El IEE prevé que el PIB suba un 14% en el tercer trimestre pero pierda un 11% en el año
Insta a aprovechar los fondos europeos para reforzar la recuperación y sostiene que un alza de impuestos minaría con fuerza el crecimiento
Los principales servicios de estudios comienzan a poner cifras tanto al descalabro de la economía española en el segundo trimestre del año como consecuencia de la pandemia del coronavirus como al rebote que supone la reactivación de la economía en este trimestre. Tras una caída del PIB del 5,2% en el primer trimestre del año, el Instituto de Estudios Económicos (IEE) apunta a un retroceso del 17% al 20% entre abril y junio al que seguiría un avance del 14,5% en verano y un 2,3% en otoño que no evitaría que la economía española ceda un 11% en el conjunto del año.
Así lo han anunciado este jueves Íñigo Fernández de Mesa y Gregorio Izquierdo, presidente y director General del IEE, respectivamente, durante la presentación del informe semestral de coyuntura económica “Crisis de la COVID-19 en la economía española: la recuperación no es posible sin confianza empresarial”.
Así, el IEE asume que “el perfil de crecimiento de la actividad seguirá una pauta de ‘V asimétrica’, en cuanto a que la caída de la actividad durante los dos primeros trimestres de 2020 no será compensada en su totalidad por el repunte de esta durante el segundo semestre de este año”, lo que hará que el PIB culmine el año “un 5,3% por debajo de su nivel” precrisis.
A partir de ahí, se espera una recuperación parcial en 2021, con un alza del 5,5%, lo que dejaría a la economía “muy lejos de recuperar el año próximo el terreno perdido durante el año 2020”, ha subrayado Fernández de Mesa.
En paralelo, la tasa de paro crecerá este año al 20,5% y al 22% el próximo ejercicio; el IPC rondará el 1% y las cuentas públicas sufrirán un importantísimo impacto. El IEE calcula que el déficit saltará del 2,8% de 2019 al 11,5% este año para mantenerse en el 7,5% el próximo ejercicio. Como consecuencia, la deuda pública avanzará del 95,5% al 120% en 2020.
El IEE enmarca este comportamiento en unas previsiones de caída generalizada para las economías desarrolladas, con la única excepción de China, estimando retrocesos del 8% en EE UU (que crecería un 4% en 2021); un 10% en la zona euro (para subir luego un 6%); un 10% en Reino Unido (que subiría luego un 6,3%).
“La eurozona es posiblemente una de las zonas que peor comportamiento está teniendo” ante la pandemia, ha dicho Fernández de Mesa, destancando en todo caso que “las respuestas de política económica han sido muy importantes desde el punto de vista fiscal”. Alemania, ha ilustrado, ha destinado el equivalente al 40% de su PIB; Italia, un 38%; Japón, un 20%; Reino Unido, un 19%; EE UU, un 15% y España, “a la cola”, un 13%, lo que explican por el menor margen fiscal del que se partía.
“España ha sido posiblemente uno de los países que se ha visto afectado de manera más adversa por el Covid”, subrayan desde el IEE, donde lo achacan a cuatro factores: el mayor peso en la economía de los sectores más afectados (turismo, hostelería, transporte, comercio…); el menor tamaño de sus empresas; la dureza y duración del confinamiento; y la mayor rigidez regulatorio de las empresas.
Para paliar los efectos de la crisis, los miembros del IEE apuestan por mantener vigentes durante la recuperación las medidas ya desplegadas por el Gobierno para proteger el tejido productivo.
Destacan en este terreno el plan de avales públicos por 100.000 millones de euros para facilitar liquidez a las empresas, que habría apuntalado el PIB en 3,2 puntos; y el despliegue de los ERTE ligados al Covid, que han cubierto a 3,4 millones de trabajadores, reforzando el PIB en otro punto adicional.
A partir de ahí, el IEE recomienda ir elaborando un plan de consolidación fiscal a medio plazo para rebajar uno de los déficit estructurales más altos de la UE, del 5,5%, que ponga el foco en la reducción del gasto público más que en la subida de ingresos fiscales, a la que se oponen rotundamente, especialmente en el corto plazo, advirtiendo de las nefastas consecuencias que podría tener para la economía.
De hecho, el IEE recuerda que países vecinos han optado por impulsar rebajas tributarias para acompañar la recuperación. Más allá, el servicio de estudios aboga por facilitar el marco regulatorio para las empresas, reduciendo cargas administrativas, y dando certidumbre en cuanto a la seguridad jurídica.
Finalmente, el Instituto de Estudios Económicos considera clave aprovechar los 140.000 millones de euros que España recibirá del nuevo fondo europeo (la mitad en ayudas directas y el resto en crédito) para impulsar reformas que permitan elevar el crecimiento potencial del país.