El limpiador de microplásticos del puerto
Mares Circulares prueba con éxito el robot Clean-Dock
Las pruebas del prototipo de robot Clean-Dock para la limpieza de microplásticos en puertos, diseñado por la startup Semillas del Cantábrico, han finalizado con éxito. Se trata de un proyecto apoyado por el programa Mares Circulares de Coca-Cola en España y Portugal y cofinanciado por The Coca-Cola Foundation. Gracias a este robot, es posible reducir el impacto de microplásticos sobre el medioambiente marino en las zonas portuarias, evitando que lleguen a alta mar y afecten a su fauna.
Semillas del Cantábrico ha estado probandoel prototipo Clean-Dock en el puerto de Gijón. Durante el mes y medio en el que se estuvieron desarrollando las pruebas, el robot logró recoger un total de 2.523 piezas de microplásticos de entre 80 y 1.400 micras (μm). En cuanto a macrorresiduos, se recolectó un total de 16 kilos, de los cuales 7 kilos corresponden a plásticos y, a su vez, 2 kilos pertenecen a la categoría PET (tereftalato de polietileno), usado en envases de bebidas.
“Los resultados obtenidos evidencian el buen funcionamiento de este prototipo, ya que permite una recolección y caracterización desde los macror residuos hasta los microplásticos de un tamaño de hasta 80 μm, lo que no solo permite una labor eficiente, sino también la retirada sistemática de estos elementos, que generan un impacto negativo en la biodiversidad”, afirma Carmen Gómez-Acebo, directora de responsabilidad corporativa de Coca-Cola European Partners Iberia.
El prototipo Clean-Dock ha demostrado su eficacia en la recogida de residuos marinos localizados hasta un metro de profundidad
El prototipo Clean-Dock ha demostrado su eficacia en la recogida de residuos marinos localizados hasta un metro de profundidad en las dársenas portuarias, donde otros medios de recuperación no pueden llegar a actuar. Por ello, los expertos consideran que este prototipo puede ser utilizado en materia de prevención antes de que los residuos lleguen a alta mar, donde la recolección es bastante más laboriosa.
“Gracias al funcionamiento del prototipo y a las pancartas instaladas en el paseo marítimo de Gijón los viandantes han mostrado su interés por la labor realizada por Clean-Dock. Esto contribuye a la sensibilización y concienciación sobre los residuos marinos y su origen y, además, ha servido para difundir la labor que se hace a través del programa Mares Circulares”, destaca Ana Gascón, directora de responsabilidad corporativa de Coca-Cola Iberia.
Gonzalo Viñuela Mori, director de operaciones de Semillas del Cantábrico, indica: “Entre los macrorresiduos recuperados durante el funcionamiento del prototipo destacan piezas de plástico de entre 2,5 y 50 centímetros, así como bolsas de plástico, asociadas a la actividad humana. Los microplásticos más frecuentes entre las muestras analizadas son fragmentos, fibras y esponjas, clasificados como secundarios; es decir, derivados de la degradación de objetos plásticos de mayor tamaño”.
Este proyecto, llevado a cabo con el prototipo Clean-Dock, forma parte de la apuesta por la innovación en la recogida de residuos promovida por Mares Circulares. Esta iniciativa trabaja para alcanzar un modelo de economía circular a través de tres mecanismos: limpieza, sensibilización e integración en la cadena de valor. Las limpiezas son llevadas a cabo en tierra por voluntarios, en fondos marinos con barcos y ahora también puede llegar a puertos, gracias a Clean-Dock.
Mares Circulares, proyecto basado en alianzas
La fase de prueba del prototipo Clean-Dock forma parte del programa Mares Circulares, un proyecto de alianzas, impulsado por Coca-Cola en España y Portugal, cofinanciado por The Coca-Cola Foundation, con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Asociación Chelonia, Fundación Ecomar, Asociación Vertidos Cero, y Liga para a Protecção da Natureza de Portugal. Gracias a este programa, solo en la última edición, un total de 30.912 personas tuvieron acceso a distintas acciones de formación y sensibilización. El número de voluntarios alcanzó las 11.660 personas y se recogieron 313 toneladas de residuos en playas y entornos acuáticos de España y Portugal.