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Los efectos económicos del COVID-19 pasan de refilón por la alimentación

Autónomos y pymes de este sector teletrabajan menos que la media nacional. Y su número de ERTES es claramente inferior a la mayoría de los sectores.

Solo un cuarto de las empresas del sector de la alimentación han tenido que acogerse a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para mantener su producción durante la pandemia.

Datos de un estudio realizado por Randstad Research muestran que el sector agroalimentario se encuentra 24 puntos porcentuales, esto es un 49%, por debajo de la media nacional y solo por detrás del sector primario tras la crisis provocada por la Covid-19.

De las empresas del sector de la alimentación, solo un 40% ha tenido que recurrir al teletrabajo durante la crisis, mientras que en el resto de sectores a nivel nacional la cifra alcanza ya el 56%. Además, el 9% de las empresas reconoce que ha tenido que ampliar su plantilla para afrontar el pico de actividad durante el estado de alarma.

Los datos reflejan, indican desde Randstad Research, que el sector de la alimentación ha aguantado mejor la crisis provocada por el coronavirus. De hecho, el 36% de las empresas asegura que ha mantenido el 100% de su actividad durante la crisis y que incrementó hasta un 32% su volumen de negocio. Se trata de cifras que duplican los resultados por el resto de empresas a nivel nacional, donde el 18% de empresas pudo mantener su actividad, y un 15% de ellas incrementó su volumen de negocio.

La normalidad, antes de fin de año

A pesar de la incertidumbre económica, la mayoría de empresarios del sector de la alimentación se muestra “optimista” de cara a sus previsiones de recuperación. En el informe se advierte que el 52% de los empresarios alcanzó la normalidad a finales del segundo trimestre y el 62% de los directivos cree que logrará el volumen de negocio previo a la crisis a finales de año.

Los datos también contrastan con la percepción de otros sectores, donde el 39% indica que alcanzó la normalidad a finales del segundo trimestre y un 48% espera recuperarse antes de fin de año.

El director de Randstad Research, Valentín Bote, ha afirmado que el sector alimentario es uno de los ámbitos de “mayor resiliencia de nuestra economía y que, gracias a su esencialidad, ha podido mantener e incluso aumentar la producción durante los meses de confinamiento total de la población”.

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