_
_
_
_
En colaboración conLa Ley
Tecnología
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Preparados, 5G, ¡ya!

La transformación digital traerá un aumento de los ciberataques si la seguridad no se integra desde el inicio

La llegada de los fondos de recuperación de Bruselas puede ser un gran espaldarazo para acometer las reformas estructurales conducentes a la transformación digital de España. Con o sin estos fondos, las redes 5G se configuran como un vector clave para acelerar la transformación digital de la economía al posibilitar el desarrollo de productos y servicios inalcanzables hasta la fecha. La Comisión prevé que la introducción en España del 5G en los sectores de automoción, salud, transporte y utilities generará 14.600 millones de euros en esos cuatro sectores y una importante creación de empleos.

Pero los beneficios esperados no están exentos de riegos y se vaticina un aumento significativo de los ciberataques si la seguridad no se integra desde el diseño inicial. La mayor descentralización de la arquitectura de red móvil, la reducción de la latencia y el aumento de la capacidad de cobertura de dispositivos conectados que conlleva el 5G, generará una mayor superficie de exposición a los riesgos de seguridad que la de las redes actuales.

A los riesgos “técnicos” se unen riesgos estratégicos y geopolíticos motivados por el liderazgo de empresas no europeas en el desarrollo de las redes 5G que motivaron que la Unión Europea publicase en enero el instrumento de soft law denominado Toolbox o Caja de Herramientas para la mitigación de riesgos relativos al 5G que aboga por un enfoque coordinado basado en medidas de seguridad sólidas, tanto a nivel nacional como europeo, independientemente de que sean los respectivos gobiernos los que deben decidir qué medidas de mitigación de riegos consideran apropiadas implantar.

Aunque la Toolbox no contiene ninguna referencia explícita a las empresas chinas, Huawei, como principal proveedor de equipos de 5G mundial, se ha visto en el punto de mira del desarrollo del 5G en Europa ante las medidas que le impuso la Administración Trump. Sin embargo, pese a las presiones de EE.UU., parece que los distintos gobiernos europeos están empezando a dar muestras de su determinación de ser “soberanos digitales” y tomar sus propias decisiones en esta materia.

En España ya se han llevado a cabo varios pilotos 5G promovidos por Red.es, en los que se usa equipamiento de Huawei, y algunos operadores han confirmado su voluntad de que el proveedor chino sea socio en el desarrollo de las redes 5G en nuestro país donde, debido al COVID-19, la fecha de licitación de la banda de frecuencia de 700 MHz (actualmente utilizada para la TDT y que será utilizada para comunicaciones móviles 5G) se ha pospuesto al primer trimestre de 2021 y la asignación de la banda de frecuencia de 26 GHz (que tendrá un rol muy relevante en las aplicaciones industriales, logísticas y servicios de suministro) al segundo semestre de 2021.

 España tiene una oportunidad única para demostrar que es “soberana digital” y acelerar la implantación de sus redes 5G tan necesarias para la transformación digital y superación de la crisis decantándose por las medidas identificadas en la Toolbox que apuestan por esquemas de certificación obligatorios y facilidades para la inspección y auditoria de todos elementos que se instalen en las redes de 5G, se fabriquen por quien se fabriquen y tengan la nacionalidad que tengan.

Estas medidas parecen más eficientes para hacer frente a los riesgos que otras medidas más discutibles técnica y jurídicamente como la categorización de proveedores como de “alto riesgo” o incluso su exclusión de determinadas áreas del 5G. Ello no solo podría vulnerar la libre circulación de bienes y servicios, la libertad de empresa y el principio de no discriminación , sino también causar graves perjuicios económicos y costes a los operadores móviles como reflejan los análisis de la consultora del Reino Unido Oxford Economics.

¿Preparados para el 5G ya?

Javier Fernández-Samaniego es socio director en Samaniego Law

Archivado En

_
_