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Las claves del auge de las startups de la economía del envejecimiento

¿Por qué el fenómeno ageingnomics para emprender está funcionando?

La esperanza de vida en España es una de las más altas del mundo. Solo nos superan Japón y Suiza. El último informe publicado por el Ministerio de Sanidad la sitúa en 83,3 años (80,4 en hombres y 86,1 en mujeres). Incluso hay regiones, como la Comunidad de Madrid, donde se superan los 85 años. Sin embargo, “lo que la mayoría no sabe es que la esperanza de vida con buena salud es solo 68. Es decir, vivimos casi 20 años de media con dolor o limitaciones”. Así lo subraya Juan Cartagena, cofundador CEO de Rosita, uno de los proyectos europeos finalistas de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social.

Estos premios tienen como objetivo el apoyo e impulso de iniciativas en tres ámbitos: la mejora de la salud y tecnología digital (e-Health), la prevención y movilidad segura y sostenible y, como novedad en esta edición, la economía del envejecimiento (ageingnomics). Un sector en auge, en el que están surgiendo muchas startups.

Startups de la economía del envejecimiento

Rosita es un proyecto basado en la de la longevidad saludable y el impacto que tiene en la sociedad mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Como destaca su cofundador, vivimos más de 20 años con molestias o limitaciones, que pueden ser prevenibles. De igual manera que se prepara el futuro económico con un plan de pensiones, “a los 60 debemos iniciar un plan de longevidad para poder disfrutar de la vida al máximo a los 80 y 90”, según Cartagena.

Existen tres maneras de que la esperanza de vida de una persona mejore con salud. La primera es el cambio de genética, algo aún inalcanzable para nosotros. Pero la segunda y la tercera forma son las que desde la startup Rosita pretende cubrir: reducir los riesgos de sufrir enfermedades mortales y otros factores epigenéticos, así como aumentar los factores epigenéticos que aumentan esta esperanza de vida. Para ello, Rosita diseña planes y estrategias para la longevidad de las personas, basados en la monitorización, tratamientos y educación, con el fin de “que dentro de diez años no sientas diez años más”. Todo ello se basa en un entrenador virtual para mayores de 60 años. En la app, que es gratuita, se incluyen ejercicios e itinerarios personalizados, desafíos mentales, psicología, sexualidad, trastornos del sueño y nutrición. Todo lo que ofrece la aplicación “podría ser proporcionado por un gerontólogo, un fisioterapeuta, un psicólogo privado”, según expone Clara Fernández, otra de las fundadoras de Rosita y profesora de Escuela de Longevidad del Balneario de Cofrentes.

“La sociedad española, igual que la mayoría de las sociedades avanzadas, está sufriendo un proceso de envejecimiento”. Este fue el punto de partida de Ricardo Mur, Alfonso García y Luis de Ulíbarri para crear jubilatucasa.com. Este proyecto surge una vez se detecta que en España no se conocen soluciones de monetización patrimonial como la nuda propiedad, hipoteca inversa o vivienda inversa. En otros países como Francia o Inglaterra se realizan unas 8.000 transacciones anuales, cuando en nuestro país prácticamente son ausentes. Por ello, estos tres emprendedores se propusieron sacar a la luz este mercado mediante herramientas de predicción inmobiliaria y de longevidad. Según su experiencia es posible “construir una oferta más precisa y certera tanto para el destinatario del servicio como para el proveedor”.

El sistema de pensiones de nuestro país no es sostenible, ya que el envejecimiento es creciente e incesante, por lo que este tipo de soluciones son vitales. La monetización del ahorro inmobiliario juega un papel muy importante, ya que es la mejor forma de financiar los bienes y servicios que necesita este colectivo.

El único de los tres proyectos extranjeros del sector ageingnomics que ha participado en los Premios Fundación MAPFRE es Free Bird Club. Esta startup irlandesa está especialmente pensada para las personas mayores que viven solas. El propósito es crear una manera accesible de viajar y conocer genta, disfrutando de la interacción social y la cultura. Free Bird Club es un modelo de economía colaborativa que facilita un envejecimiento saludable y conectado. La idea es dar solución a tres problemas comunes de las personas mayores. La soledad y el aislamiento gracias a la posibilidad de conocer gente. En segundo lugar, el querer viajar y no hacerlo por estar solos, y, por último la inseguridad financiera, que se soluciona con el alquiler de sus habitaciones libres. Al final, consiguen que los mayores conecten entre sí, hagan viajes juntos y tengan unos ingresos extra.

Visibilidad a las startups de economía del envejecimiento

Estos tres proyectos han sido seleccionados entre más de cientos de propuestas en los premios de la Fundación Mapfre. Rosita, además, ha pasado a la final y puede convertirse en el gran ganador. Pero lo que se ha demostrado en esta edición es que este sector está en auge, ya que vivimos en una población cada vez más envejecida y hay que dar soluciones para estas personas en esos años de su vida.

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