El mercado del arte busca su oportunidad en las crisis
La compra online se ha triplicado a consecuencia de la pandemia
En 2020 la vida se trasladó al mundo virtual. No solo el trabajo, también el ocio, el entretenimiento y las compras migraron en tiempo récord a plataformas digitales. El mercado del arte no ha sido ajeno a este traspaso y la actividad online se ha disparado desde marzo. Es lo que se desprende del estudio Hiscox online art trade report, elaborado por la citada aseguradora. Según este, el 67% de los compradores de arte adquirió alguna pieza a través de la red entre marzo y septiembre. Este porcentaje se había estancado entre el 40% y el 50% en los últimos años: en 2019 rondó el 44% y en 2017, el 49%.
Pero el número de compradores no ha sido lo único que ha aumentado en este periodo, también lo ha hecho el desembolso que están dispuestos a realizar online, fruto de una mayor confianza en estos sistemas y de que, en muchos casos, era la única vía posible. Así, el 29% de los marchantes superó los 10.000 dólares (8.230 euros) por pintura, frente al 20% de 2019, y el 11% llegó a superar los 50.000 dólares (41.160 euros) por pieza, triplicando el 4% del año anterior.
Las cifras de compra son los datos más llamativos, pero son solo la evidencia de un cambio cultural alrededor del arte que empieza a tomar forma. El 72% de los encuestados por Hiscox afirma visitar plataformas online de mercado del arte semanalmente desde marzo, frente al 54% que compartía esta frecuencia en 2019. Esta cifra llega al 86% en el caso de los denominados grandes compradores (quienes invierten más de 50.000 dólares al año). “El Covid-19 ha acelerado el mercado de arte online. Cuando las galerías tradicionales y los espacios de exhibición vuelvan a abrir por completo seguiremos queriendo ver físicamente las obras, pero el mercado del arte online ha ganado en estructura y en confianza por parte del coleccionista, y se quedará de manera permanente”, apunta la responsable técnica de arte y clientes privados de Hiscox, Eva Peribáñez.
Hasta agosto, las ventas online de arte de Sotheby’s, Christie’s y Phillips casi alcanzaron los 500 millones de euros, por lo que, según las estimaciones de Hiscox, al terminar el año estas podrían triplicar la facturación de 2019, que fue ligeramente superior a los 186 millones de euros.
El auge de este método de compra se une a un momento particularmente interesante para el mercado del arte en general. Así lo considera la asesora y fundadora de Arte Global y RedCollectors, Elisa Hernando: “Cada vez que hay una recesión es el momento de comprar”. La experta explica que hay que diferenciar entre el valor económico y el artístico de las obras: mientras que el primero puede bajar durante las crisis porque la gente necesita liquidez, el segundo es más estable, aunque también pueda fluctuar a lo largo del tiempo. “Si alguien necesita vender, ahí está la oportunidad”, resume.
También recomienda mirar hacia el mercado del arte en contextos como este la responsable de arte impresionista y moderno de Christie’s, María García Yelo: “Durante las crisis, a muchas personas les interesa invertir su dinero en bienes tangibles, y el mercado del arte es una de las opciones. Es estable y, si se ha invertido adecuadamente, suele redundar en que la compra sea rentable”. Si bien, la experta también recuerda que el momento actual es inédito, pues nunca antes se había paralizado la economía como lo hizo durante los meses de confinamiento, e insta a dejarse asesorar por voces expertas. “Pero hay dos reglas que son siempre aplicables: adquirir lo mejor dentro del presupuesto disponible y que sea algo que te interese”, recomienda.
A este respecto, Hernando también brinda una serie de consejos: “Ciertos artistas son un valor refugio, los nombres consagrados fluctúan, pero no tanto. Si se quiere ganar, hay que arriesgar. La rentabilidad es mayor en los no consagrados. Ahí está el reto, pero también la oportunidad”. Aunque para obtener beneficio económico de estas transacciones hay que esperar una media de diez años, la fundadora de Arte Global celebra que, a diferencia de otras inversiones, es un producto que se puede disfrutar durante ese tiempo. No obstante, al igual que sucede con todo tipo de negocios, insiste en diversificar y apostar por una buena mezcla entre contemporáneos y maestros. “Puede parecer superficial, pero, al fin y al cabo, es una inversión”, comenta.