Gloria Lorenzo: “Se necesitan más ‘women angels’ en españa”
Promueve el emprendimiento femenino y la inversión en áreas relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas
Licenciada en Informática por la Politécnica de Madrid, la mayor parte de la carrera profesional de Gloria Lorenzo (Madrid, 1966) ha transcurrido fuera de España. Ha vivido en Irlanda, Italia y Estados Unidos donde trabajó en empresas de tecnología como Corel Corporation, Logos Italy, Lotus-IBM, Siebel Systems y Oracle, compañía en la que trabaja. Especialista en globalización de aplicaciones software, es directora sénior de soluciones de lenguaje y responsable, entre otras competencias, dirigiendo 33 países entre América, Asia y Europa.
Su otra pasión es impulsar el liderazgo femenino. En 2009 comenzó la iniciativa Oracle Women’s Leadership (OWL) para fomentar el desarrollo de las mujeres de Oracle en España. Actualmente es vicepresidenta de la delegación española del Global Summit of Women y mentora con diversas iniciativas relacionadas con STEM. También es socia fundadora de WA4STEAM, un grupo de mujeres business angels que apoya a emprendedoras en las áreas de STEAM.
- R. ¿Por qué cuesta encontrar en España a mujeres emprendedoras en el área tecnológica?
- R. La mujer emprende, pero no accede al capital. Por ello es importante ayudar y promover iniciativas para que las mujeres consigan financiación para sus proyectos. Por ese motivo, Regina Llopis fue la promotora de que unas 26 mujeres nos uniéramos en una asociación para ejercer como women angels. Actualmente, somos más de 100 socias en WA4STEAM y llevamos invertidos en año y medio más de 850.000 euros en 19 operaciones de 16 startups, de las cuales tres han ido a una segunda ronda. Lo que buscamos es la democratización de la inversión, que las inversiones no sean muy grandes. Se exige invertir un mínimo de 1.000 euros en dos años. Y acabamos de firmar un acuerdo con la firma de asesoramiento legal y desarrollo tecnológico Oryon Universal para invertir más de un millón de euros en proyectos liderados por mujeres. Se necesitan más women angels en España.
- R. ¿Qué es lo que pretenden con este tipo de iniciativas?
- R. Captar y sacar a la luz todo el talento emprendedor femenino para que puedan desarrollar todos sus proyectos profesionales. La mujer tiene que verse como generadora de tecnología, porque hasta ahora no hemos demostrado ni generado interés por la tecnología. Cuando yo estudié Informática éramos un 40% de mujeres, ahora hay un 10% estudiando esta carrera. Las chicas no se ven como ingenieras, no les atrae y no hemos sido capaces de atraerlas. Ahora les gusta más ser influencers, youtubers o chefs, donde ven que hay dinero más rápido. La carrera de ingeniero se asocia a carreras muy duras, sin vida social y eso no gusta. Las mujeres directivas tenemos que dar visibilidad a todo esto. Ahora hay más acceso a la tecnología, pero ha disminuido el interés de las mujeres por esta área, por eso el acceso al capital es tan difícil. Nos denominan de acceso al capital amable.
- R. ¿Eso qué quiere decir?
- R. A las mujeres les cuesta enfrentarse a los hombres a la hora de buscar inversión. Muchas mujeres cuando han ido en busca de financiación se han encontrado con preguntas del tipo de si pensaban tener hijos, algo que nunca preguntan a los hombres.
- R. ¿Cuáles son las principales barreras que encuentra una mujer que busca financiar un proyecto?
- R. A la emprendedora le cuesta mucho que el inversor confíe en ella. El emprendedor masculino es ambicioso, arriesgado, características que no manifiestan las mujeres. El estereotipo de un hombre no es el de una mujer. Ellas son más conservadoras, cuando el emprendedor siempre piensa en grande, y eso no tiene el mismo efecto. La idea de dar el pelotazo es mucho más masculina. Aunque la mujer también quiera eso, lo que busca es que su idea guste. A ninguna le he oído este tipo de comentarios, ya que suelen estar más embebidas en el proyecto en sí mismo.
- R. ¿Qué ha de tener un proyecto para que ustedes lo consideren atractivo?
- R. Buscamos proyectos dirigidos por mujeres, que pertenezcan al equipo fundador, que aporten innovaciones a los mercados, valor a la comunidad y que impacten en la economía y la sociedad del futuro. Los ponemos en el camino de los inversores, ayudamos a hacer el proceso de due diligence, entre otros temas.
- R. ¿Cuáles son las áreas de mayor interés?
- R. Ahora mismo la biotecnología, la salud, la inteligencia artificial y el blockchain. Nos interesan proyectos especializados, que generen valor a nivel global, porque la idea es que no estén solo en España. Por ejemplo, hay tres que han pasado a una segunda ronda de financiación.
- R. ¿Cuáles son?
- R. Una está en Valencia, Emotion Research Lab, y es una aplicación de reconocimiento de emociones. A través de un sistema de codificación se puede saber por la expresión de la cara si una persona miente. La verdad es que cuando ves este tipo de proyectos es cuando te das cuenta de todo el talento emprendedor que hay, sobre todo cuando trabajas en una multinacional, en la que tienes acceso a todos los recursos, pero en la que el dinamismo es distinto. Otro de los proyectos está centrado en biosalud. En Spotlab han visto que cuando te haces una prueba médica hay que mandarla al laboratorio para que se analice mediante un microscopio, y lo que han hecho es desarrollar un sistema para poder analizar esa prueba desde la misma sala de operaciones.
- R. ¿Y la tercera?
- R. Se llama 3DClick y ha desarrollado prototipos de packaging, que son muy caros de hacer, y mediante una aplicación se pueden realizar, además de poder ver cómo quedan sacándolos por una impresora 3D. Son iniciativas que encuentran soluciones a un determinado problema.
- R. ¿En cuánto tiempo se recupera la inversión en una startup de este tipo?
- R. Se recupera la inversión en tres a cinco años, pero de 10 que inviertes ocho puede que fallen. Son inversiones arriesgadas. En Silicon Valley se tiene en cuenta las empresas que creas, pero también las que te has cargado. Hay que tener por lo menos dos o tres experiencias fallidas.