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Inversión

Las citas clave que marcarán el rumbo de los mercados

La próxima negociación del fondo de rescate europeo será determinante para la salida de la crisis en la zona euro

Paneles informativos con los gráficos colocados en el interior del Palacio de la Bolsa
Paneles informativos con los gráficos colocados en el interior del Palacio de la BolsaJesús Hellín (Europa Press)

La pandemia del coronavirus ha caído como una losa sobre las economías y las Bolsas mundiales y la evolución del virus va a ser la variable ineludible que moverá los mercados en los próximos meses. Tan simple como eso. El gran problema es que se trata de una enfermedad desconocida, sin tratamiento y sin vacuna, que ha llevado al mundo a un periodo de confinamiento sin precedentes. “Han surgido brotes y cuarentenas incluso antes de que comience la temporada de verano. El flujo de datos debería ser positivo, pero las tasas de infección de la pandemia y el comportamiento del consumidor son un gran riesgo”, explican desde Bank of America.

En medio de esta profunda incertidumbre, la próxima semana se sucederán una serie de eventos que van a dar la medida del daño ocasionado por el coronavirus en la economía y que marcarán también la respuesta ante ese impacto. La cumbre europea sobre el fondo de reconstrucción, la reunión del BCE y la Fed y la publicación de los resultados empresariales y los indicadores macroeconómicos del segundo trimestre acapararán la atención de los inversores en las próximas semanas. Las interminables negociaciones del Brexit y la celebración de elecciones en Estados Unidos forman parte también de la agenda prioritaria de los inversores este año.

“Los indicadores que teníamos hasta ahora eran muy parciales. Los que vamos a conocer a partir de ahora responden a la primera parte de la crisis sanitaria donde hubo confinamiento, y se verá realmente cómo ha afectado a la economía y las empresas. El cierre del semestre va a ser clave”, expone Javier Santacruz, investigador del Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF) y de la Fundación de Estudios Financieros (FEF).

Resultados e indicadores

La temporada de resultados comienza con un gran número de empresas estadounidenses. “Lo más importante será conocer el nivel de deuda, ya que los balances recogen los peores meses de la crisis, así como los planes que tienen de negocio para los siguientes meses, en el sentido de si son optimistas, pesimistas o ambiciosos”, dice Santacruz. Según datos recogidos por Refinitiv, los expertos prevén una caída de los beneficios del 40% en Estados Unidos y del 54% en Europa de abril a junio.

En cuanto a indicadores económicos, que se concentrarán en agosto, el experto pone la atención en Alemania, EE UU y Japón. En el caso del mercado español, Santacruz considera que “lo menos dañino sería que el PIB del segundo trimestre cayera menos de lo esperado y que en el verano hubiera una recuperación sostenida en sectores como el turismo”. “Si las expectativas empresariales son buenas, aún hay mucho recorrido de fondo en los mercados”, resalta.

El experto de IEAF/ FEF marcaría otra fecha en el calendario: “A finales de verano sabremos cuál esta siendo la tendencia del ahorro de las familias, de los créditos y la ejecución presupuestaria de la mitad del año; todo esto marcará los Presupuestos Generales del Estado”. “Los inversores se van a fijar mucho en esto”, argumenta.

Fondo de reconstrucción

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reunirán de manera presencial en Bruselas los días 17 y 18 de julio en un consejo extraordinario que tiene como objetivo alcanzar un acuerdo para un fondo de reconstrucción económica en Europa. Es la segunda vez que se discute la propuesta de la Comisión de destinar a la región 750.000 millones de euros para la era pos-Covid y que inicialmente se ha encontrado con la oposición de Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia, que piden algunos cambios, como una cuantía menor, o aumentar el peso de los préstamos frente a las transferencias. La inesperada elección del irlandés Paschal Donohoe como presidente del Eurogrupo, con el apoyo de los países denominados frugales y más reacios a elevar el gasto y a las ayudas directas, puede inclinar la balanza a favor de un fondo menos generoso con las necesidades de los países más golpeados por la pandemia, como España e Italia.

La cumbre será una nueva ocasión para medir la capacidad de consenso de una UE cada vez más dividida. Para Javier Santacruz, “lo más importante es que haya un mensaje de confianza, del poder que tiene la UE, y de que poco a poco se van a ir dando pasos”. “Hay que cerrar flecos para evitar suspicacias”, apunta. En Esade se expresan en los mismos términos: “La forma final que tome el fondo dirá mucho de la voluntad política de los Estados para seguir adelante en el proceso de integración europea”, resume. Sin embargo, los analistas de Bank of America piensan que “será demasiado pronto para resolver todos los detalles”, pero destacan que “al menos hay un principio de acuerdo para crear un plan, algo muy importante para si se compara con lo que pasó en 2010”.

BCE

El Banco Central Europeo se reúne el próximo jueves. La escuela de negocios Esade recuerda que desde el origen de la crisis de la pandemia, la institución ha “proporcionado liquidez a los mercados, apoyando las condiciones de financiación y contribuyendo a mantener el flujo de crédito hacia familias y empresas”. Gracias a estas medidas, los préstamos a compañías no financieras han aumentado este año el 6,6% en la zona euro hasta el pasado mayo, “lo que demuestra que ante la caída de ingresos están usando esta fuente para pagar gastos corrientes y de capital”, explica.

