El Banco de España tendrá todo el poder para vigilar los bonos blindados de la banca
El supervisor podrá requerir la modificación de los activos incluidos y deberá autorizar el órgano que controlará la deuda en cada entidad
La deuda más segura que puede vender una entidad financiera entrará en una nueva dimensión con la norma que está diseñando el Ministerio de Asuntos Económicos. Con el objetivo de homologar los denominados bonos garantizados –en España, las cédulas, esencialmente– en la UE, el Banco de España tendrá el máximo control sobre este instrumento. Deberá autorizar cada programa de emisión e incluso podrá requerir a la entidad que modifique los activos para dar la máxima protección de los inversores.
Las cédulas son la deuda más sénior de un banco. No solo están respaldadas por el balance de la propia firma, sino por una cartera, en el caso de las hipotecarias, de los mejores préstamos concedidos para compra de una vivienda. Si uno entra en morosidad, automáticamente se retira del bloque.
En las cédulas no es un crédito concreto el que garantiza, sino un conjunto de ellos. Así, la Unión ha decidido tomar cartas en el asunto para homologar este tipo de instrumento y también para fijar las bases de los bonos respaldados por préstamos concretos. Desde la cartera que pilota Nadia Calviño se han puesto a trabajar en la trasposición de la directiva que tiene como misión poner orden en este producto a través de un borrador que puede consultarse en la edición online de CincoDías.
Una de las novedades es el “régimen de supervisión especialmente intenso” al que se someten las emisiones de bonos garantizados. Las cédulas, que son la renta fija más segura en cualquier situación, permitieron a la banca española acceder a los mercados en los años más duros de la Gran Crisis Financiera que estalló en 2008. Nunca se ha producido el impago de una cédula. La UE quiere preservar su estatus como arma infalible en momentos de máxima tensión, de aquí esta norma.
La UE toma cartas en el asunto para unificar este tipo de renta fija
De entrada, la entidad financiera deberá designar un órgano independiente de control del conjunto de cobertura –el respaldo de los bonos– que supervisará las entradas y salidas de los activos o la realización de pruebas de estrés sobre la solvencia y liquidez de los programas. El Banco de España deberá dar su visto bueno a esa especie de comité de riesgos. Y no solo eso.
El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos tendrá competencias corregidas y aumentadas en el control de las cédulas, según el texto, que aún puede ser sometido a modificaciones. Cada programa de emisión necesitará su visto bueno. Por supuesto, la entidad le proporcionará información periódicamente sobre aspectos claves para una adecuada supervisión e, incluso, el organismo contará “con la capacidad para requerir a la entidad emisora la modificación de los tipos de activos que forman el conjunto de cobertura, para lograr un mayor grado de diversificación del riesgo y una protección más eficaz de los inversores”. Además, publicará información de las entidades y de los bonos garantizados disponibles
–la lista de bancos a los que se permite emitir bonos de este tipo, así como la lista de bonos garantizados– y colaborará de forma estrecha con otras autoridades nacionales y de la Unión Europea en todo lo que tenga que ver con este tipo de renta fija.
Las entidades financieras solo pueden emitir cédulas hipotecarias por un máximo del 80% de su cartera de préstamos elegibles para inmuebles residenciales. La norma que está ahora en la cocina establece, además de que cada activo de garantía debe ser valorado en el momento de su entrada en la cartera de cobertura, la obligación de la entidad de aceptar tasaciones alternativas del inmueble aportadas por parte del cliente.
El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos publicará la lista de bonos garantizados
La norma regula las cédulas hipotecarias, territoriales (de préstamos concedidos al sector públicos) y de internacionalización (créditos y préstamos vinculados a la financiación de contratos de exportación). Estas contarán con la garantía de una cartera abierta. Los bonos hipotecarios y de internacionalización, mientras, están respaldados por activos concretos.
Llegan los superbonos prémium
Nomenclatura. Dentro de la renta fija blindada habrá una gradación en función de la dureza de su escudo. La directiva establece que, bajo determinadas circunstancias, las cédulas se podrán denominar bonos garantizados europeos prémium siempre que cumplan una serie de características adicionales que el borrador español deja para un futuro desarrollo reglamentario. El resto de bonos serán garantizados europeos, sin el epíteto de prémium. Está previsto que en las exigencias para poder obtener esta nota de superbono se exija un mayor colchón respecto a la cartera de cobertura.
Las cifras en España. Los últimos datos revelan que el saldo vivo de cédulas hipotecarias ascendía a 197.648 millones a cierre de marzo, según las estadísticas de la CNMV. El importe en circulación de las territoriales era de 18.262 millones, mientras que no se registraba ninguna de internacionalización. Las cédulas, en muchas ocasiones, se crean para llevarlas a la ventanilla de liquidez del BCE sin llegar a venderlas en el mercado.
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