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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La inflación en EE UU, un aviso a navegantes para la economía mundial

Si los precios continúan en ascenso a ese ritmo, la Fed puede verse obligada a retirar los estímulos monetarios y subir los tipos de interés

CINCO DÍAS

El BCE parece decidido a aplicar a la economía europea el viejo principio que asegura que, si algo funciona, es mejor no tocarlo. Tal y como se esperaba, la institución presidida por Christine Lagarde anunció ayer que mantendrá su política monetaria sin cambios a la espera de que despegue la incipiente recuperación económica en Europa, algo que se producirá previsiblemente en el segundo semestre del año. Fráncfort, que en 2021 prevé un crecimiento del PIB en la zona euro del 4,6%, frente al 4% estimado en marzo, y del 4,7% en 2022, también al alza desde el 4,1%, seguirá proporcionando abundante liquidez a las economías comunitarias, dado que el ritmo actual de compras de deuda ha logrado garantizar la estabilidad financiera y contener las alzas de rentabilidad de los bonos del inicio de año. Las constantes vitales de la zona euro apuntalan de momento la estrategia continuista de la institución de seguir comprando activos y no tocar los tipos de interés.

Pese a la ortodoxia argumentaria que respalda a Fráncfort, algunas sombras preocupantes comienzan a cernirse sobre la economía mundial. El dato de inflación de mayo en EE UU, conocido también ayer, evidencia un desajuste en el proceso de recuperación de la primera economía del mundo que puede ser coyuntural, como mantiene la Fed, o puede no serlo y traer consigo serias consecuencias para las prometedoras previsiones de crecimiento europeo y global. Aunque el ascenso de los precios en el quinto mes del año ha sido moderado en el país –de un 0,6%– el fuerte repunte de la tasa interanual hasta el 5%, la más alta desde septiembre de 2008, y el desbocado ascenso de la inflación subyacente, que se ha disparado al 3,8%, el dato más elevado en 29 años, puede obligar a la Reserva Federal a cambiar la dirección de su política monetaria.

Aunque Lagarde sigue considerando “prematuro” e “innecesario” plantear la retirada de los estímulos monetarios a la economía europea, la curva de los precios de la economía estadounidense constituye un serio aviso a navegantes. La tesis oficial y la serena respuesta de los mercados parece interpretar que el fuerte aumento de la inflación es meramente coyuntural, pero si los precios continúan en ascenso a ese ritmo, la Fed puede verse obligada a retirar los estímulos monetarios y subir los tipos de interés. Y los efectos de esa artillería defensiva sobre la recuperación económica europea y global pueden ser tan serios como para obligar a alterar de forma sustancial la ordenada agenda de Fráncfort.

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