Qué competencias necesitan los jóvenes para tener empleo
La mayoría de las empresas se quejan del desajuste entre la formación y sus necesidades
Un 77% de las empresas consideran que hay un desajuste entre las competencias que necesitan en graduados universitarios y las que ofrece el sistema educativo. En cuanto a la formación profesional, el desfase encontrado es del 69%. Este es uno de los resultados del estudio Las competencias profesionales del futuro: un diagnóstico y un plan de acción para promover el empleo juvenil después de la Covid-19, presentado este miércoles por el profesor del IESE Jordi Canals. En el informe han participado 118 empresas relevantes de la economía española, que ponen de manifiesto la dificultad que encuentran, así lo aseguran el 83% de ellas, para cubrir los puestos de trabajo.
Las empresas indican que no encuentran las competencias necesarias en los perfiles que entrevistan o que los perfiles con las competencias profesionales necesarias son escasos. También es cierto que las competencias que buscan las empresas han cambiado. Un 73% de ellas considera que la transformación digital es la primera causa. Otros factores que han influido son los cambios en las necesidades de los clientes (mencionados por un 75% de las empresas), la internacionalización (mencionada por el 57% de las empresas), o la automatización (mencionada por el 63% de las empresas).
De hecho, más del 50% de las organizaciones indican que seguirán automatizando tareas durante los próximos años, y que será necesario llevar a cabo una labor de reciclaje de los trabajadores, para que lleven a cabo tareas que hasta ahora no han realizado. La mayor brecha en cuanto a conocimientos se encuentra en la formación en tecnología. El 94% de las empresas no encuentran en los graduados los conocimientos necesarios en big data, el 91% en inteligencia artificial, el 89% en robótica y el 88% en marketing digital.
El sistema educativo no ha podido responder con la velocidad deseable a los retos planteados, señala el informe. A ello se refiere Canals, cuando habla de la falta de adecuación de la realidad con la preparación de las personas, que califica de desoladora. “El problema tiene que ver con el nivel de preparación profesional, con el funcionamiento de los centros educativos y con la involucración de las empresas con el proyecto de formación de los jóvenes”, señaló Canals, que se refirió a la tasa de empleo juvenil de los menores de 25 años en España que en 2019 fue del 32,5%, el doble superior a la media europea, del 14,45%. Las empresas consideran que existe una carencia de graduados en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). La ratio de graduados en este tipo de carreras en España (21,9%) es casi cuatro puntos porcentuales más baja que la de la media de la UE.
En cuanto a capacidades, las empresas consideran que existen carencias en la capacidad de comunicación (el 58% de las empresas encuestadas no la encuentra en los perfiles), el emprendimiento (50%) el liderazgo (48%) y la negociación (48%). También se detecta una brecha importante en las actitudes, y el 72% de las empresas no encuentra perfiles con resiliencia, el 48%, con iniciativa y el 46%, con visión de conjunto. Las capacidades profesionales son cada vez más importantes, y las nuevas formas organizativas o metodologías de trabajo como la agile, que requiere de agilidad y flexibilidad, ya que trocean los proyectos y se requieren de equipos multidisciplinares, o el design thinking como método para generar ideas innovadoras.
Para todo ello, hay que empezar por formar en este tipo de capacidades en edades tempranas. Así lo aseguró Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex, quien cree que es importante enseñar a comunicar a los jóvenes desde el Bachillerato, o técnicas de relajación y de gestión de estrés. “Valoramos aptitudes, como la empatía, la capacidad de análisis y de adaptación, y el trabajo en equipo”. Es más, añadió durante su intervención en la presentación del estudio, los conocimientos "nos preocupan relativamente, suponen el 25%, pero el 75% restante tiene que ver con cómo se relacionan, con la empatía, con cómo se ayuda o trabaja en equipo, eso es lo que suma".