Los megafondos que replican índices evitan la Bolsa española
La proporción de ETF de valores nacionales es mínima
Los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) se han convertido en el estándar en Estados Unidos. La forma más sencilla y barata para extender la inversión en Bolsa a millones de particulares. Más de la mitad del dinero que hay en renta variable estadounidense se vehiculiza a través de este formato de inversión.
En Europa, la fórmula está tardando más en cuajar, pero avanza de forma imparable. En Reino Unido, ya hay más de 30.000 millones de euros en ETF específicos de Bolsa británica. En Alemania son casi 25.000 millones y en Francia, casi 18.000 millones. Sin embargo, el volumen de fondos cotizados de Bolsa española es exiguo, apenas 1.150 millones de euros, de acuerdo con Bloomberg. Una cifra por debajo de la de Suecia, que tiene un mercado bursátil significativamente menor.
“España está fuera del radar de los ETF. Es un mercado pequeño, casi de nicho”, explica Gonzalo Sánchez, gestor de renta variable para Iberia de Gesconsult. El experto recuerda que el Ibex lleva tiempo rezagado respecto al resto de Bolsas europeas, no solo tras el estallido de la pandemia. El fuerte peso de la banca, que arrastra años de caídas bursátiles, es determinante y solo muy tímidamente se van abriendo paso otros sectores en la composición del Ibex.
Las claves del auge de un nuevo modo de inversión
Costes. Los fondos de inversión de Bolsa cobran a los clientes comisiones que van del 1,5% al 2,5%. En cambio, los fondos que replican índices, como no tienen que pagar a los gestores ni a las firmas de análisis, pueden aplicar comisiones de entre el 0,1% y el 0,5%, una fracción del coste de la gestión activa.
Retornos. Al partir de un punto inicial con menos costes, los fondos de gestión pasiva llevan años logrando unas rentabilidades mejores a sus comparables de gestión pasiva. Numerosos estudios han demostrado que es estadístacamente muy difícil para un gestor profesional conseguir, año tras año, batir a los fondos pasivos y a los índices de referencia.
Diversificación. Algunos de los fondos cotizados (ETF) tienen la capacidad de tener en sus balances miles de activos de todo el mundo. En los de renta fija que replican índices de evolución mundial de bonos, hay ciertos cotizados que tienen más de 10.000 títulos de renta fija de gobiernos y corporaciones de todo el planeta. Con un ETF amplio de renta fija y otro de Bolsa mundial, cualquier particular puede tener una exposición total al crecimiento del PIB mundial, sin necesidad de ser un experto inversor.
Con la reciente incorporación al selectivo de Almirall y Pharmamar, y pese a su reducida capitalización, el sector de la salud representa cerca del 3% del Ibex. Un porcentaje todavía muy inferior al 7% que ronda en el Cac o al 9% en el Eurostoxx, según explica Sánchez, que da la bienvenida a “todo lo que sea rebajar el peso del sector financiero”.
La gestión pasiva
Aunque en España sea muy habitual mencionar al Ibex 35 para ver cómo va la Bolsa, en las grandes plazas internacionales es un mercado menor. Además, cada vez hay una mayor sofisticación en el diseño de índices y los ETF cada vez tienen un menor componente de gestión pasiva.
Las gestoras especializadas en este tipo de fondos cotizados de bajo coste pueden hacer índices específicos de pequeñas compañías europeas, o de firmas tecnológicas o de cotizadas que estén infravaloradas. De esta forma, las acciones de Cellnex, por ejemplo, pueden estar incluidas en un abanico cada vez más amplio de vehículos. Para que un inversor pasivo llegue a esta firma no es necesario que compre un ETF que replica el Ibex 35, pero sí es importante que la compañía esté incluida en nuevas tendencias y modas de inversión (transformación digital, megatendencias, inversión socialmente sostenible...).
“Estamos percibiendo que en Bolsa cada vez tiene más peso la gestión de flujos de inversión y menos la gestión por fundamentales. El mercado se mueve en gran medida por los ETF, en los que cada vez tiene más peso la inclusión de compañías con criterios de sostenibilidad. Puede haber empresas con recorrido pero el dinero de esos grandes fondos no entra ahí”, explica Alfonso de Gregorio, gestor de renta variable española de Trea Asset Management
El gestor también insiste en la desventaja que sufre la Bolsa española frente a otros mercados europeos por la ausencia de valores tecnológicos y del sector de salud, precisamente los que más tirón tienen en la actualidad entre los inversores.
La reducida liquidez de algunos valores es también motivo para que los ETF pasen de largo por el mercado español. De Gregorio pone como ejemplo FCC. “Se trata de una compañía que nos gusta mucho, por su gestión del agua y de los residuos urbanos pero con escaso ‘free float’ y capitalización. Su rival francesa Veolia, un valor mucho más líquido, le da mil vueltas en Bolsa”.