Paradoja en el IPC: disparado por luz y gasolinas pero estancado en el resto de partidas
La inflación subyacente (sin contar energía ni alimentos) está 2,2 puntos por debajo del IPC, la mayor diferencia en 35 años
El INE ha confirmado esta mañana el dato de inflación adelantado a finales del mes pasado: abril terminó con un IPC interanual del 2,2%, el dato más alto desde octubre de 2018. España, no obstante, está muy lejos de estar sujeta a tensiones inflacionistas. La subida del IPC corresponde casi en exclusiva al encarecimiento de la electricidad y las gasolinas. De hecho, la inflación subyacente, que no tiene en cuenta los elementos más volátiles de la cesta de la compra como energía y alimentos, muestra un estancamiento de los precios (0% interanual), con una caída en el mes de tres décimas. En 35 años no se registraba una disparidad tan abultada en la inflación.
La cesta de la compra sigue recogiendo tanto la inestabilidad de los precios como los efectos de la pandemia. En el mes, el IPC ha pasado del 1,3% interanual con el que cerró marzo al 2,2%. La subida obedece al apartado energético: los gastos ligados a la vivienda aportan siete décimas a los precios y el transporte, otros cinco. En el caso de los combustibles, los precios no han subido en el mes de abril, sino que el impacto se debe a que en abril de 2020 se desplomaron ante el parón de la economía mundial.
La electricidad, no obstante, cuenta una historia diferente: la tarifa eléctrica se ha disparado un 12,7% sobre el mes anterior. Los precios del megavatio/hora en el sistema eléctrico subieron de una media de 45 euros en marzo a los 65 de abril.
Compensan, de este modo, el abaratamiento de los alimentos, en particular de los frescos como la fruta, que el año pasado subió de precios en pleno confinamiento. Este epígrafe resta dos décimas al IPC. También se han abaratado, respecto a 2020, el ocio y la cultura y los hoteles, cafés y restaurantes.
En términos mensuales el IPC ha repuntado un 1,2%, a causa de la subida de la luz y de las prendas de vestido y calzado. Ambas categorías han aportado medio punto a la inflación mensual. De hecho, el vestido y el calzado se han encarecido más que la electricidad, con subidas del 13% en la ropa para adultos, del 16% en la ropa de niño y de entre el 6% y el 8% para el calzado. No obstante, esta variación es de carácter estacional por el cambio de temporada, por lo que apenas tiene repercusión en el IPC interanual.
El dato de IPC, mientras, tambioén aporta pistas sobre la evolución de la desescalada. Los precios de los hoteles y de la restauración subieron un 2,8% y un 0,1%, respectivamente, tirando al alza de la inflación mensual. A 12 meses vista, no obstante, la partida de "hoteles, cafés y restaurantes" se abarata un 0,5%. Los paquetes turísticos, por su parte, se abaratan un 2,8% en el mes, y los servicios de ocio en general, un 0,2%. Estos dos epígrafes, ocio y hostelería, son el segundo y el tercero que más se han abaratado en los últimos 12 meses, un 0,5% y un 1,2%, respectivamente, solo por detrás de las comunicaciones, donde la caída de precios es mucho más abultada, del 4,6%.