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Tribuna
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La evaluación de la protección jurídica del diseño por la Comisión Europea

El diseño siempre fue considerado el pariente pobre de la Propiedad Industrial porque los legisladores nacionales no le prestaban la debida atención

Como es sabido, el diseño o apariencia exterior de un producto industrial o artesanal es lo que hace que un objeto en cuestión sea atractivo. Este atractivo visual originado por una innovación creativa es uno de los factores clave que influye en las elecciones de los consumidores, y el que hace que prefieran un producto sobre otros. Por eso, los productos bien diseñados crean una ventaja competitiva y convierten a las empresas que invierten en diseño en organizaciones que tienden a ser más rentables y a crecer más rápido. Pues bien, los derechos de diseño son los que protegen esa apariencia creativa, razón por la cual, para fomentar la innovación y la creación de nuevos diseños de productos, se requiere una protección jurídica accesible, moderna, eficaz y coherente.

El derecho de diseño siempre fue considerado el «pariente pobre» de la Propiedad Industrial, en el sentido de que los legisladores nacionales no le prestaban la debida atención. Por eso, las leyes de los distintos países eran obsoletas y en el ámbito de la Unión Europea estaban muy escasamente armonizados.

La intervención de la UE en el ámbito de los diseños industriales tuvo como objetivo eliminar las barreras al libre flujo de mercancías mediante la creación de un mercado único para la protección de los diseños en la UE a dos niveles: armonizando la legislación nacional a través de la Directiva, y creando un título de protección unitario (un derecho que cubre el territorio de toda la UE) a través del Reglamento. La intervención se propuso como parte de los esfuerzos de la UE para proporcionar un marco sólido para la protección de la propiedad industrial, y siguió a iniciativas sobre patentes y marcas.

Recientemente, la Comisión Europea ha publicado un amplio documento que contiene una evaluación en profundidad del funcionamiento general del sistema de protección de diseños industriales en la UE, incluidos los niveles nacional y de la propia Unión. Esta evaluación tenía por objetivo proporcionar una base empírica sólida a los efectos de mostrar si: (i) la legislación vigente en la UE ha cumplido sus objetivos originales; y (ii) es o no necesario mejorar o actualizar el sistema de protección de diseños de la UE.

Pues bien, la primera gran conclusión del estudio es que, sin la adopción de la Directiva y el Reglamento, el marco jurídico sobre la protección de los diseños, compuesto por las leyes nacionales de los Estados miembros, probablemente habría permanecido muy fragmentado. No habría permitido una convergencia significativa, incluso en las prácticas de las oficinas nacionales de PI.

La persistencia de grandes disparidades en las legislaciones nacionales de los Estados miembros y la limitación del efecto de la protección de los diseños nacionales al territorio de un Estado miembro no habrían permitido la creación de un mercado único para las mercancías que incorporan diseños. También habría distorsionado gravemente la competencia.

La evaluación muestra que la legislación de la UE sobre protección de diseños: (i) está funcionando bien en general; (ii) ha cumplido en su mayoría con los criterios de evaluación; y (iii) sigue siendo en gran medida apto para su propósito. Esto es especialmente cierto en el caso de los fundamentos y principios básicos de la legislación sobre dibujos y modelos de la UE, que claramente han resistido la prueba del tiempo. Sin embargo, la evaluación también ha revelado una serie de deficiencias importantes, que deben abordarse para completar la armonización, modernizar el marco legal y adaptarlo para respaldar las transiciones tanto digital como verde.

Más concretamente, la evaluación mostró que los objetivos de la legislación de la UE sobre protección de diseños siguen siendo muy pertinentes a la luz de la contribución sustancial de las industrias intensivas en diseño a la economía de la UE. El papel del diseño a la hora de hacer que los productos sean más atractivos para los clientes y aumentar la competitividad de las empresas es cada vez más importante.

Además, la importancia de los nuevos diseños tecnológicos, como las interfaces gráficas de usuario y los iconos, ha crecido de forma espectacular. El aumento constante del número de registros de diseños en la EUIPO (Oficina Europea de Propiedad Intelectual) demuestra el claro éxito del sistema comunitario de diseños y también refleja bien la creciente importancia económica de la protección de los diseños.

Sin embargo, la evaluación también reveló indicios de una posible infrautilización de los derechos de diseño, en parte debido a la falta de conocimiento del régimen específico de protección de diseños y sus beneficios. La evaluación también reveló que la relevancia de la legislación se ve algo disminuida al no estar adaptada a la era digital en varias áreas [por ejemplo, (i) materia elegible de protección; (ii) medios de representación del diseño; (iii) el alcance de los derechos de diseño; y (iv) el alcance de la limitación de uso privado en el contexto de la impresión 3D]. En consecuencia, las reglas actuales no permiten proteger adecuadamente los nuevos tipos de productos y diseños.

En términos de eficacia, la evaluación encontró que la legislación de la UE sobre protección de diseños ha tenido mucho éxito en la construcción de un mercado único para los productos que incorporan diseños. No ha sido posible, sin embargo, cuantificar los costes y beneficios de la legislación de la UE sobre protección de diseños. Sin embargo, se ha revelado que los costes no son especialmente elevados o desproporcionados, y no hay duda de que los costes de aplicación del sistema se ven compensados por los beneficios que ha aportado. En particular, el sistema de registro unitario ha supuesto: (i) menores costos de registro; (ii) menor complejidad y demora; y (iii) mayor transparencia. Con la evaluación la UE decidirá si reforma el actual derecho de diseños industriales.

José Manuel Otero, senior advisor de Broseta.

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