La inversión en China se pone en cuarentena: ¿qué riesgo tienen los fondos españoles?
Los gestores siguen viendo potencial a medio plazo en la Bolsa china, asumiendo un creciente riesgo regulatorio y sin perder de vista los planes de Xi
China ha amenazado esta semana con abrir un nuevo y peligroso foco de inestabilidad financiera a nivel global con los serios apuros por los que pasa la segunda mayor inmobiliaria del país, Evergrande. El fuerte auge del sector inmobiliario que el Gobierno chino alimentó durante años, como vía con la que impulsar la demanda interna y que ha colocado al ladrillo como responsable del 29% del PIB del país, está mostrando su lado más oscuro. La idea de que la caída de Evergrande pueda suponer una suerte de Lehman Brothers chino ha llegado a planear estos días por el mercado, aunque sea una afirmación exagerada puesto que el ejecutivo de Xi ya se ha puesto manos a la obra para evitar una quiebra descontrolada que pueda convertirse en un problema sistémico.
“Es un error ser alarmista pero también lo es minimizar la cuestión como un pequeño problema local”, resumía este jueves el presidente del Banco Central de Suiza, Thomas Jordan, a propósito de Evergrande. La inquietud existe y es además la puntilla para el difícil año que acusa la renta variable china, con caídas en sus principales índices, del 7% en el CSI 300 y del 11% en el Hang Seng de la Bolsa de Shangahi, motivadas en gran medida por las medidas regulatorias y antimonopolio del gobierno y que han pasado una elevada factura a las cotizaciones de empresas de juego, transportes o de educación online.
La apuesta por el mercado chino no está resultando como muchos analistas auguraban a principios de año y está dejando importantes pérdidas en los fondos con exposición a este mercado. De media, los fondos internacionales de renta variable china registrados en España arrojan números rojos este año del 3,93%, según datos de VDOS. Aun así, la exposición del inversor español al mercado chino es muy reducida y apenas hay un puñado de fondos de renta variable asiática lanzados por gestoras españolas, que sí están evitando las pérdidas pese a sus posiciones en el gigante asiático.
Entre los fondos internacionales de Bolsa china registrados en España, los más rentables son el FSSA Greater China Growth, de First State Investments, y el Fidelity Funds China Focus, con rentabilidades del 5%. Se trata de fondos denominados en euros y accesibles al cliente particular, no restringidos a la banca privada, según explican desde VDOS.
El Sabadell Asia Emergente gana el 14% con el 20% de su cartera en China, que deja sin cambios
Pese al panorama mayoritario de pérdidas en la Bolsa china este año, los fondos de Bolsa asiática de las gestoras españolas mantienen los ascensos, al haber esquivado las medidas antimonopolio del gobierno de Xi y que han volatilizado un billón de dólares en compañías tecnológicas desde febrero. El BBVA Bolsa Asia, un fondo de fondos, gana en el año el 2,1% y el CaixaBank Bolsa Selección Asia, el 1,77%.
El balance más destacado es para el fondo Sabadell Asia Emergente, con una rentabilidad superior al 14% en el año y con 102 millones de euros de patrimonio. Su responsable, Josep Sentís, asegura que “el atractivo de la Bolsa china sigue intacto a medio y largo plazo y hay que enmarcarlo en el objetivo estratégico de China de un crecimiento inclusivo para toda la población”.
Aunque el crecimiento de China se vea ralentizado, tal y como augura la crisis de Evergrande y el previsible saneamiento del sector inmobiliario del país, “es superior al de los países desarrollados y hay mucho dinamismo en sectores de gran crecimiento y potencial como los semiconductores o la biotecnología”, añade. China tiene un peso en el fondo del 20% de la cartera, un porcentaje que no ha variado en los últimos meses y que se centra en compañías de banca, semiconductores y biotecnología. Taiwan y Corea del Sur tienen un peso algo superior, del 22%.
BlackRock, la mayor gestora del mundo y que apuntaba a principios de año al gran potencial de la Bolsa china, tiene ahora una visión neutral para la renta variable del país y sí sobrepondera su deuda soberana. Su visión estratégica de la inversión en China es en todo caso positiva, en la idea de que “las reformas en marcha podrían pesar en el crecimiento a corto plazo pero servirán para un crecimiento de calidad en el largo plazo”. De hecho, el banco central del país tomó recientemente medidas dirigidas a enfriar el mercado del crédito bancario y ya el año pasado el gobierno impuso limitaciones al nivel de apalancamiento de las inmobiliarias chinas.
