Mi jubilación: ocuparnos siempre para no preocuparnos
Planificar con tiempo nuestra jubilación, la clave para cumplir nuestros objetivos
El incremento de la esperanza de vida, las dudas sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones y el miedo a posibles recortes en las pensiones futuras y a nuevas reformas nos lleva a preocuparnos y a preguntarnos qué pensión vamos a recibir cuando dejemos de trabajar y cómo va a ser nuestra jubilación.
Hace unos días, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, hablaba de la posibilidad de volver a endurecer la jubilación anticipada y de dar ciertos incentivos para que las personas retrasen su jubilación. Y, aunque de momento no hay nada encima de la mesa, el clima de incertidumbre que ha generado la COVID-19 -cambios financieros, situaciones de ERTE o desempleo, nuevas circunstancias personales, etc.- incrementa la preocupación generalizada sobre la jubilación.
Durante el estado de alarma, el gobierno aprobó una nueva contingencia temporal para que los partícipes de planes de pensiones -y de otros vehículos de previsión ligados a la jubilación- que se encuentren en una situación de desempleo por un ERTE o se hayan visto obligados a cerrar su negocio o cesar su actividad como autónomos puedan rescatar sus derechos consolidados. Esto ha llevado a muchas personas a plantearse si realmente les convenía o no rescatar su plan de pensiones o si podían disponer de otras fuentes de liquidez porque por el plan hay que tributar en la base general como rentas del trabajo, en la “parte cara” del impuesto, y, además, teniendo en cuenta la caída generalizada que ha sufrido el mercado desde marzo, puede que rescatar el plan asumiendo pérdidas no sea la opción más conveniente.
En esos casos, para tomar la decisión que más se ajuste a nuestras necesidades y que menos nos perjudique para nuestro objetivo de jubilación, es importante hacer un análisis de nuestra situación económica y financiera para ver si rescatar el plan de pensiones es nuestra mejor opción o si tenemos otras alternativas. Y, en todas las situaciones, tener un plan financiero que parta de nuestros objetivos nos ayudará a invertir en el producto que necesitamos y a tener una estrategia que nos dé seguridad para que en el futuro tengamos la jubilación que siempre hemos querido tener, incluso en tiempos de incertidumbre.
Tengo un amplio horizonte temporal por delante: ¿cuándo empiezo a ocuparme?
Aunque no hay una respuesta única, lo más recomendable es empezar cuanto antes. Planificar con tiempo nuestra jubilación nos va a permitir obtener un capital final mayor para poder cumplir nuestros objetivos. Al tener un horizonte temporal largo podemos modular nuestra inversión y adaptarla según vayan cambiando nuestras circunstancias y según nos vayamos acercando a la fecha de nuestra jubilación. Así, por ejemplo, podemos invertir en un plan de pensiones 100% renta variable e ir, poco a poco, a medida que pasan los años, rebajando nuestro nivel de riesgo.
Me queda pocos años para jubilarme: ¿qué debo tener en cuenta?
En estos momentos es importante hacer un seguimiento más constante de nuestro plan y de nuestra estrategia de inversión para ver si hemos sufrido algún cambio personal que nos afecte o si algunos de nuestros objetivos han cambiado para, en ese caso, rebalancear nuestra cartera.
Puede también que nos estemos planteando seguir trabajando, pero de otra manera. Con un asesoramiento financiero especializado y a la medida podremos ver si nos compensa plantearnos la jubilación activa o la jubilación parcial y ver cómo nos afectaría al recibir la pensión pública de la Seguridad Social o, quizás, jubilarnos anticipadamente. También sería buen momento para ver las distintas opciones del rescate del plan de pensiones -de forma mixta, en forma de renta o de capital- para ver, según nuestras necesidades y objetivos, cuál nos beneficia más, también por el plano fiscal. Porque, además, puede que no nos interese rescatar todos nuestros derechos consolidados de golpe, y sí las aportaciones anteriores a 2006 para aplicarnos la deducción del 40%.
Quería jubilarme: ¿es el momento?
Si queríamos jubilarnos este año, pero con la COVID-19 tanto nuestras circunstancias personales como financieras han cambiado, necesitamos hacer un ejercicio de planificación financiera para ver cómo afecta nuestra nueva situación en nuestro plan de jubilación. ¿Nos va a afectar para poder vivir como habíamos querido durante la jubilación? ¿Podremos lograr el capital final que necesitamos para cumplir nuestros objetivos?
Con un análisis financiero haremos una proyección de nuestros números y sacaremos una foto global de todas nuestras finanzas y todo nuestro patrimonio, porque puede que simplemente tengamos que reorganizar nuestros gastos y no tengamos que cambiar nuestros planes.