¿Por qué son importantes las humanidades cuando hablamos de inversión?
Reflexionar y debatir desde diferentes ópticas y con un enfoque holístico es fundamental para tomar mejores decisiones
¿Tenemos que hablar solo de números cuando hablamos de dinero y de inversión? Aunque la parte cuantitativa es un factor crucial en el mundo de la inversión, la realidad es que ‘el cuánto’ es un elemento más a tener en cuenta y que depende, en muchos casos, de todo lo demás.
Entender que esa parte que excede lo numérico importa no es fácil. Tampoco lo es descubrir que sin esa parte más intangible, las cifras tienen menos sentido. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de ese ‘todo lo demás’?
En este blog hemos puesto el foco en muchos artículos en la importancia de pensar en los objetivos personales y en los planes que tenemos cada uno de nosotros antes de tomar decisiones de inversión. Invertir sin saber para qué lo hacemos nos puede llevar a cometer grandes errores y a sentirnos perdidos cuando los mercados caen o llegan temporadas de mayor incertidumbre. ¿Cómo podemos tomar decisiones de inversión si no sabemos para qué invertimos? ¿Podemos saber cómo nos afectan realmente las caídas de los mercados si no hemos trazado un plan financiero y personal previo?
Además, invertir sin haber reflexionado antes sobre nuestros planes vitales nos puede llevar a concebir el dinero de una forma errónea al verlo como un fin y no como un medio, cuando en realidad es al contrario. El dinero es el medio que nos ayuda a conseguir lo que es más importante para nosotros, y nunca deberíamos verlo como un fin en sí mismo. Entender esto es vital para tener una buena relación con el dinero, para tomar mejores decisiones y para contextualizar nuestras inversiones dentro de nuestro proyecto biográfico.
Como comentó Santiago Satrústegui, presidente de Abante, en la presentación de “El español como lengua de pensamiento”, un ciclo de conferencias que organizamos hace unos años en Abante junto a La Huerta Grande, “invertir el dinero es una decisión importante, pero es una decisión importante dentro de un contexto que es más importante todavía, que son las decisiones que tomamos respecto a nuestra vida y nuestro proyecto vital”.
¿Basta con reflexionar sobre nuestro proyecto biográfico?
En un mundo que cada vez es más complejo de entender y en el que nunca dejan de suceder cosas, quedarnos solo en ‘el yo’ nos puede llevar a tomar decisiones equivocadas.
Si hay algo que la historia nos ha demostrado es que el mundo nunca está en pausa y que lo que parece improbable siempre puede ocurrir y afectarnos de un forma u otra y, en ocasiones, más de lo que podemos pensar. Por ello, como recordaba Satrústegui en esa conferencia, es fundamental tener herramientas para entender cómo funciona el mundo y cómo nos tenemos que enfrentar a la incertidumbre que nos rodea y que nos afecta en nuestro día a día.
“El conocimiento, durante todos estos años de desarrollo, no nos ha liberado de ninguna duda respecto al futuro, y por eso creemos que, a parte de la ciencia, las humanidades siempre tienen un lugar muy importante en nuestra relación con el mundo”, señaló.
Y es que aunque la duda está en nuestra propia condición como seres humanos, tener una visión global de todo lo que pasa a nuestro alrededor y escuchar a otras voces expertas nos va a ayudar a tener otra perspectiva sobre lo que pasa, a tener más información y ganar certidumbre. Compartir conocimiento es esencial para tomar mejores decisiones -tanto en el ámbito financiero como a nivel personal- y construir un mejor presente y futuro.