Bankia ha muerto, viva CaixaBank
Hoy comienzan a cotizar las acciones de la entidad que se ha convertido en la mayor de España. La estrella de Miró luce en el cielo de Madrid
Bankia dejó de existir jurídicamente el pasado viernes, y ya horas después era retirado su logotipo de los edificios más emblemáticos de la entidad financiera pública, origen de las cajas de ahorros. La conocida estrella de Joan Miró corona desde el sábado los cielos de la ciudad. La estrella, que simboliza el ahorro, luce en una de las Torres Kio, la que era la sede operativa de Bankia y ahora de CaixaBank en Madrid.
Se cumple así el sueño de Isidro Fainé, presidente de la Fundación Bancaria La Caixa y presidente de la CECA, y uno de los pocos banqueros de la vieja guardia que han defendido el espíritu de las cajas de ahorros con su obra social. Ahora CaixaBank se ha convertido en la entidad más grande de España, con más de 623.800 millones de euros en activos y una cuota de mercado del 25%.
Casi nada. Y aspira a más, claro, con crecimiento orgánico, arañando cuota al resto de los bancos porque, de momento, no puede ni quiere hacer más compras. Ahí sí está delimitada. No puede porque está inmersa en la complicada absorción de Bankia, no puede porque Competencia no lo aprobaría, y no puede porque ya no quiere más fusiones. Antes de la crisis financiera de la pasada década existían en España 45 cajas de ahorros, pero el número llegó a ser de más de 70. CaixaBank, la antigua Caja de Pensiones para la Vejez y el Ahorro, guarda en su interior a 18 de estas entidades.
Cuando estalló la crisis financiera en 2008 la aún denominada La Caixa decidió no participar en el puzle de las fusiones. Su entonces presidente, Fainé, aseguraba que ya vendría otra oleada de integraciones y sería cuando participaría en este proceso.
Y así lo hizo, a sabiendas de que habría más de dos oleadas de fusiones, y las hubo. El sueño de Fainé era convertir a La Caixa en el holding de las cajas de ahorros, y casi lo ha logrado. Pero ahora tras engullirse a la mayor pieza posible y la más preciada para él tiene que parar. Ibercaja, Unicaja con Liberbank, Abanca o Kutxabank no caerán bajo sus redes, si es que en algún momento intentaran ponerse a tiro, que no parece.
En los últimos tiempos solo se le escapó una pieza, Banco Popular. En varias ocasiones intentó acercarse a esta entidad, pero siempre fue rechazado. Y ahora pensará que menos mal.
Entre este año y 2022 las salidas de personal en la banca podría sumar la cifra récord de 17.000 empleos, que no se recuperarán
En 2011 La Caixa cambia su marca por CaixaBank, tras agrupar todo el negocio bancario y salir a cotizar, para en 2014 crear la Fundación Bancaria La Caixa. Se convierte así en la segunda fundación más grande de Europa, y una de las principales por volumen de inversión social.
Además, a través de Criteria, cuenta con el mayor grupo industrial del país. Todo un sueño para cualquier empresario y banquero.
A sus 78 años de edad, Fainé ha cumplido todos sus objetivos profesionales. Aunque, quién sabe, puede que ahora busque otro objetivo como protagonizar la primera fusión transfronteriza de Europa. Aunque eso no podría suceder hasta dentro de tres años, plazo mínimo que se ha dado CaixaBank para inspeccionar su salida al exterior. Ahora, además, es muy complicado, por no decir imposible, sacar adelante una fusión de dos bancos europeos. Las reglas financieras y fiscales son distintas en cada país del Viejo Continente. Además las sinergias, objetivo de estas operaciones de concentración, serían ahora casi nulas.
Pero CaixaBank tiene que pasar en las próximas semanas y meses por una negociación complicada. Protagonizará el mayor ajuste de plantilla llevado a cabo por una entidad financiera española. Pondrá en la calle a unos 8.000 empleados en una sola fase. De una vez, aunque las salidas comenzarán a registrarse en junio de este año, pero no será hasta un año después cuando finalice el proceso.
La idea, como ya han protagonizado otras entidades, como Santander, es buscar una salida profesional a los empleados salientes. Tras este ajuste, CaixaBank no espera realizar más reestructuraciones hasta como mínimo tres o cuatro años., de ahí el elevado número de recorte de empleo que aprobará ahora, y que cuenta con el apoyo de los supervisores.
Y mientras, el baile de directivos sigue y seguirá, no solo en CaixaBank, sino en otros bancos como Sabadell, ING, Unicaja-Liberbank, Crédit Suisse en España, o HSBC, entre otros. Hacía tiempo que no se producían tantos movimientos y cambios de sillones entre los ejecutivos de banca en España. El sector está en plena ebullición, y más que puede que esté una vez concluidos los test de estrés de la EBA y el BCE, lo que ocurrirá en julio.
Trabajar en banca ya no es sinónimo de tranquilidad y dinero. Entre este año y el que viene la plantilla del sector podría haberse reducido en más de 17.000 empleos, todo un récord que se produce justo en un momento en el que el sector no está en crisis, aunque sí la economía del país. Eso sí, las cajas rurales siguen sin sufrir cambios y ganando dinero.