La banca se prepara para pedir un billón de euros en la subasta del BCE de junio
El sector aprovechará para renovar vencimientos con mejores condiciones. Parte de la liquidez podría ir a comprar deuda italiana
La banca de la zona euro se prepara para la mayor lluvia de liquidez del BCE vista hasta el momento. En una carrera imparable por pulverizar un récord de estímulos monetarios tras otros, la subasta de liquidez condicionada a la concesión de crédito (TLTRO) que celebrará el BCE el 18 de junio promete ser la mayor de las realizadas por la institución hasta el momento y, sin duda, la operación más importante del año para el sector. Las previsiones apuntan a un volumen de peticiones por un billón de euros, una avalancha de financiación que tiene como objetivo primordial favorecer que el crédito fluya hacia la economía real, castigada como nunca por la pandemia del coronavirus, y que promete tener otros efectos colaterales que van a influir también en el mercado interbancario y en la deuda soberana de la zona euro.
Para empezar, el BCE ha dado más atractivo a esta subasta TLTRO que a las anteriores. La bonificación que pueden obtener los bancos que cumplan con el requisito de dar crédito es mayor y también lo es la cuantía de financiación a la que pueden tener acceso, de acuerdo a su cartera crediticia. Así, el BCE decidió mejorar en la última reunión el interés de estas líneas de liquidez en 25 puntos básicos hasta un total de 50 puntos básicos sobre el tipo de la facilidad de depósito, ahora en el -0,5%. De modo que los bancos que acudan a la subasta podrán cobrar un 1%, siempre que cumplan con el objetivo que marca el BCE de concesión de crédito a empresas. Las hipotecas no se incluyen en estas líneas de liquidez a interés negativo a cambio de financiación bancaria.
Además, el BCE ha elevado del 30% al 50% el volumen de créditos de un banco que se toman de referencia a la hora de determinar la cuantía de financiación que puede obtener en la subasta TLTRO. A estos dos factores se suma el hecho de que los bancos se ven ante la necesidad de renovar la liquidez del BCE a más corto plazo a la que han recurrido en los dos últimos meses, a raíz del estallido de la pandemia que ha llegado a amenazar la estabilidad financiera de la zona euro. Así, la banca tendrá la oportunidad de obtener financiación a tres años al menor coste visto hasta ahora en las inyecciones de liquidez del BCE. No ya a coste cero, una constante desde hace años, sino con el incentivo de una bonificación de hasta el 1%.
Renovaciones
En Citi prevén un volumen de peticiones por un billón de euros, motivados en parte por la renovación de líneas de liquidez anteriores. Así, al menos habría peticiones por 750.000 millones correspondientes a líneas TLTRO II –puestas en marcha en marzo de 2016– y que hay que devolver el próximo año (por 420.000 millones) y otros 326.000 millones de subastas realizadas desde marzo. Además, apunta a que la demanda de créditos a empresas que ha provocado la actual crisis económica, en su gran mayoría con aval público, es otro estímulo para que los bancos realicen peticiones. “Un crecimiento neto del crédito del 0%, requisito para alcanzar el interés del -1%, no parece un gran obstáculo”, explica el banco estadounidense. Aun así, y como aviso a navegantes de lo visto en crisis anteriores, Citi también recuerda que la zona euro registró en conjunto una contracción del crédito a empresas entre 2011 y 2014.
El objetivo es impulsar el crédito a pymes, ahora al alza con los avales públicos
En Bank of America señalan que si la totalidad de las líneas previas TLTRO se devuelven de forma anticipada para acceder a ese 1%, el volumen de esta próxima subasta sería de un billón de euros. La entidad sin embargo prevé peticiones en la subasta de junio de entre 500.000 y 750.000 millones de euros. Su estimación se basa en que después de amortizar las líneas TLTRO II y las subastas ordinarias adicionales (LTRO), el volumen de peticiones de la próxima TLTRO III deje el stock de deuda de la banca con el BCE en niveles similares al actual.
Compras de deuda
Pero ante tal avalancha de liquidez, la banca también se verá tentada a destinar ese dinero a otro objetivo que no es dar crédito. En Bank of America también advierten que “en ausencia de algún tipo de aval público, conceder créditos a la economía real puede ser menos atractivo que invertir en bonos”. Y pone como ejemplo a la banca italiana, la que más volumen de liquidez TLTRO atesora. “Los bancos italianos podrían preferir invertir el exceso de financiación en deuda soberana. El retorno medio ajustado de pérdidas de un crédito es notablemente inferior a la rentabilidad del bono italiano a dos años”, señala.
El mercado interbancario también seguirá con atención la subasta. Tal avalancha de liquidez podría presionar los tipos a la baja, aunque en Goldman descartan un efecto significativo.