixa, que se limita a Agbar en España, depende de su nuevo propietario, y, de momento, Veolia está más centrada en finalizar la opa, que en analizar anticipadamente la posible entrada de un socio en Aguas de Barcelona.
Hay que recordar que Criteria ya estuvo en el capital de Agbar como accionista de referencia.
Por cierto, un apunte final. Ya se ha escrito en muchas ocasiones(creo que no hay semana en la que no se haga alguna referencia a ello) sobre la cada vez mayor competencia de las fintech en el negocio bancario. Ya copan, de hecho, el 29% de la cuota de la banca digital en España, cuando en 2019 solo llegaba al 18%. Pero parece que a esta amenaza que sobrevuela sobre el negocio de los bancos tradicionales se le puede sumar ahora otra, o ya se le ha sumado. Es el de la competencia inversora.
Los fondos están incrementando con fuerza su apuesta por entrar en el capital de las fintech, cuyas valoraciones, en varios casos, ya superan a los de las entidades de crédito tradicionales. Y si no que se lo digan a Revolut, que cuenta con una valoración superior a los 28.000 millones de euros. Pero hoy lunes, otro neobanco comunicará un nuevo y destacado refuerzo de su capital. Las cartas están servidas. Ahora solo falta que estos neobancos coticen.