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Luis Garicano: “Subir las pensiones y los sueldos a funcionarios tendría una lectura muy negativa en Europa”

Considera que en España hay riesgo de que se utilice el dinero europeo para crear élites económicas afines y redes clientelares con las que perpetuarse en el poder. “El país tiene que ser consciente de que necesita credibilidad para mantener el apoyo europeo”, afirma.

Luis Garicano, eurodiputado de Ciudadanos y vicepresidente del grupo Renew Europe, en las oficinas del Parlamento Europeo en Madrid.
Luis Garicano, eurodiputado de Ciudadanos y vicepresidente del grupo Renew Europe, en las oficinas del Parlamento Europeo en Madrid. Pablo Monge

Economista de cabecera de Ciudadanos y equidistante con la cúpula del partido en los últimos tiempos de Albert Rivera, Luis Garicano ganó su puesto como diputado en el Parlamento Europeo el año pasado y además es el vicepresidente del grupo Renew Europe, sucesor de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa. Desde ese puesto trabaja para que las ayudas de la UE lleguen a buen puerto. Pero alerta de que la imagen de España en Bruselas está muy deteriorada e insiste en que el país tiene que ser el primero de la clase para recobrar la credibilidad. Afirma que una subida de los sueldos de los funcionarios y de las pensiones en los Presupuestos Generales del Estado tendría “una lectura muy negativa en Europa”.

R. ¿Cómo ve el plan del Gobierno para el dinero del fondo de recuperación europeo?
R. Veo un plan que está muy cogido con pinzas. No hay hitos, no hay fechas, no hay números. Temo que no hemos aprendido de los errores de la pandemia. Los mismos problemas de comunicación y coordinación que tuvimos en la gestión de la pandemia van a dificultar la gestión e implementación de proyectos vinculados al fondo de reconstrucción.
R. ¿La estrategia de pedir primero las ayudas directas y después los préstamos [unos 70.000 millones de euros en cada caso] es adecuada?
R. España necesita toda la financiación para luchar contra la crisis en la que estamos, y la europea es mucho más barata que la que el país consigue por sus propios medios. Preferiría que usara la financiación disponible ya.
R. ¿La UE mira a España con lupa?
R. Empieza a haber preocupación. En 2007 y 2008, España era considerado un país normal en el contexto europeo. Entre 2008 y 2012 comenzó a haber un poco de sospecha general, y ahora corremos el riesgo de agravar esa sospecha y de llevar a creer a la gente que no somos un país serio.
R. ¿Qué opina de las previsiones económicas de Nadia Calviño?
R. La previsión de crecimiento para 2021 del 9,8% contando con los fondos europeos me parece muy optimista. No hay previsión de ingresos, solo de gastos, el déficit se saca de la manga, y los 27.000 millones europeos prácticamente sustituyen a la formación bruta de capital fijo del año anterior. En ese sentido, no veo ambición transformadora en los Presupuestos.

Puede ser que en algunos países haya reticencias a las medidas del BCE si se extiende la sensación de que España incumple

R. Entonces, ¿cómo queda el eventual apoyo de Ciudadanos a los Presupuestos?
R. En eso no entro, de ese tema se están encargando mis compañeros de partido que tienen ese cometido.
R. De entrada, el Gobierno prevé subidas de las pensiones y del sueldo de los funcionarios. ¿Qué se piensa en Europa sobre esto?
R. Desde el punto de vista de la Comisión Europea, en una situación prácticamente de hecatombe económica, si se suben pensiones y gastos de funcionarios, va a parecer que España no es consciente de la situación estructural de las finanzas en los próximos años. Va a tener una lectura muy negativa en Europa.
R. Ha dicho ante el Parlamento Europeo que “se debe evitar que haya gobiernos que utilicen el dinero para crear élites económicas afines y redes clientelares con las que perpetuarse en el poder, los fondos europeos no pueden servir para pagarle una campaña de publicidad al presidente del país de turno”. ¿Esto es un riesgo en España?
R. Sí que lo veo, me preocupa que no haya una oficina de reconstrucción y reformas. Es Moncloa, y el jefe de gabinete del presidente del Gobierno es una persona del ámbito de la comunicación, cuya mayor preocupación es el relato y la campaña electoral en lugar de gobernar. No viene del ámbito de Estado y se preocupa del éxito electoral, no de asegurarse de que España hace las reformas que necesita.
R. Pero habrá un control por parte de Europa de los proyectos y del dinero, ¿no?
R. Ese es el deseo de mi grupo y lo que estamos negociando ahora en el reglamento, que todavía no está listo. Espero que sea exigente, con hitos concretos, números, cumplimiento y transparencia. Eso es lo que vamos a intentar. La única esperanza ahora mismo es que la gobernanza venga de Europa, porque las instituciones, el Gobierno y el Parlamento están en una situación de confrontación con mucho politiqueo y poca política de altura.

La única esperanza ahora mismo [para España] respecto a los fondos europeos es que la gobernanza venga de Europa

R. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha dicho que “lo más importante es que la economía no sufra más” en relación a la gestión del Covid-19. ¿Existe un conflicto entre economía y salud?
R. Los países que lo hacen mejor en salud lo hacen mejor en economía, y los que lo hacen peor en salud lo hacen peor en economía. Ambas cuestiones van unidas. Si dejamos que la pandemia siga y se restrinja la economía, vamos a tener mucha más caída. Hay que luchar contra la pandemia para recuperarse.
R. ¿Puede haber problemas con el sistema financiero?
R. Todos pensábamos en mayo en una crisis simétrica, lo que hubiera permitido una respuesta sencilla porque todos los países estaríamos en el mismo barco. Lo que vemos ahora es que es una crisis muy, muy, asimétrica, más que la financiera que estalló en 2008. Es decir, España va a tener crecimientos ocho o nueve puntos peores que los países del norte de Europa. Ante eventuales problemas financieros en esos países, no está claro que los países del norte vayan a permitir que se usen instrumentos comunes, europeos, para ello.
R. El BCE está actuando con planes de compra de deuda y liquidez para la banca. Si la asimetría se agrava, ¿hay riesgo de que abandone estas medidas?
R. El riesgo es político más que económico. Si los países se portan bien, no hay ninguna razón por la que el BCE no siga con las medidas. Pero puede ser que en Holanda, Alemania u otros países haya reticencias crecientes, sobre todo si se extiende la sensación de que España no hace sus deberes. Hay dos incertidumbres: el apoyo del BCE y la suspensión del pacto de estabilidad y crecimiento. Hasta 2021 podemos dejar correr el déficit, pero a partir de entonces, en principio, no.
R. Pero eso sería una catástrofe para España y otros países…
R. Es necesario que el apoyo europeo siga, que no se pare, porque si se para habrá que pedir prórrogas. Por eso es tan importante ser el mejor alumno de la clase. España tiene que ser consciente de que necesita credibilidad para mantener ese apoyo.

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