Esta liquidez, además, “ha llegado a las Bolsas”, apunta Luis Benguerel, consejero de Anattea Gestión. “Hace unos meses era impensable la recuperación que han tenido algunos mercados”, puntualiza.

A partir de ahora, es posible que el BCE acreciente su labor de vigilancia sobre los préstamos, según Santacruz: “Puede haber un repunte de la morosidad que afecte a las cuentas bancarias”. Bank of America también advierte de que la institución monetaria “necesita dejar de lidiar con el impacto del choque de Covid para ser más explícito sobre cómo abordará las peores perspectivas de inflación a medio plazo a las que nos enfrentamos”. Mientras que Gilles Moëc, economista jefe de Axa Investment Managers, comenta que “si la economía mundial no mejora en la segunda mitad del año tan rápidamente como se espera, se llamará de nuevo al BCE para que proporcione más apoyo”.

Reserva Federal

La Fed ha dado una respuesta arrolladora y sin precedentes ante la crisis, clave para el rally bursátil y de la deuda desde marzo. La próxima reunión está prevista para los días 28 y 29 de julio.

“No esperamos mucho de las próximas reuniones de los bancos centrales, ya que tanto la Fed como el BCE han anunciado paquetes masivos de apoyo y una larga orientación de las políticas a futuro”, dice Esty Dwek, directora de estrategia global de mercados de Natixis. Es probable, sin embargo, que adviertan sobre la marcha de la recuperación, ya que “los mercados han recogido muchas noticias positivas, pero puede que el camino esté lleno de baches”, aclara.

Para Gilles Moëc, “la Reserva Federal estaría bajo mucha presión para estimular aún más la economía si la esperada recuperación en forma de V no se materializa este verano.” El experto no descarta que esté “buscando un plan B”, con condiciones financieras muy acomodaticias durante muchos años.

Brexit

Bank of America recuerda que Europa acumula un largo historial de veranos con problemas, incertidumbres y volatilidad, y que previsiblemente en 2020 no se romperá la tradición. A la pandemia del coronavirus “se suman viejos riesgos como el Brexit”, señala. En las últimas semanas, Bruselas y Londres han retomado las conversaciones para intentar llegar a un acuerdo en términos comerciales para concretar la salida decidida por el Reino Unido de la Unión Europea. Esty Dwek no descarta que se incremente la volatilidad en la libra en las próximas semanas, ya que “los riesgos de un Brexit duro podrían volver”.

Elecciones en EE UU

Estados Unidos celebra elecciones a la presidencia el próximo noviembre. En este apartado cobran especial relevancia dos factores: la pandemia, que le ha convertido en el país con más casos positivos, y la tensión en las relaciones con China. “Los años electorales suelen ser positivos. Cuando Donald Trump llegó a la Casa Blanca en 2016, uno de sus objetivos era que las Bolsas subieran, y lo ha conseguido. El Nasdaq ha pasado de 4.500 a 10.500 puntos y está en récord, y el S&P cerca también de máximos”, dice Benguerel.

Aun así, su reelección está en el aire. “En las últimas encuestas, el oponente demócrata, Joe Biden, le saca ventaja. Su gestión de la crisis sanitaria puede explicar este resultado”, argumentan en La Financière de l’Echiquier. La firma asegura que los comicios “generarán volatilidad, debido sobre todo a la perspectiva de una subida de impuestos si Joe Biden resulta elegido. Tampoco se puede descartar que vuelvan las tensiones con China”, resume.

Veranos negros con caídas históricas

 

Crisis financiera. En julio de 2007 saltaron las alarmas después de que Bear Stears reconociera la quiebra de dos de sus hegde funds con exposición a hipotecas de alto riesgo (subprime). Era el punto de partida de una crisis financiera que alcanzó a todos los mercados del mundo, aunque de distinta manera. Países como España entraron en un proceso de recesión que duró años. La Bolsa pasó por un verano volátil, pero terminó ese ejercicio rozando máximo histórico cerca de los 16.0000 puntos. Al cierre de 2008, con la situación agudizada y la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de ese año, el índice había perdido el 40%.

Rescate. El 26 de julio de 2012, el entonces presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, calmó a los mercados al anunciar que haría todo lo necesario para salvar el euro. “Haré lo que haya que hacer, y créanme, será suficiente”, dijo. La prima de riesgo española había alcanzado el récord de 650 puntos básicos, y el bono a 10 años se encontraba en el 7,6%. La institución monetaria aprobó una batería de medidas históricas para paliar la crisis de deuda. Un mes antes, Mariano Rajoy, que presidía el país, había pedido el rescate para el sector bancario. El Ibex cotizaba en los 6.550 puntos, un 57% por debajo del récord de 2007.

Brexit. El 24 de junio de 2016, el Ibex perdió un 12,35%, la mayor caída de la historia del índice hasta entonces. El descenso se produjo tras el sí de los ciudadanos del Reino Unido a la salida de la Unión Europea. Este registro ha pasado a ser el segundo peor en un día, después de la corrección del 14,06% sufrida el 12 de marzo de 2020, víspera de que se decretara el estado de alarma en España por la pandemia.

 

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