La banca española endurece la concesión de crédito a familias y empresas
Lo hizo en el primer trimestre y prevé volver a hacerlo en el segundo, según la encuesta que realiza el BCE
Las entidades españolas endurecieron los criterios de concesión de los créditos tanto para familias como para empresas durante el primer trimestre del año al percibir un aumento de los riesgos y prevén que esta situación continúe durante actual segundo trimestre.
Son las principales conclusiones de la encuesta de Préstamos Bancarios que realiza de forma regular el Banco Central Europeo (BCE) para pulsar la situación de financiación, divulgada este martes por el Banco de España, y donde participan diez entidades españolas entre las europeas entrevistadas.
Se trata del tercer trimestre consecutivo donde la banca, española y de la Unión Económica Monetaria, reconoce una contracción en la oferta crediticia en casi todos los segmentos de crédito y que esta vez se produce además en paralelo con una caída de la propia demanda por parte de los clientes empresas y particulares.
De cara al actual trimestre, las entidades españolas encuestadas anticipaban una continuidad en la situación ya que prevén "un ligero endurecimiento de los criterios de concesión que afectaría a todas las modalidades" de crédito. Sin embargo, prevén un "aumento generalizado de las solicitudes, que sería algo más intenso en el segmento de financiación a las empresas que en el de los préstamos a los hogares", según detalla el informe del Banco de España.
Con la vista atrás y en lo que se refiere al comportamiento que la financiación tuvo durante el primer trimestre, las entidades se endurecieron "ligeramente" los criterios de concesión a empresas, en "lo que afecta fundamentalmente a las operaciones con pymes, ya que en las realizadas con grandes empresas los criterios se habrían mantenido estables".
La restricción o endurecimiento se produjo, sobre todo, en las financiaciones a largo plazo, sin que hubiese "variaciones significativas" en las efectuadas a más corto plazo. Según los expertos, esta restricción en la oferta obedece, principalmente, "al aumento de los riesgos percibidos, vinculado a las garantías solicitadas y al deterioro en las perspectivas tanto sobre la situación económica general como sobre la solvencia de prestatarios y de sectores concretos".
Bajo este contexto, el estudio revela el reconocimiento por parte de las entidades de que hubo más financiaciones con empresas rechazadas o que "porcentaje de solicitudes de fondos denegadas habría crecido". Se trata de algo que contrasta además con las condiciones generales, donde la banca indica que mejoraron porque se redujeron los márgenes aplicados por algunos bancos en sus precios, gracias a los menores costes de financiación y la mayor disponibilidad de fondos.
Sin embargo, la mayor percepción de riesgos y la menor tolerancia a ellos sí que llevó a algunos bancos a "aumentar ligeramente los márgenes de los créditos de mayor riesgo, a reducir las cuantías concedidas y a solicitar más garantías", circunstancias que afectaron tanto a préstamos destinados a pymes como a grandes empresas.
Junto a la reducción de la oferta se produjo un descenso de la demanda, también por tercer trimestre sucesivo, y que el Banco de España atribuye, principalmente, a las menores inversiones en capital fijo de las compañías y a una reducción de sus necesidades de liquidez para financiar existencias y capital circulante; aunque sí observa un aumento de la demanda de fondos para reestructuraciones de deuda.
Aumentan las denegaciones de crédito
En el crédito para hogares o familias, las entidades también admiten que se produjo un leve endurecimiento en los criterios de aprobación de las transacciones por el mismo "deterioro de las perspectivas económicas generales y de la solvencia de los prestatarios", aunque no hubo más denegaciones que en meses previos.
También observaron una reducción moderada de la demanda de préstamos hipotecarios "por el descenso de la confianza de los consumidores y por los préstamos concedidos por otras entidades", aunque las condiciones generales aplicadas a estos créditos "se habrían relajado algo". En concreto, el estudio revela que se redujeron los márgenes aplicados en el precio, mientras que el resto de condiciones -garantías, cuantía, plazo, gastos distintos a los intereses, etc- "habrían permanecido estables".
En el crédito al consumo con hogares apuntaron una situación similar, con un ligero endurecimiento de la concesión, "continuando la tendencia que se viene registrando desde finales de 2018" por "una menor tolerancia al riesgo y por el aumento de los riesgos percibidos", y un aumento en las denegaciones de fondos.
Las condiciones de los préstamos se mantuvieron sin cambios y también se redujo la demanda de crédito al consumo, algo que el informe atribuye a "una disminución de la confianza de los consumidores y del menor gasto destinado a bienes de consumo duradero".