_
_
_
_
Consejero delegado del Grupo Adecco

Alain Dehaze: “España debería permitir a las ETT hacer contratos fijos”

Cree que no importa tanto subir el salario mínimo como incentivar la contratación de jóvenes y cree que los Estados deben ir retirando gradualmente las ayudas por Covid

Alain Dehaze, Consejero Delegado del Grupo Adecco.
Alain Dehaze, Consejero Delegado del Grupo Adecco.
Raquel Pascual Cortés

El consejero delegado del Grupo Adecco, Alain Dehaze (Tournai, Bélgica, 1963) tiene por costumbre visitar personalmente cada dos años los 60 países en los que está presente este gigante de la gestión de recursos humanos. España ha sido el primer país que ha escogido para visitar después de la pandemia. En un encuentro con periodistas ha explicado el importante momento que atraviesa el mercado laboral español, que encara una nueva reforma con un reto principal: Luchar contra la elevadísima tasa de paro juvenil (38%, según sus cifras) que condena a uno de cada tres menores de 25 años al desempleo.

R. En su estancia en Madrid creo que ha tenido oportunidad de entrevistarse con algún miembro del Gobierno ¿Les ha dado algún consejo para la reforma laboral?

Efectivamente, he tenido un encuentro con responsables del Ejecutivo y uno de los mensajes que he intentado transmitirles es que procuren que en el mercado laboral español la flexibilidad y la seguridad no sean conceptos opuestos. La flexibilidad es extremadamente importante para las compañías y lo acabamos de ver en los últimos dos años; la necesitan para ser competitivas y resilientes. Pero también las nuevas generaciones de trabajadores que están llegando al mercado laboral quieren esa flexibilidad porque no piensan en trabajar toda la vida en la misma compañía. Al mismo tiempo, se debe dar seguridad a los trabajadores, cubriendo los casos de enfermedad, el desempleo y las pensiones. De lo contrario, se crearía una bomba social a largo plazo. Necesitamos un marco regulatorio que combine ambas cuestiones. Y sí, existen esas soluciones.

R. ¿Puede explicarnos cuáles son?
R. No es nada nuevo, se ha aplicado ya en otros países. Lo que proponemos desde Adecco es la posibilidad de que las empresas de trabajo temporal puedan hacer contratos fijos directamente con trabajadores que luego vayan a distintas empresas a prestar servicios pero con una relación indefinida con la ETT. En España no existe hoy en día esa posibilidad. Además, durante el tiempo en el que estos trabajadores fijos no están ocupados en ninguna compañía Adecco se encarga de recualificarlos y darles la formación que demandan las empresas.
R. ¿Cree que esto sería posible con una coalición de Gobierno de izquierdas como la que existe?

Sí, yo mismo negocié la creación de esta modalidad de contrato en Francia cuando era presidente el socialista François Hollande, hace ocho años. Actualmente Adecco Francia tiene 20.000 trabajadores fijos con esta modalidad contractual. En España estaríamos en condiciones de comprometernos a hacer 15.000 de estos contratos. Y eso sería solo Adecco, pero estoy seguro de que otras empresas del sector podrían hacer lo mismo. Se hace desde hace tiempo en Italia, Suiza, Holanda o Alemania. Es la combinación perfecta de flexibilidad y seguridad ¿quién podría estar en contra de esto?

R. ¿Qué opinión le merece la nueva subida del salario mínimo en España?
R. Creo que una subida del 1,6% del salario mínimo es algo moderado. Pero el aumento de su cuantía no es tan importante como el hecho de que España haga más atractivos los salarios de entrada al mercado de los jóvenes porque esto motiva a las compañías a contratarlos.
R. ¿Y cómo se hace eso?
R. Como país hay que ser competitivo y está bien que se tenga un salario mínimo, pero es necesario que el Gobierno introduzca a los jóvenes en el mercado laboral. Y hay dos formas de hacer atractiva su contratación. Por un lado está el modelo de Francia o Bélgica que ofrecen subsidios a las compañías: En el mercado belga, si contratas a un joven de menos de 26 años la empresa recibe 3.000 euros. Mientras que por otro lado están los países escandinavos o Dinamarca que optan por no gravar con impuestos y cotizaciones a las empresas por los salarios de entrada. Alguna de estas cosas se tendría que hacer en España.
R. ¿Algún otro mensaje para el Ejecutivo español?

