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15.000 millones de euros para acumular energía

El almacenamiento energético es vital para las renovables

Getty

Descarbonizar la generación de energía sin poder contar con su almacenamiento sería como construir una casa empezando por el tejado. No solo las baterías de iones de litio, sino también el bombeo hidroeléctrico y la acumulación en centrales termosolares, entre otras, son tecnologías indispensables para el desarrollo y la implantación de las renovables. Los expertos, sin embargo, apuntan a que faltan todavía las oportunas señales de precio para que despegue el interés de los inversores en este ámbito.

Para asegurar que en 2030 el 74% de la producción eléctrica y el 27% del consumo final proceda de renovables, el Gobierno aprobó en febrero la Estrategia de Almacenamiento Energético. Ya que estas fuentes dependen de las distintas condiciones meteorológicas diarias y estacionales, acumular energía para evitar vertidos y conferir estabilidad a un sistema que cuenta cada vez menos con las fósiles es vital.

De esta forma, la senda trazada por el Ejecutivo contempla pasar de los actuales 8,3 GW de capacidad de almacenamiento a 20 GW en esta década y disponer de 30 GW en 2050.

Las cifras

6,5 Gigavatios hora. Es la capacidad del almacenamiento térmico en sales fundidas, una tecnología de la que España es líder, con una potencia instalada de 870 MW. Podría duplicarse si se incorporara a las instalaciones que todavía no la tienen.

40 Por ciento. Es la proporción de reservas hídricas dedicadas a generación eléctrica y bombeo, por lo que su potencial, todavía no explotado, es enorme.

800 Megavatios. Es la potencia instalada de termosolar, lo que supone acumular más de 6,5 GWh, es decir, aproximadamente el 1% del consumo diario peninsular de energía eléctrica.

“El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé 2.500 MW de baterías más 3.500 MW de bombeo hidráulico, lo que supondría entre 4.000 y 5.000 millones de euros de inversión”, señala el presidente de la Asociación Española de Almacenamiento de Energía (Asealen), Yann Dumont. “Para los 5.000 MW de termosolar, ya que lo que plantea el PNIEC no es solo almacenamiento, sino una central de generación de casi 4.000 horas de funcionamiento anual, la inversión superará los 10.000 millones”, añade.

Las compañías reclaman recortar los trámites administrativos

“Para enviar señales adecuadas que aseguren el suministro con toda la renovable que se incorpora, más allá de los mercados (mayorista y de balance), hacen falta mecanismos de capacidad en los que el almacenamiento puede competir, como también lo podrá hacer en los futuros mercados de flexibilidad para resolver congestiones en las redes locales”, subraya la presidenta de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec), Marina Serrano. En la misma línea, Dumont pide que se instaure un sistema de retribución que haga económicamente sostenibles las instalaciones y que el almacenamiento participe en las subastas de renovables independientemente de que lo hagan proyectos de generación que incluyan la acumulación de energía. Solo así se podrán colmar las lagunas en inversión que existen en el área en España, según estas asociaciones.

Pese a que la compañía española Phi4tech anunció hace aproximadamente un mes la creación en Badajoz de la primera fábrica de celdas para baterías en el sur de Europa a partir de 2023, es cierto que el desarrollo de proyectos de este tipo de tecnología a gran escala tiene mucho más ímpetu en los mercados chino, australiano y californiano. Ello es así por las distintas necesidades que tienen esos sistemas eléctricos, que ostentan “redes menos capilares que la europea”, según Dumont.

La patronal pide una retribución específica y su inclusión en las subastas

En cualquier caso, “la expectativa de reducción de costes en esta década para las baterías es importante y se espera que su precio sea la mitad que el actual [de unos 300 euros el kWh a 140 en 2030, según BloombergNEF]”, destaca Serrano.

Pero no hay que olvidar que la principal tecnología de almacenamiento es el bombeo hidráulico. “En este caso, la posición de Europa es de liderazgo, con más de 55.000 MW instalados, frente a los más de 31.000 MW de China, los 27.600 de Japón y los 22.500 de EE UU; y la de España es privilegiada, con una capacidad de unos 6.000 MW”, recalca Dumont.

El potencial de España en esta tecnología es enorme, ya que “en todo el territorio hay más de 10 GW para instalar almacenamiento por bombeo hidráulico en presas ya existentes”, apuntó la responsable en esta área de la dirección de innovación calidad y sostenibilidad de Iberdrola, Pilar González, en un encuentro virtual organizado por la asociación de renovables APPA a principios de este mes. Su adaptación no es complicada, pero González hizo hincapié en la necesidad de recortar los trámites administrativos para la aprobación de los proyectos, con el objetivo de completarlos con más celeridad.

Proyectos de cara al futuro

Variedad. En España hay proyectos en desarrollo y planificación de múltiples tecnologías de almacenamiento, sobre todo de bombeo hidráulico, baterías electroquímicas y almacenamiento en sales fundidas.

Destacado. De entre todos, el presidente de la Asealen, Yann Dumont, subraya el de la central hidroeléctrica de bombeo Chira-Soria, en Canarias, “una de las infraestructuras más importantes, con una potencia de 200 MW, lo que, multiplicado por las 16 horas que ofrece, supone una capacidad de almacenamiento de 3,2 GWh”.

Estudio. Luis González Portillo, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid, sostiene que las termosolares de próxima generación, al llegar a temperaturas más altas y obtener una mayor eficiencia a un menor coste, pueden ser la tecnología del futuro.

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