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Clarins, el cuidado empieza por las manos

Para proteger la piel de los profesionales sanitarios, Clarins España ha donado 1.880 cremas

Dos sanitarios muestran los paquetes donados por Clarins.
Dos sanitarios muestran los paquetes donados por Clarins.

La pandemia del Covid-19 está cambiando muchas cosas. La forma en la que nos relacionamos, la manera en que compramos o simplemente los hábitos de higiene. El uso masivo de hidrogeles, alcohol y otros productos desinfectantes de forma continua está provocando daños en la película hidrolipídica de la piel, sobre todo entre los profesionales sanitarios, más expuestos y que extreman el lavado de manos para prevenir contagios.

Para paliar estos efectos y luchar contra la crisis desatada por el coronavirus, Clarins España, la filial española de la marca de cosmética francesa, ha donado a hospitales y residencias 1.880 cremas de manos que ayudan a los sanitarios y otros profesionales a proteger sus manos para que la piel recupere su barrera protectora natural. Esta iniciativa se enmarca “dentro del compromiso global de la marca en su solidaridad con la actitud heroica de los profesionales de la salud”, indica la compañía.

Entre los centros que han recibido estos tratamientos de manos figuran los madrileños hospital 12 de Octubre, hospital Ramón y Cajal, Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, Hospital Galdakao-Usansolo de Bizkaia o las residencias Montserrat Caballé de Madrid, Fuente del Rey de Soria o la comisaría Carmen del Valle de Vallecas, también en Madrid.

La firma de cosmética y belleza afronta la crisis derivada del coronavirus “con rigor y disciplina, una gran dosis de innovación y capacidad de adaptación y, sobre todo, estando muy cerca de nuestro consumidor”, señala Julio Quiroga, director general de Clarins España.

“Creo que estamos en una posición magnífica para salir adelante. Nuestros valores de marca y nuestra forma de trabajar son muy adecuados para estos nuevos tiempos”, añade.

Un camino que no está exento de dificultades como “la caída enorme de las ventas, calculada en cerca del 95% en las primeras semanas”, precisa el ejecutivo, y que no ha podido ser compensada con el crecimiento del canal online. “Apenas se ha llegado a recuperar el 10% de las ventas”, apunta.

Y la crisis también afecta a la tesorería. “Todos nuestros clientes están en una situación similar, se han suspendido o aplazado pagos de las facturas; todos tenemos nóminas, alquileres y otros gastos que pagar. Tenemos que llegar a un entendimiento y ser solidarios para salir adelante”, comenta el directivo.

Clarins tampoco se ha librado de los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo), que afectan al personal que no puede teletrabajar, como, por ejemplo, a los profesionales en punto de venta y al equipo comercial. Para este colectivo, “el más grande de nuestra plantilla”, destaca Quiroga, afectado por las medidas de flexibilización laboral, “la empresa ha decidido completar hasta el 100% de los salarios”.

Cambios clave para el sector

Consumidor. Dará más valor a la seguridad de los productos y a la protección del medioambiente.

Seguridad. La forma de probar los artículos de cosmética ha cambiado y la experiencia de compra por flechazo al testar un producto no será la misma. Canales nuevos. Las redes sociales se han convertido en nuevos canales de contacto para asesoramiento y formación de los clientes. El servicio de venta/asistencia telefónica o el ecommerce han venido para quedarse.

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