Airbnb se valora en 25.000 millones en una OPV con la que pretende ingresar 2.300 millones
Prevé colocar unos 57 millones de acciones a un precio que oscilaría entre 44 y 50 dólares cada una.
El gigante de los alojamientos turísticos Airbnb, con más de 7 millones de anuncios en todo el mundo, ha revelado esta mañana en un folleto depositado en la SEC, el regulador bursátil de EE UU, lo que pretende recaudar en su próxima oferta pública de venta. En concreto prevé obtener hasta 2.850 millones de dólares (2.300 millones de euros) en su próxima OPV, merced a una valoración de la compañía que llegaría a los 30.000 millones de dólares (25.000 millones de euros), incluídas las opciones sobre acciones. Los planes de Airbnb pasarían por vender unos 57 millones de acciones a un precio que oscilaría entre 44 y 50 dólares cada una.
El valor estimado de la compañia coincide prácticamente con el precio calculado en 2017, en torno a 31.000 millones de dólares (25.885 millones de dólares), pero es algo menos del doble de la valoración realizada en abril de 2020, en el inicio de la crisis desatada por el coronavirus, donde apenas superaba los 18.000 millones de dólares (15.013 millones de dólares) En esa fecha, la compañía, dañada por el cierre del tráfico aéreo mundial, obtuvo un préstamo de 915 millones de euros, liderado por la firma de capital riesgo Silver Lake, en el que también participaron Apollo Global Management, Sixth Street Partners, Oaktree Capital Management y Owl Rock, BlackRock, Eaton Vance Corp., Fidelity Investments y T. Rowe Price Group, entre otros. Dos de los inversores institucionales que participan en el crédito (Silver Lake y Sixth Street Partners) inyectaron solo diez días otros 915 millones de euros a Airbnb en una operación que combinaba compra de acciones y deuda.
Pese al fuerte impacto que ha tenido la crisis en la compañía, que anunció en mayo el despido de 1.900 trabajadores, el 25% de su plantilla, y que hace dos semanas confesó por primera vez que acumulaba pérdidas por valor de 1.462 millones de euros desde 2015 y que no tendría beneficios en muchos años, las perspectivas de negocio son muy optimistas. Y se basan en la recuperación de las reservas en el tercer trimestre, el mejor tradicionalmente para Airbnb, en un entorno muy complejo, con restricciones, cuarentenas, rebrotes y prohibiciones de viajar en muchos destinos del mundo. La métrica que utiliza Airbnb es el saldo neto de reservas, que sale de restar las reservas menos las cancelaciones.
Ese balance fue negativo en marzo (-4,1 millones) y abril (-700.000) y posteriormente se ha ido recuperando con fuerza. En marzo se alcanzaron las 9,2 millones de reservas netas (un 68% menos que en el mismo mes de 2019), en junio se llegó a 19,5 millones (un 31% menos), en julio a 21,7 millones (un 28% menos), en agosto a 20,6 millones (un 28% menos) y en septiembre a 19,5 millones (un 28% menos). Unas cifras que, según los expertos consultados por Bloomberg, dan alas a una plataforma que cerró el tercer trimestre de 2020 con cuatro millones de anfitriones, de los que el 86% está fuera de EE UU, y 7,4 millones de anuncios, de los que 5,6 millones estaban activos.
Airbnb no ha obtenido beneficios en ninguno de sus 13 años de historia, tal y como reconoció en el primer folleto de salida a bolsa, no espera obtenerlos en el corto plazo, como consecuencia del impacto tan brutal que ha tenido la crisis sanitaria del coronavirus. La plataforma acumula unas pérdidas de 1.462 millones desde 2015. El grueso de las pérdidas se acumuló en los dos últimos años. En concreto se registraron números rojos por 566,4 millones en 2019 y de 585,3 millones en los nueve primeros meses de 2020. De hecho, esos dos años supusieron una ruptura muy importante en la senda de corrección de las pérdidas, ya que se había pasado de un resultado negativo de 113,7 millones de euros en 2015 a otro negativo de tan solo 14,2 millones en 2018.