El Gobierno propone prorrogar los ERTE exprés hasta la etapa de normalidad, a finales de junio
Quiere flexibilizar el paso de estos ajustes a otros por causas productivas, mantener los beneficios a empresas y plantillas y seguir con la prohibición de despedir durante seis meses
Las patronales CEOE-Cepyme y los sindicatos CC OO y UGT están analizando hoy la propuesta que les ha hecho el Gobierno para prorrogar los Expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor más allá del estado de alarma. Según ha adelantado la Cadena Ser, el Ejecutivo ha propuesto a los agentes sociales prorrogar estos ajustes de empleo hasta el fin de la fase 3 y el inicio de la nueva etapa de normalidad, algo que ocurrirá aproximadamente a finales de junio. La intención de los responsables gubernamentales es negociar esta propuesta con empresarios y sindicatos para llevar un texto cerrado al Consejo de Ministros del próximo martes.
De esta forma, aunque el Gobierno no lograra renovar el estado de alarma hasta entonces --como se prevé a la luz de las últimas advertencias de la oposición y de los socios nacionalistas del Ejecutivo retirarles su apoyo para mantener esta situación-- estos ERTE se renovarían automáticamente hasta el citado fin de la fase 3.
Una vez superada esta etapa del calendario, el Gobierno propone a los agentes sociales prórrogas adicionales de este tipo de ERTE para determinados sectores que se demuestren como los más afectados en el retraso de la vuelta a la actividad económica.
Asimismo, el plan gubernamental incluye facilitar el paso de ERTE de fuerza mayor (que requieren autorización administrativa) a ERTE por causas productivas, que debe negociarse con los trabajadores y sus representantes. En este caso, durante el tiempo que dure la negociación los trabajadores seguirán protegidos por las medidas del ERTE y, después, cuando haya acuerdo empezará a correr el tiempo del nuevo ajuste.
También para que no haya lagunas de protección, el Gobierno propone mantener hasta la nueva normalidad el cobro del desempleo por parte de los trabajadores que no han generado el derecho para ello y el suspenso en el consumo de los derechos del seguro de paro durante el tiempo que dure el ERTE (lo que se llama contador a cero, porque no se gasta prestación por desempleo). Más polémica puede ser la intención del Ejecutivo de mantener la prohibición de despedir a los trabajadores incluidos en el ERTE durante los seis meses posteriores a su término, algo que una parte de los sectores afectados, como la hostelería y el turismo, rechazan de plano.
Otro de los beneficios que mantiene la propuesta del Ejecutivo es que las empresas sigan exentas del pago del 100% de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social en el caso de las compañías con menos de 50 trabajadores, y la exención del 75% en las que tienen una plantilla mayor a esa.