Los gestores coinciden en el potencial del mercado chino en el medio y largo plazo y en que quien apueste por China, ha de asumir el riesgo regulatorio y el intervencionismo del Gobierno en la economía del país, un factor que ahora juega a favor de la inversión ante la posibilidad cierta de quiebra de Evergrande.
BlackRock es neutral con la Bolsa de China y sobrepondera su deuda soberana
“La situación de Evergrande no debería preocupar al resto del mercado si la liquidación se produce de manera ordenada y nada nos debería hacer pensar que esto no va a ser así, dado que el gobierno chino tiene mucho control sobre la economía y está interesado en que no haya consecuencias de segundo orden”, reconoce Alejandro Allona, analista senior de Inversis. El experto recuerda que los riesgos geopolíticos y regulatorios siempre han existido en China, si bien después de un tiempo sin materializarse el inversor ha tendido a olvidarlos y dejar de ponerlos en precio. “Al menos ahora podemos estar más seguros de que se están teniendo en cuenta estos riesgos, aunque solo sea en parte”, añade.
En Fidelity advierten que “la regulación gubernamental es una constante en China; cualquier inversor debe aceptarlo e incorporarlo en su marco de riesgo y recompensa”. Y aseguran que sectores como la tecnología, consumo o sanidad siguen teniendo el mismo gran potencial a medio y largo plazo que en los últimos años.
Con Evergrande y las últimas decisiones regulatorias se ha despertado un riesgo que después de todo estaba latente y que sí hace a los inversores apreciar un cambio de clima de mercado en China. “El gobierno va a priorizar a partir de ahora la igualdad frente a la eficiencia, con el objetivo de lograr un crecimiento más sostenible, con una mayor igualdad de oportunidades entre las diferentes clases sociales”, reconocen fuentes financieras.
El consejo es ahora invertir preferentemente en áreas que tengan la mayor sintonía con los objetivos a largo plazo del gobierno chino, como las energías verdes, el vehículo eléctrico o las infraestructuras. No salirse del guion que marque Xi para no volver a salir escaldado, algo de lo que no ha escapado si quiera uno de los gestores de referencia en Bolsa china, Bin Shi, cuyo UBS China Opportunity pierde el 20% en el año, ni tampoco el mismísimo George Soros.
Evergrande, al filo del impago y con un mes de plazo para evitarlo
Default. La segunda mayor inmobiliaria de China, que tiene estos días en vilo a los mercados globales, cumplió esta semana con el pago de intereses que le correspondía por dos emisiones en yuanes, domiciliadas en China y para inversores nacionales, pero no así con una emisión en dólares, por la que debía abonar 83,5 millones de dólares, 70 millones de euros. Ha comenzado así una prórroga o período de gracia de 30 días, tras los que el impago ya sí se haría oficial. La próxima semana afronta el vencimiento de otro cupón por importe de 47,5 millones de dólares.
Riesgo sistémico. Evergrande es la promotora más endeudada de China, con un pasivo de 254.000 millones de euros, el 2% del PIB chino. Su endeudamiento equivale al 0,2% del crédito del sistema financiero chino, según cálculos de Citi, si bien su quiebra supondría un terremoto para el conjunto de la banca del país, ya que el 40,7% de los activos del sector bancario están vinculados al ladrillo. “Aunque Evergrande solo supone un porcentaje muy reducido sobre el total del crédito en China, sus extensa implantación a lo largo del país implica una exposición sustancial a su riesgo de crédito para numerosos bancos regionales”, añade Citi. El banco estadounidense no cree posible un Lehman Brothers chino a causa de Evergrande pero sí advierte de que el sector inmobiliario del país se deteriorará y será necesario el apoyo del gobierno.
Enorme endeudamiento del sector. En la agencia de rating Scope añaden que la inestabilidad financiera en China se puede contener con el riesgo de un crecimiento ligeramente menor. Recuerdan que las empresas inmobiliarias chinas han recurrido al mercado público de bonos en dólares para obtener 274.000 millones de dólares en los últimos cinco años, según datos de Bond Radar. De esa cantidad, unos 215.000 millones de dólares están pendientes de pago por parte de unas 120 empresas, en su mayoría de categoría inferior al grado de inversión. Muchos de los emisores han desarrollado un sistema de préstamo sistemático, por lo que tienen múltiples líneas pendientes. Unos 10.000 millones de dólares vencen de aquí a finales de año y unos 50.000 millones de dólares en 2022.