Calviño ha anticipado ya a la UE todas sus reformas excepto la laboral y la de pensiones
La vicepresidenta ha aguardado a presentarlas hoy a patronal y sindicatos, que se quejan de la falta de detalles, y promete que las medidas concretas se negociarán en el diálogo social
El Gobierno no solo tiene ultimado el plan de reformas que acompañará al paquete de inversiones que planea remitir en breve a la Comisión Europea para acceder a las ayudas comunitarias frente al Covid-19, sino que le ha avanzado ya el grueso de las medidas que prevé poner en marcha exceptuando solo las que afectan al mercado laboral y las pensiones.
Así lo ha revelado este viernes la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, aclarando que el Ejecutivo buscaba presentar primero estos temas sensibles a los agentes sociales, en una reunión que ha tenido lugar esta mañana.
Aunque sindicatos y la patronal han mostrado sus reservas en estos dos campos, por la falta de detalle por parte del Gobierno, Calviño ha aclarado en una rueda de prensa posterior que el plan de inversiones y reformas detallará las líneas de actuación pero que las medidas concretas a tomar serán negociadas previamente en el diálogo social en busca del “máximo consenso”.
La vicepresidenta ha defendido que el envío del Plan de Recuperación, para el que hay margen hasta finales de abril pero que aspira a enviar en las próximas semanas una vez concluidos los requisitos formales en el ámbito europeo, es solo el inicio de un largo proceso.
“Nuestro planteamiento es el de definir el paquete del conjunto de elementos sobre los que vamos a trabajar en los próximos meses, con el fin de abordar estas reformas” tanto “en el ámbito laboral y en el de pensiones”, en los que asegura que hay un “diagnóstico compartido” con los agentes sociales, pero falta concertar las teclas concretas que se van a tocar.
Así, ha revelado, el Gobierno ya viene intercambiando información con la Comisión Europea sobre las otras 28 líneas de inversión y reformas, que abarcan desde la transformación del modelo tributario y energético a la digitalización de la economía, el fomento de la formación profesional y la mejora de los sistemas educativo y sanitario, por poner solo algunos ejemplos.
En el caso de la reforma laboral, ha detallado, se han identificado 17 aspectos sobres los que trabajar que incluyen “mejorar la estructura de los contratos; mejorar la negociación colectiva, las políticas activas de empleo; reducir la dualidad del mercado de trabajo; o modernizar el funcionamiento de los servicios públicos de empleo”.
Otro tanto ocurre con la reforma de las pensiones, en la que el eje central es garantizar la sostenibilidad del sistema público, en la línea defendida por el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, si bien Calviño ha evitado confirmar si plantearán a la UE alargar el periodo de cotización que computa en el cálculo de la prestación.
Escepticismo sindical
Dicho todo esto, Calviño, no ha apaciguado hoy la inquietud de los líderes sindicales respecto a las reformas laboral y de pensiones que el Ejecutivo quiere mandar a Bruselas en el marco del reparto de los fondos europeos de reconstrucción.
La primera de las quejas sindicales es que el Ejecutivo, pese a todas las explicaciones verbales que les ha dado acerca de las reformas que quieren enviar a la Comisión, el Ejecutivo aún no les ha facilitado documentos por escrito de las 30 ‘fichas’ o asuntos que, a su vez, incluyen hasta 170 reformas normativas. “ A estas alturas, no conocemos los documentos que se van a mandar, por eso hemos exigido y pedido de forma taxativa que nos los envíen”, ha dicho el secretario general de CC OO.
Dicho esto, tanto Sordo como su homólogo de UGT, Pepe Álvarez, han vuelto a advertir al Gobierno de que “no cuenten con ellos” para negociar estas reformas si, las propuestas de reforma que van a mandar a Bruselas “son tan concretas como para dejar sin oxígeno al diálogo social”, ha dicho Sordo. “CC OOno va a acompañar al Gobierno en ningún proceso de negociación que no tenga márgenes suficientes para cambiar las políticas”, ha añadido el líder de esta organización.
En la misma línea, Álvarez explicó que los miembros del Ejecutivo les han pedido su parecer sobre las cuestiones a reformar, sobre todo en materia laboral y de pensiones, pero ha condicionado esta negociación a recibir la documentación más precisa del Gobierno. “Queremos poder trabajar en base a documentos que nos permitan saber si las reformas servirán para el objetivo de los fondos europeos, que no es solo superar económicamente la pandemia, sino también cambiar el modelo productivo”, ha indicado el responsable de UGT.
Aunque ambos líderes sindicales han dicho que de lo explicado hoy por el Gobierno se podría deducir que las propuestas de reforma que se envíen a Bruselas sí dejarán margen para ser negociadas, han precisado que para llegar a acuerdos es urgente retomar las mesas de diálogo abiertas para derogar el grueso de la reforma laboral de 2012 y la de pensiones de 2013. Respecto a esta última reforma, Álvarez ha asegurado que si se atienen a lo que les ha explicado hoy el ministro de Inclusión Seguridad Social y Migraciones, la propuesta de ampliar de 25 a 35 años el periodo de cómputo para calcular la pensión, no estaría entre estas reformas. Pero no se fían “porque tampoco ha precisado lo contrario”.
En estas circunstancias, CC OO y UGT han dicho que mantendrán el proceso de movilizaciones que tienen previstas para febrero y que concretarán conjuntamente el martes próximo, con el objetivo de exigir al Gobierno todos los compromisos sociolaborales que incluyeron en el acuerdo de coalición con Unidas Podemos. Han reiterado que la reunión de hoy no desactiva dichas protestas, porque el Ejecutivo no ha concretado lo suficiente sus intenciones y porque entre sus revindicaciones hay cuestiones que no están en discusión en este marco negociador, como es la subida del salario mínimo interprofesional.
Por su parte, el presidente de la patronal Cepyme, Gerardo Cuerva, que ha hablado también en nombre de CEOE, también se ha quejado de la falta de concreción, aunque ha confíado más que los representantes sindicales en la posibilidad de llegar a acuerdos en el diálogo social. En cualquier caso ha reclamado al Ejecutivo que las reformas sean "prudentes y realistas". Y, en cualquier caso, llegado el momento, si no hay acuerdo en el diálogo social, "que el Gobierno sea el que decida".