La vista previa por la demanda de Orcel a Banco Santander será el 14 de septiembre
Inicialmente estaba programada para el pasado 13 de abril
El juzgado de Primera Instancia número 46 de Madrid celebrará el próximo 14 de septiembre la vista previa al juicio entre el Banco Santander y Andrea Orcel, el banquero italiano que estuvo a punto de convertirse en "número dos" de Ana Botín, según han informado a Efe fuentes jurídicas.
Aunque inicialmente estaba programada para el pasado 13 de abril, la crisis sanitaria del coronavirus ha obligado al magistrado a posponer hasta después de verano esta vista, que se celebra en el marco de la demanda de Orcel a la entidad española por su fichaje fallido.
La disputa comenzó el pasado verano, cuando el banquero demandó al Banco Santander, al que reclama hasta 112 millones de euros por cancelar a principios de ese año su contratación, anunciada públicamente unos meses antes, lo que le llevó a abandonar su puesto de alta dirección en UBS.
A pesar de que la entidad trató de llegar a un acuerdo con él tras renunciar a su fichaje como consejero delegado, la situación entre ambos se distanció, dando comienzo al periplo judicial.
EL FICHAJE FRUSTRADO
Orcel acusa al Santander de incumplir un contrato que el banco ni siquiera reconoce, pues estaba condicionado a varios requisitos que posteriormente no se cumplieron; además, la entidad asegura que el banquero grabó sin consentimiento conversaciones privadas.
Santander frustró la contratación del banquero, tras constatar que tendría que asumir los compromisos de pago del salario diferido de Orcel de siete años, un precio "inaceptable" en palabras de Botín.
El banco aclaró que cuando anunció el fichaje no era posible anticipar el coste final exacto para el grupo, sin embargo Orcel sostiene que Santander incumplió un preacuerdo en el que se le ofrecía una prima de fichaje de 17 millones y un sueldo similar al del actual consejero delegado,unos 10 millones al año.
Sobre este punto, el Santander destaca que dicha oferta "nunca se materializó y no es el contrato que exige la ley".
Con el fin de compensar el "bonus" pendiente del banquero de inversión italiano en su anterior puesto como ejecutivo de UBS, el Santander estaba dispuesto a entregarle acciones de la propia entidad por un importe máximo de 35 millones, si bien la idea era que esta cuantía se redujera en el marco de la negociación con el banco suizo.
Pero el banquero, señalaba el Santander en su escrito de alegaciones, nunca tuvo intención de que UBS asumiera parte de sus incentivos y aunque pidió a la entidad española ayuda para redactar una carta que enviaría a UBS instando al banco suizo a asumir la mitad de la retribución diferida, no consta que ésta se enviara.
Además, el banco presidido por Ana Botín asegura que Orcel aumentó
sus pretensiones y expresó la necesidad de compensar una nueva y supuesta pérdida retributiva por su salida de UBS en concepto de la no percepción de dividendos e intereses, que estimaba en unos 3 millones de euros.
Es decir, no sólo no rebajó el coste de su nombramiento sino que pidió más dinero a Santander durante el proceso de contratación.