BME pide al Gobierno que no toque la fiscalidad de las socimis para no torpedear su éxito
El despacho Uría Menéndez califica de residual el cambio tributario y homologable al marco de EE UU
Temor en el ámbito empresarial de que se trunque el modelo de éxito de las socimis por el cambio fiscal propuesto por el Gobierno en su plan presupuestario presentado este martes. Desde BME (Bolsas y Mercado Españolas) se solicitó este miércoles al Ejecutivo y los legisladores que no modifiquen el sistema que ha conllevado a que coticen 80 nuevas de estas inmobiliarias. "El modelo funciona. Es un éxito y convendría tocar lo mínimo posible", aseveró Jesús González Nieto, director gerente de BME Growth (el mercado alternativo de la Bolsa). Estas declaraciones las hizo en la presentación de un informe sobre este sector elaborado conjuntamente con la consultora inmobiliaria JLL.
"No es un vehículo exótico que nos hemos inventado en España, es un vehículo homogéneo con otros países", recordó González Nieto sobre esta figura fiscal, impulsada a partir de 2012 en España a semejanza de los REIT internacionales con décadas de experiencia. "Contra lo que se nos dice, las socimis claro que pagan impuestos. Lo pagan a través del reparto de dividendos y los accionistas pagan religiosamente", añadió.
Las socimis (sociedades cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario) pagan a un tipo del 0% en el impuesto de Sociedades a cambio de repartir al menos el 80% de su beneficio en forma de dividendos entre sus accionistas, que sí pagan. El Ejecutivo, a propuesta de Unidos Podemos, anunció una modificación por la que estas empresas pagarán un gravamen del 15% sobre beneficios no distribuidos. La realidad de este cambio es que apenas afectará a las compañías, sobre todo a las grandes, porque reparten más dividendos de lo que el legislador considera como beneficio contable, pero el sector se queja de que crea confusión entre los inversores internacionales, que hace a las compañías españolas menos competitivas y crea inseguridad jurídica.
Sin embargo, desde el despacho Uría Menéndez en el mismo evento conjunto con BME y JLL se minimizó el impacto de la medida. Luis Molina, asociado sénior de la firma y experto en fiscalidad, señaló que la norma propuesta por el Ejecutivo es similar a la que ya existe en otras jurisdicciones como EE UU y Australia y, por tanto, no es ajena al derecho comparado. Por eso, por el lado de la buena noticia, afirmó que en la medida presupuestaria "se pueden reconocer los inversores".
Sin embargo, desde el lado negativo, Molina aseveró que la nueva norma cambia el paso: "Es un cambio legislativo que puede alterar la toma de decisiones de los inversores".
"Si hay una pequeña esperanza es que el propio legislador cree en el régimen. El legislador cree en el modelo. Es un cambio residual", aseveró.
Desde JLL, Alberto Segurado, su director de deuda y finanzas corporativas, coincidió en el error de cambiar ahora el régimen fiscal de estas empresas: "No lo toques. Tienen que competir en igualdad de condiciones con los REIT. No pongamos piedras en el camino para que puedan ser competitivas".
Efecto en Bolsa pero no en recaudación
Tras la noticia, en las sesiones de Bolsa del martes y el miércoles, las grandes socimis como Merlin y Colonial se vieron seriamente afectadas por las dudas que crea la medida entre los inversores. Sin embargo, el efecto de aumento de pago de impuestos entre las grandes será mínimo o nulo, ya que reparten siempre más del 100% del beneficio contable recogido en la norma, al regirse por el criterio de reparto entre accionistas el fondo de operaciones (FFO) o caja libre operativa, de mayor importe. Afectará más a las más pequeñas que cotizan en BME Growth en la medida en que no distribuyan el 100% del beneficio. Por eso, Segurado, de JLL, apuntó a que esta caída en el valor bursátil es injustificado. "El dinero es bastante miedoso".
Desde esta firma calculan que el efecto en recaudación para Hacienda será entre 10 y 25 millones de euros, aunque el departamento dirigido por María Jesús Montero lo ha situado en esa parte alta de la horquilla, en 25 millones.
Un negocio creciente con 51.000 millones en propiedades
El informe de JLL y BME del ejercicio 2019 se hace sobre 79 socimis que operaban ese año frente a 74 del año anterior. En conjunto controlan 51.060 millones de euros en activos (GAV), un 12,5% más que en el ejercicio anterior. En valor neto (NAV), descontando la deuda, la cifra llega a los 31.477 millones, un 16,9% más.
Estas compañías obtuvieron 2.060 millones en ingresos por rentas (alquileres de sus activos), cifra un 8,6% superior. Además, repartieron a sus accionistas 1.254 millones en dividendos, un 60,5% más.
La capacidad de generación de caja anual también les permitió reducir los niveles de apalancamiento hasta el 38% sobre el valor de mercado de los activos, 200 puntos básicos menos que en el ejercicio anterior para el mismo perímetro, con un volumen de deuda neta total de 19.500 millones de euros.
Según el informe, a cierre del primer semestre de 2020, las 81 socimis que cotizaban en ese momento alcanzaban una capitalización conjunta más de 21.260 millones, un 17 % menos que al cierre de 2019, como consecuencia de la pandemia de Covid-19.