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Tribuna
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La importancia del arbitraje deportivo para los juristas

Muchos triunfos deportivos los consiguen los abogados ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo

REUTERS

El mundo del deporte ha estado muy pendiente de Suiza en las últimas semanas. El 17 de diciembre se conoció la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana sobre el escándalo del dopaje de Estado promovido por Rusia, en el que se reduce a la mitad la sanción inicialmente impuesta por la Agencia Mundial Antidopaje y prohíbe a Rusia organizar grandes eventos deportivos en 2021 y en 2022 ni participar como país en eventos mundiales (entre los que se incluyen los Juegos Olímpicos de verano y de inviernos, que se celebrarán en Tokio en 2021 y en Pekín en 2022, y el Mundial de fútbol de Catar 2022), por lo que los deportistas rusos no podrán competir utilizando su bandera, su himno nacional y el nombre de su país.

Por otro lado, el pasado 24 de diciembre se conoció la parte dispositiva de la Sentencia del Tribunal Federal Suizo que anula un laudo previo del Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana que acordaba una suspensión de 8 años al nadador chino Sun Yang por un asunto de dopaje, lo que de facto suponía la finalización de su carrera deportiva, y obliga a volver a celebrar el procedimiento con un tribunal arbitral nuevo.

Se trata de dos importantes resoluciones que tienen un gran impacto en la carrera profesional de miles de deportistas de alto nivel, pero también en una industria deportiva que mueve miles de millones anuales: derechos de imagen, derechos de retransmisión deportiva, contratos de patrocinio publicitario, etc.

Lo más curioso es que todas las sanciones que afectan a los deportistas de alto nivel de todas las modalidades deportivas, incluidas las más mediáticas como son el fútbol, el baloncesto, el tenis o la Fórmula 1 y la Moto GP, se fundamentan en relaciones consensuales entre asociaciones privadas de ámbito global y deportistas internacionales que han dado como fruto un conjunto de principios jurídicos universalmente aceptados y genéricamente conocidos como lex sportiva y un sistema de resolución de conflictos unitario que resulta mucho más eficiente en el caso de las competiciones internacionales que las jurisdicciones nacionales.

En efecto, el Tribunal de Arbitraje Deportivo, una Corte, una corte de arbitraje privada y dependiente del Comité Olímpico Internacional, se ha convertido en el modelo de referencia para la resolución de todos los conflictos deportivos, al asegurar un procedimiento arbitral con todas las garantías procesales: imparcialidad, objetividad, igualdad de armas y coherencia y uniformidad en la aplicación de la lex sportiva a todos los deportistas. En la práctica, el Tribunal de Arbitraje Deportivo suele llevar a cabo un examen más en profundidad de los reglamentos y resoluciones del Comité Olímpico Internacional y de las federaciones deportivas internacionales, lo cual con carácter general resulta más ventajoso para los intereses de los deportistas que los estándares de revisión más formalistas y arbitrarios que los tribunales nacionales suelen aplicar al enjuiciar la normativa y las decisiones internas de los órganos de gobierno de unas asociaciones deportivas privadas.

También es el encargo de conocer de los conflictos suscitados entorno a las sanciones impuestas en aplicación del Código Mundial Antidopaje, cuyo objetivo es la armonización colectiva y universal de los esfuerzos de organizaciones nacionales y de las federaciones deportivas internacionales en su lucha contra el dopaje en el deporte, y que en la práctica resulta de obligado cumplimiento para los Estados que, como el caso de España con la nueva Ley Orgánica de lucha contra el dopaje en el deporte que se halla en tramitación, tienen la necesidad la necesidad de adaptar su normativa interna para no afectar negativamente a la práctica profesional del deporte.

Se puede decir sin miedo a errar que, en ocasiones, muchos triunfos deportivos los consiguen los abogados a través de un procedimiento ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.

Además, el Tribunal de Arbitraje Deportivo acaba de reconocer como lengua oficial el español, junto al inglés y al francés, por lo que los abogados con conocimientos en arbitraje que quieran trabajar en el ámbito deportivo han de conocer el Código de Arbitraje Deportivo y la jurisprudencia del Tribunal de Arbitraje Deportivo y del Tribunal Federal Suizo.

Juan Ramón Liébana Ortiz, es doctor en Derecho y profesor adjunto de Derecho Procesal en la Universidad Internacional de La Rioja.

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