Otro de mis consejos para el Ejecutivo sería que no pierda de vista que sin recualificar a las plantillas los países pierden aproximadamente el 40% de su fuerza laboral cada dos años. Eso significaría que si no haces nada como país en materia de formación laboral, al cabo de una década estás totalmente obsoleto y las empresas se fugarán a otros países. La solución debe llegar de tres frentes: de las empresas, que necesitan esta actualización formativa de sus plantillas para ser competitivas; de los propios trabajadores, que deben preocuparse por su formación para seguir siendo atractivos en el mercado; y de los Gobiernos, que si no invierten en ello se encontrarán con deslocalización de compañías a otros países. No se puede considerar la recualificación y formación profesional como un coste sino como una inversión. Nuevamente se puede tomar el ejemplo de países como Singapur, Francia o Brasil que han creado cuentas individuales de ahorro para la formación de los trabajadores o una especie de bonos. Se pueden elegir otras vías como crear incentivos fiscales para las compañías que reciclen a sus empleados en lugar de despedir a los que no les sirven ya y contratar a otros nuevos.

R. Ha mencionado muchos incentivos y subvenciones ¿Cree que ha llegado el momento de los países retiren sus ayudas públicas por el Covid?

En esta crisis el gran acierto de algunos Estados como España, Italia, Reino Unido o incluso Estados Unidos ha sido crear sistemas de apoyo a las empresas como ya hicieron Alemania o Suiza en la crisis de 2008. De forma que cuando las economías se recuperan, lo hacen a la vez las compañías. Aunque se corre el riesgo, como está pasando en Estados Unidos de que el trabajador llegue a la conclusión de que le compensa más cobrar ayudas públicas que ir a trabajar. Por eso, los Gobiernos deben ir retirando las ayudas públicas, incluso en Europa, para que vuelva a casar la oferta y la demanda y volver a poner la gente en el mercado. Pero es importante que esa retirada se haga de forma muy gradual, porque hay sectores que aún están sufriendo mucho y necesitan seguir recibiendo estos apoyos.

R. La forma de trabajar ha cambiado vertiginosamente en todo el mundo con la pandemia ¿Cómo ha afectado eso a la gestión de los recursos humanos?
R. Hemos visto que con el teletrabajo la productividad ha aumentado durante la pandemia. Pero también hemos observado un fuerte aumento de las enfermedades mentales del 30% porque el teletrabajo no ha reunido las condiciones adecuadas para desempeñar la actividad. Además, solo uno de cada diez jefes ha sabido gestionar bien el teletrabajo. Es algo nuevo que también tienen que aprender los directivos.
R. Y, en concreto, ¿cómo han afectado todos estos cambios a Adecco?
R. El Covid no ha cambiado mucho nuestra visión estratégica empresarial, pero sí ha acelerado tremendamente los planes de digitalización, con una mayor combinación de presencialidad y teletrabajo. Lo que ha quedado claro es que tenemos que tener un solo canal en el que estemos preparados para hacer las pruebas de selección a través de test online , pero también tenemos que probar en algunas profesiones las habilidades manuales de los candidatos de manera presencial.

Sobre la firma

Raquel Pascual Cortés
Es periodista de la sección de Economía, especializada en información sobre empleo, Seguridad Social, pensiones y relaciones laborales. Licenciada en C.C. de la Información por la U. Complutense, empezó a trabajar en Cinco Días en 2000 y antes pasó por las secciones de política y economía de la agencia Europa Press y por el diario Soria 7 Días.
_
_