Arantxa Sasiambarrena: “El modelo educativo estaba anclado en el pasado”
Asegura que el futuro pasa por la formación continua y la especialización
Tras una trayectoria ejerciendo diferentes puestos de responsabilidad en varios medios de comunicación, en 2012, a Arantxa Sasiambarrena (Madrid, 1973) le ofrecieron ayudar a lanzar y dirigir la escuela de negocios digital The Valley. Todo un reto tras la crisis. Ahora se enfrenta a una nueva transformación en la que, asegura, la clave está en la apuesta por la formación continua.
- R. Definen The Valley como una escuela de negocios digital, ¿qué significa ese apellido?
- R. Siempre se confunde la temática con la forma de impartirlo. En los inicios The Valley era una escuela de negocios boutique, pero dentro de eso, no éramos de MBA porque nos enfocábamos al negocio digital, con temáticas como ecommerce, marketing digital, analítica... Ahora tenemos un modelo mucho más evolucionado y enseñamos más oficios, formamos especialistas, pero además lo hacemos en modelos que no son necesariamente los tradicionales.
- R. La educación ha sido una de las industrias que más ha preocupado durante la pandemia.
- R. Creo que, afortunadamente, el Covid ha acelerado el modelo de transformación de la educación. El reto era cómo trasladar el conocimiento a las personas cuando no pueden estar físicamente en el aula. La tecnología ha sido clave. Nosotros hemos creado The Valley Flow, una plataforma donde mezclamos la tecnología, las herramientas... También lo que entendemos que forma parte del modelo educativo, como los profesores, los alumnos, los contenidos... Todo con un modelo muy flexible, donde el alumno puede estar presencialmente o en remoto.
- R. ¿Cómo continuará evolucionando?
- R. Hay una parte muy coyuntural, pero cuando llegue la vacuna, se tendrán opciones que antes no se tenían. El modelo de formación estaba un poco anclado en el pasado, la clave hoy en día es la formación continua, muy orientada a la empleabilidad y a la especialización. Ahora te quedas sistemáticamente desactualizado. Los cursos reglados, con una duración determinada y un itinerario formativo concreto son un modelo caduco. No es un tema de que coyunturalmente haya llegado el Covid, cuando hablo de flexibilidad no me refiero únicamente a elegir un modelo no presencial, sino a permitir que cada uno construya su propio itinerario formativo. También nos hemos dado cuenta de que se eliminan las barreras físicas. ¿Por qué no vas a acceder ahora a una formación de primer nivel en cualquier parte del mundo? La enfermedad desaparecerá, pero esto ya va a marcar un modelo muy diferente.
- R. ¿Se puede ofrecer la misma calidad en remoto?
- R. Creo que sí. Nosotros lo notamos mucho con el perfil del directivo. Cuando vas a una escuela de negocios fundamentalmente con el objetivo de conseguir un networking, la relación con una comunidad, todos tenemos la barrera de pensar que ese networking tiene que darse necesariamente en el mundo físico, pero con el Covid hemos visto que hay muchas formas de generar comunidad sin que tengan que pasar necesariamente por el mundo físico. Es posible, pero inevitablemente vemos esa barrera y pensamos que si no estamos físicamente en el mismo espacio que otras personas, no las vamos a conocer.
- R. ¿Debe ser la empleabilidad el principal elemento a tener en cuenta a la hora de formarse?
- R. Es uno de los motivos por los que cualquier persona hace un máster en algún momento de su vida. Antes pensábamos en una empleabilidad que tuviera un etiqueta: “Hago un MBA porque me va a dar acceso a un tipo de salario o de lo que sea”. Hoy en día la empleabilidad está mucho más ligada a la capacidad de ser especialista. Puedo ir empleándome en diferentes actividades que no tienen que ver con las tareas a las que me dedicaba a los 25 años. Nosotros tenemos una parte de headhunters desde donde miramos qué profesiones demandan más las compañías y qué formación debes tener para tener una salida profesional mejor. Cuando lanzamos determinados programas al mercado es porque existe una brecha, una demanda muy alta de profesionales, pero que no se encuentran porque no hay especialistas en ello.
- R. ¿Cómo se adaptan a ello?
- R. En nuestro caso, la gente se configura su itinerario. Puedes hacer un programa de nueve meses, preferir ir adquiriendo conocimientos en los que el título no es lo importante, sino los contenidos... Tenemos certificados de programas que duran tres meses a los que solo hay que dedicarle 20 minutos al día... Hoy no viene un alumno que solamente quiere hacer un máster, hay mucha oferta formativa más allá.